Efímero [parte 1 y 2]

Capítulo 6

#¿Te cortaste el cabello?

Ashley

Suelo tomar malas decisiones cuando estoy enojada, mis impulsos me ganan y termino haciendo cosas de las que luego me arrepentiré.

Hoy, por ejemplo, luego de llegar de la farmacia me encontré con la noticia de que mi hermano acaba de llegar a Barcelona, eso no tiene nada de malo, desde hace tiempo no sabía nada de él y me emociono mucho el verlo en mi sala.

La felicidad me duro muy poco porque luego del reencuentro tuvimos una pequeña discusión por cosas estúpidas como siempre y acabamos soltando palabras hirientes.

Después de llorar más de una hora me decidí a cortarme el cabello.

Mala elección, muy mala elección. El cabello corto no me queda nada bien. Lo corte por encima de los hombros, parezco un león. Es como si no me hubiera peinado en días.

Siento que acabo de entrar en depresión.

Hoy no fui a trabajar, no tengo ánimos de aguantar a la señora gruñona ni servir café y bocadillos toda la noche. Me quede en mi cuarto viendo un maratón de Strange Things, es la única ocasión en donde podré disfrutar a gusto.

Estaba por terminar la primera temporada cuando mi teléfono resonó anunciando una llamada, mi tono es de lo más agradable para mis oídos, Easier de 5SOS es una buena cancion. Con esa letra siento que he vivido en una guerra con el amor de mi vida, aunque no tenga nada parecido a un novio.

El nombre de mi madre se ilumino en la pantalla, tataree la cancion con un inglés jodidamente malo antes de responder.

"Hola ¿hija, estas ahí?" pregunto rápidamente.

Sonreí, extrañaba su voz —Si, mamá.

La escuche suspirar "Pensé que no responderías, con eso de que trabajas todo el día, me preocupe" el alivio era evidente.

—Me sentí un poco mal por eso no asistí —además de que tengo un pequeño problema que dura tres días —lo pensé, pero no lo dije

"Espero que no sea nada grave mi amor, tomate una pastilla y descansas un rato"

—Eso hare.

Seguimos hablando por más de una hora, ya que no lo hacemos muy seguido. Me da tristeza y nostalgia hacerlo, siento que cada vez la extraño más, es difícil no estar cerca de ella y papá, aun no me acostumbro a estar lejos de ellos.

Sin darme cuenta me quede dormida.

Corrí.

Mi respiración estaba acelerada.

Observé detrás de mi tratando de ver algo en aquella oscuridad, pero no tuve existo. Regrese mi vista al frente, pero inútilmente choque contra una roca y me resbale, pensé que caería de bruces contra el suelo, pero una mano me tomo de la cintura y me acorralo contra un árbol.

Me encontró.

Estoy jodida.

—Ahora si pequeño minion, me dirás todo lo que sabes —su voz causo escalofríos en todo mi cuerpo, si el no estuviera sosteniéndome seguro me caería cuando sentí mis piernas temblar como gelatina.

Negué con la cabeza —¿No? —pregunto irónicamente como si supiera que en realidad si iba a contárselo.

Con eso sentí sus manos soltar cintura para luego colocarlas cerca de mis costillas y hacer cosquillas en esta zona.

Reí, fuerte. Mis carcajadas resonaron por todo el sitio.

Cuando el oxígeno dejo de llegar a mis pulmones intente respirar y hablar sin éxito —Es... esta...bien.

Con eso me soltó dándome la vuelta y dejando rodeada, tenerlo de frente me hizo sentir mariposas.

—Ella dijo que tu...

Me desperté de golpe, sentí el sudor helado recorrerme el cuerpo ¿Qué demonios le sucede?

Jane estaba frente a mi golpeando una sarta de aluminio contra una cuchara de hierro provocando un sonido chillante y horriblemente molesto para mis oídos.

Ni siquiera pude procesar el sueño que tuve hace algunos segundos cuando soltó los objetos al suelo y se abalanzo encima de mí, agradecí el que pude lanzarla a un lado con las sabanas que antes tenía encima.

Su risa se escuchó molesta en ese momento. Me frote los ojos con enojo mientras ella se sentaba de frente a mí. Me observo por un momento antes de darse cuenta.

—¿Te cortaste el cabello? —acerco su mano a mi cara y con cuidado tomo un mecho entre sus dedos. Asentí sin ganas volviendo a recostarme.

Ella hizo lo mismo —Te vez bien.

Gire los ojos —No es cierto.

—Si lo es —afirmo con voz fuerte como si fuera una orden.

—Como digas —solté con sarcasmo saliendo de la cama.

El dolor de vientre comenzó a atarme junto con unas ganas terribles de vomitar. Me puse pie dispuesta a salir después de colocarme los zapatos. Únicamente llevo una camisa que me llega por encima de las rodillas y debajo de esto solo traigo unos calzones de abuelita. No llevo sostén, no suelo usarlos en casa.

Y menos cuando estoy en mis días.

Empecé a caminar.

Como la puerta estaba abierta salí de un solo, al estar en el pasillo escuché su grito:

—Ashley no salgas porque... —demasiado tarde, lo siguiente no lo escuche.

A medio camino de la escalera lo vi, el me vio y su vista no estaba precisamente en mis ojos. Por instinto me cubrí sabiendo que esto atraería mas su atención a mis senos. Le di una mirada de muerte que entendió perfectamente porque alzo las manos dejando caer el vaso con agua que llevaba en una de ellas, inútilmente.

Se agacho intentando limpiar el desastre que había causado. Aproveche su distracción para huir del lugar.

Corrí como loca y cerré la puerta de mi habitación apoyando la espalda en ella de inmediato como si estuviera siguiéndome. Intente recuperar la respiración.

Jane tenia una sonrisa burlona en la cara.

Le lance un cojín que impacto directo en su rostro e hizo que cayera sobre su espalda sin dejar de reír, su risa fue contagiosa luego de un momento




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