El alfa del norte

Elena y Jonathan

El americano se encuentra parado cabizbajo con los ojos cerrados escuchando las reprendas que Elena le está dando, cada palabra de la adolescente la siente como un golpe en la espalda, por último, siente que se hace pequeño al escuchar los daños materiales que causó, la griega se cruza de brazos esperando una respuesta, respuesta que no llega, lo único que sale de la boca del americano es “no recuerdo nada” Elena bufa y se marcha enojada, el americano piensa un par de segundos para salir detrás de ella.

_ A ver si entendí bien. Tú ¿Eres mi mamá?

_ En termino práctico si, lo soy, y ahora eres mi responsabilidad.

_Soy adulto, puedo hacerme responsable de mis actos.

_ Mis tíos son hombres muy fuertes, son alfas y excelentes peleadores y tú casi los dejas fuera de combate.

_ Soy fuerte – Infla el pecho con orgullo –

_ Aniquilaste a un cuarto de cabezas de nuestro ganado, destruiste casi en su totalidad un ala de mi casa, no te controlas, no razonas.

_ - inclina la cabeza avergonzado -_ Disculpa. Yo tengo control de mí y de mis acciones e ignoró porque los perdí.

_ Eres un recién nacido, vas a tardar cien años en aprender a conservar la conciencia, aunque para ser bípedo lo has hecho en minutos, solo los mayores de mil años dominan la técnica, es de mucha concentración y…

_ ¿¡Cien años!? No puedo tardar cien años, mi familia depende de mí.

_ Lo siento por ti, pero debes alejarte de tu familia por cien años.

_ No puedo, no debo, soy su protector.

_ Delega funciones.

_ No lo entiendes, ellos son nativos, los blancos les roban sus tierras, les quitan sus costumbres, su estilo de vida, si mi hermano se queda al frente lo pueden matar. ¡No! Debo aprender a controlarme antes de volver a casa.

_No te entiendo. ¿Cuándo debes regresar a tu casa?

_En cuando termine mis estudios, en dos años.

_Dudo que en dos años tu hombre domine al lobo.

Los jóvenes discuten mientras a la distancia son observados por Ciro, ve como Elena a pesar de su baja estatura domina por completo al americano y eso no le gusta en lo absoluto, un lobo hace eso solo cuando encuentra a su pareja, los jóvenes dejan de discutir, el americano ofrece el brazo y de mala gana Elena acepta para seguir su camino, Ciro gruñe sin dejar de ver a su sobrina inclina un poco la cabeza.

_ Él es fuerte e inteligente se discreta y mantén la distancia. -Dicho eso se queda más tranquilo y sigue con su rutina-

Centro de Londres.

Ya en una cafetería disfrutando de té y galletas.

_¿Cuantos idiomas hablas?

_Español, alemán y obviamente inglés.

_Perfecto, tienes dos años para aprender griego e italiano.

_¿Griego? ¿Por qué griego?

_Es mi idioma debes aprenderlo. Verdad es que no eres de mi manada, pero por decirlo así “me perteneces”

_Si usted lo dice. Si me disculpa debo ir a mi casa, la próxima semana debo presentarme a clases.

_¿Dejaras sola a una joven indefensa como yo? ¿Clase de caballero eres?

_ – Se pone de pie, le sonríe – _ A tres mesas una chica de cabellos blancos como la nieve y piel de porcelana la está vigilando por cómo la ve es de su manada y por cómo me ve es de las fuertes – deja sentada a Elena y va con la platinada- _ Vaya con su señora, yo debo de ir a mi casa, bonito día.

La platinada llega a la mesa de la griega ambas ven alejarse al americano _ Creí que era discreta. Pido disculpe mi error.

_No te disculpes, Jonathan es inteligente y muy intuitivo por su formación.

_No comprendo nada señorita.

_No necesitas entender Ifigenia. - se talla los ojos – _debo entrenar a este niño.

_ ¿Necesita ayuda señorita?

_Mucho pero no de ti, gracias, él es un magnífico rastreador y cazador, necesito a alguien tan fuerte como mi tío Darío.

_Un soldado. - ve como la princesa asiente y ambas quedan en silencio un par de minutos-_ ¿qué le parece Idomeneo?

_¿Él, por qué él?

_- se encoge de hombros- _ Dice que necesita a alguien fuerte, pues bien, él fue comándate en la guerra de Troya.

_ – Hace un gesto aprobatorio – _ El lobo de creta es muy fuerte, aunque su ego...

_Así son los de la realeza.

_¡Jum! No soy así. ¡Como sea! Ve por él por favor y dile que lo necesito antes de que Selene llene su faz.

_Si señora - se pone de pie – _Por favor avise a mí señor Ciro que me ha enviado por él.

_Anda ve, dile a Estrella que te de dinero y todo lo que necesitas, te veo en una semana.

Esa misma noche, departamento de Jonathan.

El americano contemplaba su cuerpo desnudo ante el espejo de cuerpo completo viendo a detalle ciertas marcas en su abdomen, marcas que no tenía pasa su mano derecha por ellas, se gira tratando de ver si tiene marcas en la espalda y es cuando el reflejo le muestra a Elena sentada en la ventana en el acto se cubre con sus manos su intimidad, la joven entra como si fuera su casa observa la habitación detenidamente al tiempo que le pasa la ropa interior. De los nervios el rubio cae al piso al perder el equilibro, la griega baja la mirada.




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