Efímero [parte 1 y 2]

Capítulo 3

#¡Hazte a un lado! ¡Maldita suicida!

Ashley

Conozco a Dove desde hace seis meses, sé que es una persona divertida y carismática, pero me acabo de dar cuenta que también estresante. No para de hablar, siempre tiene un tema de conversación, aunque la estemos ignorado sigue sacando platica.

Juro que acabo de enterarme de toda su vida en solo una hora.

—Entonces el me vio y dijo "Te ves hermosa" y literalmente llevaba una camiseta rota y fea, entonces le pregunte "¿Estas ciego?" y el respondió...

—¡Cállate! —gritamos al mismo tiempo Jesse y yo.

Cosa que no le sorprendió, creo que está acostumbrada a eso. Alzo los hombros restándole importancia, para la suerte de mis oídos se sentó en el suelo y comenzó jugar con su celular ¿Cuántos años tiene?

Jesse, el chico que me tiro la malteada encima esta con los codos sobre sus rodillas y en la palma de su mano derecha tiene sostenida su quijada. Dove menciono su nombre, por eso lo sé, además la placa de su uniforme lo dice "Asistente Jesse Stevens PDP" Las letras se significan: Período De Prueba. Cosa que es inútil porque la única prueba que tenemos aquí es saber dónde están los libros a la hora de buscarlos.

Es la mejor prueba porque hasta el más idiota sabría aprenderse con exactitud las secciones, son 30 en total y cada estante esta dividió en tres, luego te ubicas por la letra inicial del título del libro que buscas. El género está en la parte de arriba así que no es nada difícil.

Es una biblioteca grande eso si tengo que aceptarlo, podrías perderte si no sabes ubicar la salida.

Somos 15 trabajadores en total, 6 ayudantes (son los que ayudan a buscar, o resolver tus consultas si tienes dudas) 6 personas de aseo y 3 guías o bibliotecarios como quieras llamarles (es el trabajo que yo tengo, poner buena cara recibir al cliente, preguntarle que necesita y guiarlo a su destino) Fácil, rápido, lo que más te sobra es tiempo, el único desafío es saber mantener la calma porque hay ocasiones en las que las personas son exigentes y fastidian demasiado.

—¿Cómo te llamas? —hablo de repente el chico frente a mí. No me moleste en obsérvalo —Sé que estas enoja y tienes ganas de matarme, te entiendo, pero solo estoy intentando arreglar mi error. Soy nuevo aquí y no me gustaría llevarme mal con nadie.

Buena forma de empezar entonces, dije mentalmente.

Soltó un suspiro de resignación.

Eso, es mejor que se resigne porque ya me "toco los cojones" y no pienso aceptar sus disculpas por un buen tiempo.

...

El frio es mucho para mi pobre alma. Los árboles se mueven con rapidez, parece que se caerán el algún momento, no hay ningún carro en las calles, ni personas merodeando por ahí, no hay señales de vida, la mayoría de locales están cerrados y a pesas son las 7 de la noche.

Avance, estoy muy cerca de llegar a mi edificio. En todo en trayecto no deje de abrazarme a mí misma, mi cuerpo ya se ha secado al igual que mi ropa y me siento completamente asquerosa al saber que aun traigo esa malteada en mí.

La lluvia ya bajo un poco, aún quedan pequeñas gotas, son molestas pero soportables. En mi estado cualquier cosa es insoportable.

Intenté comunicarme con Jane para que viniera por mí, pero mi teléfono está muerto ya que lo traje descargado y pues debido a que se fue la luz nadie quiso prestarme el suyo.

Eso me recordó mucho a mi adolescencia, me sucedió algo similar.

Desde hace horas dejo de llover, pero la energía aún no ha regresado, mis compañeros no quieren prestarme sus celulares para llamar a mi madre, ella cree que me quedare aquí debido a la tormenta, pero yo quiero regresar, no pienso estar en este lugar, más tiempo.

Las personas son insoportables, no dejan de corretear por todo el salón, no paran de gritar idioteces y de fastidiarme.

Me puse de pie, guiándome de la pared pude llegar al baño, la luz no es muy buena. Entre, al momento de abrir la puerta encontré a un chico semidesnudo con una toalla envuelta en su cintura, tenía algunos tatuajes en el pecho, cuello y brazo, era sumamente guapo, tenía los abdominales marcados y su estatura me rebasaba por dos cabezas.

Quedé boquiabierta con la mano sobre el pomo, inmóvil, no pude despegar mi vista de su escultural cuerpo, es precioso. Después de un segundo comenzó a subir, recorriendo cada parte como una acosadora, su cara es seria, tiene una expresión de molestia, sus espesas cejas negras están fruncidas, su cabello esta mojado y cae por su frente humedeciendo aún más su rostro.

Sus ojos tienen un tono gris con destellos de azul, son intenso e intimidantes, tanto que me obligue a bajar la mirada con vergüenza.

—Es el baño de hombres —dijo con un tono de voz ronco y profundo, pero sumamente suave.

Asentí dándome la vuelta con rapidez, salí del lugar sin refutar o pedir disculpas siquiera.

Todo iba bien hasta que choque con él. Mi felicidad o vergüenza se esfumo. Mi día no podía estar más jodido.

—Hola Ashley —saludo con un tono dulce que ante mis oídos sonó tan falso, sentí mi corazón doler y palpitar con lentitud cuando vi a ella salir del mismo lugar de donde él lo hizo.

Mi vista se nublo por completo, luego de eso me dispuse a correr sin rumbo alguno, al final, mi día no podía ir peor.

Los problemas de amor me han tocado desde que tengo 16 años. Por eso decidí retirarme de las cosas sentimentales y enfocarme en mí, lástima que no ha salido bien.

Me asegure de que no hubiera nadie en la calle al momento de cruza.

Pero creo que ya había dicho que toda mi vida está rodeada de mala suerte.

Me pare un momento, precisamente en medio, comencé a atar mi cabello en un moño. Error, porque cuando menos lo espero las luces de un auto me dejaron completamente ciega, literalmente iba a pasarme por encima y no podía reaccionar.




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