El Águila Blanca En Busca De Su Destino

TIEMPOS EN FAMILIA

Días inocentes

Nace Rachel un día 29 de junio, al despertar el alba, lluvioso como cualquier 29 de junio, porque como todos saben, según cuenta la leyenda religiosa, en este día, los creyentes aseguran que llueve, porque San Juan llora. Según cuentan “San Juan le pregunta a San Pedro y San Pablo: ¿qué están celebrando?, y San Pedro, muy alegre le responde: ¡nuestros Santos! y San Juan, asombrado le responde y ¿y el mío cuándo fue? y San Pedro responde: ufff, hace rato que pasó, allí San Juan larga el llanto”, es por ello, entonces que los 29 de junio llueva a cántaros. Rachel, piensa “eso debe ser la razón por la que poco me celebraron mi cumpleaños, ¡mucha lluvia!”

Aquel día, los pájaros no cesaban de cantar anunciando el nacimiento de una niña inocente, sin saber que le esperaba, llega como hija primogénita, sin contar con un hogar estable, unos padres que no vivían juntos, porque no estaban casados, y eso fue en un tiempo en donde la sociedad juzgaba y los principios familiares eran rígidos. Sin embargo, sus padres decidieron traerla al mundo. Rachel se enfrentaba desde su nacimiento a fuertes críticas y cuestionamientos de una sociedad en el que los hijos que no venían de matrimonio, les llamaban “hijos naturales o bastardos”.

Sus padres vivieron poco tiempo juntos, el padre de Rachel fue un hombre mujeriego, de un andar inestable, por lo que su madre tuvo que volver a su casa paterna. Rachel se enfrenta a días inocentes, a vivir en la casa de su abuelo materno, a quien le debe todas sus enseñanzas en valores, en especial la honestidad, respeto y amor por el otro.

También allí viven dos de sus tías, pero es muy poco lo que recuerda de esos días inocentes, los cuales están muy guardados en su memoria en una caja con una llave perdida, la cual en algún momento aparecerá para curar en forma definitiva sus heridas y que afloren a pesar del tiempo transcurrido los recuerdos, porque son casi nulos. Y hoy busca reencontrarse con esa niña interior, para poder abrir la caja que contiene sus “días inocentes”

Viviendo a pesar de todo

Rachel, en sus inicios escolares, no fue inscrita en Kínder (denominación que se le daba al preescolar en esa época de la infancia de Rachel) fue a una escuelita, donde enseñaban lo básico leer, escribir, sumar y restar, eso le permitió entrar a primer grado a los 6 años, recuerda que su primera maestra se llamaba Elvia.

Rachel entra a la escuela de primaria, su maestra María por cuatro años seguidos, es su mejor modelo a seguir, allí conoce a sus amigas que hoy considera hermanas y recuerda con mucho cariño a pesar de no tener mucho contacto por el tren de vida que lleva cada una, en un vagón distinto, todas alzaron vuelos a sus destinos. Sus amigas en el presente: Kley, Carmela, Darlen son las amigas de la primaria que siguieron hasta la secundaria juntas, donde conocen a las otras que forman parte del clan: Betty y Arily.

Rachel recuerda muchos momentos de la escuela, allí disfrutó mucho, perteneció al equipo de voleibol y al grupo de danzas, eso lo recuerda muy bien, así como a su profesor Peter. De manera especial recuerda, el último baile de sexto grado, que fue sobre las guerras de las galaxias, la cual se estrenaba para ese entonces en el cine.

Recuerda que recibió su certificado de sexto grado, que le daba paso a entrar a secundaria, en ese tiempo se hacían graduaciones de sexto grado como las de bachillerato hoy en día. Sobre su interés por el baile, Rachel recuerda que en una Semana Santa participó en un concurso y ganó un premio de un cuadro de la Última Cena, su mamá Angelis, tuvo ese cuadro guardado por mucho tiempo.

Rachel, de su secundaria recuerda que fue muy aplicada, aunque muy temerosa y presentaba miedo escénico a las evaluaciones orales, en especial las exposiciones, pero, gracias a una profesora de Educación Artística, quien vio su potencial desde primer año, le dio no solo a ella, sino a todo el grupo tips de cómo hacer exposiciones e ir venciendo poco a poco el miedo escénico.

Les dijo en esa oportunidad, recuerda Rachel “deben ir acostumbrándose a exponer, secundaria no es igual que primaria, y ustedes en el último año debe defender su proyecto de investigación o de ciencias” ”, eso le quedó grabado y fue trabajando eso poco a poco, para tener más confianza en ella misma, reconociendo que el miedo lo podemos vencer, si tenemos seguridad de lo que estamos hablando.

Sobre ese proyecto de investigación, recuerda Rachel, que defendió en forma magistral. Por cierto, recibió mucho apoyo de su padre para hacer el experimento, su profesora preferida de biología Zaida la felicitó, hoy han mantenido contacto a pesar del tiempo, incluso Rachel adulta, la invitó a su defensa de tesis de maestría en orientación de padres. A pesar que a Rachel ya le ha tocado muchas veces hablar en público, su mejor aliado es la escritura, allí siente más libertad, las palabras fluyen como cual polvo mágico en el papel, dando forma a su pensamiento.



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En el texto hay: realidad, resiliencia, metas

Editado: 23.04.2018

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