El alfa del norte

El norte

El norte. 

No se da cuenta cuando se queda dormido, se ve caminando por arena, alza la mirada no ve mar, solo desierto, a lo lejos puede ver una pequeña construcción, en ella se encuentran personas tocando y danzando, le llama la atención ver a una chica de morena clara de cabellos castaños oscuros completamente desnuda, llega hasta cierta distancia y ve que la chica se encuentra hablando con una anciana, la mujer mayor alza la mirada directo en dirección a Jonathan. 

“Siempre serás bienvenido yori” 

“Yori? No entiendo” 

“Tu debes es cuidar de tu gente y ahora ella es tu gente”  

Se agacha lo suficiente para ver el rostro de la chica, pero no alcanza a verlo el cabello que cae en la cara, la chica estira el brazo hacia la anciana, puede ver tres lunares formando un triángulo. Un fuerte viento se hace presente rodeando a todos, Jonathan extiende el brazo izquierdo y todo a su alrededor desaparece. Abre los ojos, abre el puño y en el, rastros de arena. 

“Innik, Innik, despierta” 

“Hay café?” 

“No, algo me ha pasado, he tenido un sueño” 

“Que bueno, yo también” - se da la media vuelta para seguir durmiendo, abre los ojos- ¿Que soñaste? “ 

“El desierto y una mujer” - se inclina para mostrarle la arena en su puño-  

“Jon- Jon has tenido una premonición, ¿que más vistes?” 

“Una anciana, hombres tocando y danzando, una mujer desnuda” 

“¿Como era, que te decía?” 

“La mujer joven no dijo nada solo la vi, la asiana me llamo yori, me dijo que ella es mi gente”   

“Yori, yori, sé que escuchado esa palabra antes no recuerdo donde. Sin lugar a dudas has soñado tu futuro” 

“¿Se puede?” 

“Si hermano mío, puede que esa chica sea tu futura pareja, por eso la mujer mayor te ha dicho es tu gente”  

“De ser así ella es aún una niña” 

“No será niña para siempre ¿o sí?” 

“Supongo. Dejemos eso por la paz, vayamos a comer para seguir buscando al celta” 

Se ponen marcha bordeado la frontera entre los estados de Idaho y Nevada, recibiendo noticias del sur, los nativos de norte de México en la sierra madre occidental, pidieron salir abantes a pesar de las pedidas “humanas” les llega la noticia que el rey licántropo ha llegado a tierra Azteca e incluso se ha enfrentado a varios lobos mágicos, por alguna razón el que el rey se encuentre peleando a su lado les da una sensación de seguridad que no tenía antes a pensar de que el príncipe asesino peleaba a su lado, por órdenes de Jonathan, su omega debe ir a presentar sus respetos a el rey, siguen su camino tranquilos, cada uno pensando en diferentes cosas, Jonathan en ese sueño y en la chica, Innik en el lobo que cambia las estrellas, el rubio detiene de golpe el andar como no creyendo lo que ven, bajan de la camioneta, en los dos se puede ver el miedo en sus rostros. 

“Innik, mirada al frente” - el cielo nocturno que debe ser con la luna llena se encuentra cubierto con luces como si fueran auroras boreales-  

“Ya vi, esas luces no son de la noche, ni esas nubes” 

“Están bloqueado la luz de la luna”  

“Van a matar a nuestros amigos” 

“Y enemigos” - el celular de Jonathan suena, asombrado sin dejar de ver el cielo toma su celular - “Innik, han atacado la casa de Darío” 

“¿De quién? - colocando sus protecciones de plata-  

“La casa de Darío, el hermano del rey” 

“Espero puedan proteger al rey o va a ser peor” 

Los aullidos y los gritos de terror asustan a todos quien escuchan e incluso los hermanos Atohí, y a pesar de los gritos los dos corren al origen de las luces pidiendo a los espíritus valor, fuerza y serenidad para enfrentar al enemigo.  

“Innik...” 

“No, tú eres el alfa...” - se coloca detrás de su hermano menor- 

Rayos y truenos inundan el cielo nocturno, la mayoría de los licántropos americanos son jóvenes y la mayoría no tiene la capacidad de cambiar a voluntad solo unos cuantos, los demás dependen del ciclo lunar, los pocos que pueden cambiar cambian a lobos de cuatro patas lo hacen y solo cinco pueden cambiar a dos, Innik cambia a bipedo, Jonathan se queda como hombre. No es su manada y el alfa de ellos se encuentra ya peleando contra esas luces que los atacan así que el rubio empieza a dar órdenes con su voz de alfa, lo primero que indica es la retirada de los cuadrúpedos para que ellos protejan a las hembras y los cachorros, los de dos patas detrás de él para ayudar al alfa de la zona. 

Llegan a un acantilado el primero en dejarse caer es Jonathan, al ir cayendo es atacado por esas extrañas luces que van directo a su cuello, que gracias a sus protecciones logra caer sano y salvo, detrás de él las bestias ve como las luces de nuevo les atacan, Jonathan dispara las flechas de plata haciendo que las luces se partan por la mitad logrando que no les hagan daño, al caer todos y cerciorase que se encuentran sanos y salvo, divide el grupo en dos izquierda y derecha, él se encargará del centro, no era sorpresa el encontrarse con hombres y mujeres la mayoría menor de treinta años de edad recién cambiados, neófitos que no tiene control de su lado salvaje. 

Las luces cubren los cuerpos de esas personas provocando el cambio en ellos, su piel cae a pedazos al igual que cada pieza dental, sus músculos son cubiertos por pelo gris, marrón, cobrizo, oscuro, en otras personas se encuentran en trance, unas pieles de lobo con todo y cabeza como si tuvieran vida propia se arrastran hasta cubrir la espalda de esas personas y la piel de lobo se calza cual guante en ellos transformándolos en hombres lobos. 

Innik ataca el flanco izquierdo acompañado de unos de sus compañeros, una de las chicas lobo ataca el derecho y Jonathan no pierde el tiempo lanzando sus flechas en unos dando en el corazón haciendo que las pieles cayeran “sin vida” una luz ataca directamente al rubio, logra golpear su pierna izquierda haciéndolo sangrar, aprieta los dientes para no gritar de dolor, se sobrepone y aun con su mal caminar se une a la pelea esta vez cuerpo a cuerpo y con sus cuchillos de plata, hiriendo y matando a uno que otro “licántropo”. 




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