El alfa del norte

Hermano Coyote

Hermano Coyote

Había de Kino, hacienda de los Buitimea.

Omar, Elián y Robert uno de los hombres de Jonathan observa el mapa de norte américa poniendo especial atención en la zona serrana que es donde encontraron los cuerpos mutilados, los tres hombres discuten teorías e hipótesis, por fin Robert señala el norte de Utah ya que es donde se han encontrado la mayor parte de cuerpos desmembrados de sus congéneres, les muestra a ambos las imágenes de los restos, restos que idénticamente cercenados.

_Son heridas muy limpias. – dice el sonorense-

_ Hemos visto la magia de eso extraños creo que es posible que realicen esos cortes.

_- Elián se cruza de brazos sin ignorar las palabras de Robert- _Tengo conocimientos de solo dos licántropos que tiene la habilidad de usar magia uno es Wilheilm y el otro era él – señala el brazo con el tatuaje de su casa- _ Idomeneo, el lobo de creta.

_Deja que yo vaya a investigar su muerte. – La voz de Jonathan era calmada y serena-

_ El niño se encuentra bien, debemos darle tiempo lo necesita ha pasado por un “trauma”. No te preocupes él y tu hija no son pareja si es que eso te preocupa.

_Tú eres el doctor Darío. – El rey camina de un lado a otro - _ Jonathan ¿qué tan bien conoces estas tierras?

_ Más o menos bien siempre recibo ayuda de Omar o de Cristian.

_En ese caso ve a buscar a los asesinos de Idomeneo.

_Si señor.

Mientras esperan a que llegue Covala, uno de los guías, el rubio va a la playa y deja que el agua bañe sus pies no puede dejar de pensar en el aroma de Elena, recuerda el momento exacto en el que ella lo abraza es en ese momento que a su olfato llegan dos aromas uno dulce y el otro no, cerró los ojos y el dulce aroma invade su memoria y por primera vez en siglos su cuerpo reacciona al aroma de una mujer. Cae de espalda a la arena las sueves olas logran mojarlo y su semblante serio cambia a una de placer ya que el aroma invade su cuerpo.

_Quisiera saber quién está domando a tu lobo Jon-Jon.

_¡Darío! Te puedo asegurar que nadie me domado. por desgracia no he conocido a nadie especial.

_Se paciente. Ahora dime que te dijo William ya que no me quedo muy claro el mensaje.

_¡Oh si! dijo que no iba a venir y que espera al rey en Yellowstone.

_ Se que mi hermano no debe pisar suelo sagrado para los nativos, pero la ocasión lo amerita.

_- El rubio se pone de pie sin saber como el aroma dulce llega a él haciendo que caiga de rodillas, se lleva las manos a la cabeza al alzar la mirada ve aun borroso Darío en cambio puede “sentir” el aroma emanando del príncipe, Darío se acerca a él, Jonathan lo sujeta del cuello levantándose ambos de un salto y hace que los pies de Darío abandonen el suelo- _ ¡Bruja! Déjame en paz y al príncipe también.

_- La mano del rubio se cierra en el cuello de Darío, el pelinegro se balancea lo suficiente logrado dar una patada en el pecho del rubio- _ ¡Idiota! Soy yo tu príncipe.

_¡Mientes!

Dice entre dientes, sus ojos azules se tornan amarillos gruñendo feroz no duda en saltar sobre el príncipe ya cambiado en una bestia de dos patas superando los dos metros iniciando una brutal pelea.

Los miles de años de experiencia le están dando la clara ventaja a Darío, aun así, Jonathan no se da por vencido, un golpe en el abdomen hace que el rubio se doble del dolor, Darío va a dar el tiro de gracia, pero su puño es detenido haciendo que caiga al piso por la rápida detención.

Darío se incorpora decidido a atacar, pero se detiene al ver a un coyote humanoide, sorprendido regresa a su forma humano.

_¡pero que rayos?..

_Tantos años navegando entre lo real e irreal y no sabes distinguir un simple aroma – dice el coyote, se echa a la bestia a la espalda- _ Disculpa al niño, desde que mi hermano el lobo lo dejo no encuentra su norte.

_¿Y tú eres?

_-El coyote cambia a hombre, un nativo americano alto, delgado y extremadamente guapo- _ Soy amigo de Jonathan, hermano de lobo, soy Coyote.

_Eres de los espíritus ¡wow! Nunca había visto uno eres fascinante.

_¡Gracias! Me llevaré a este hombre … lobo, nos vemos príncipe – acto seguido desaparecen por arte de magia, haciendo que Darío se quede en shock-

Dentro de la mente de Jonathan.

El rubio se encuentra sentado en zaguán de su rancho baja la mirada en el suelo ve la sombra de una chica ve alzar la mirada, pero una mano en su cabeza se lo impide.

_ No soy Elena. – baja a su altura- _ debes tener paciencia Jon-Jon – su voz resuena como eco no dejando distinguir el timbre-

_¿Me conoces? ¿De dónde?

_ Aun no.

_Tu aroma me está calando hasta el alma.

_Perdóname. Nunca me vas a encontrar si no prendes a controlarte.

_ Pero, Darío y Elena tiene tu aroma eso significa que eres familia de ellos, así tarde o temprano te conoceré princesa.

_Tal vez si tal vez no, medio conoces a Darío.




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