El alfa del norte

Conectados

Conectados.

Emilia sale del trance, se lleva las manos a la cabeza, sale corriendo al baño más cercano a vomitar, sale del baño y entre cierra los ojos por la foto sensibilidad.

_¡ Auch! – cocha contra el pecho de Darío - _ Perdón no lo vi papá Darío.

_ ¿Migraña?

_ Si papá, eso de dormir antes de tiempo no es lo mío. – se recarga en su tío - _ Necesito un café con refresco de cola y un par de aspirinas.

_ Esa combinación no es buena para una niña como tú. Ve a tu habitación, te llevaré un analgésico potente.

_ Si tío, gracias.

Darío en su habitación hace las anotaciones correspondientes al tiempo que su móvil suena avisando que llegaron mensajes. Veinte minutos después, Darío entra a la habitación de la chica con una jeringa ya preparada, la administrada directo a la vena.

_ ¿Es “María Juana”?

_ No, no es marihuana, es simplemente Ketorolaco.

_ ¡Que chiste!

_Hija tu madre sofría de migrañas muy fuertes por su horario de trabajo lo sabes había fines de semana que trabajaba más de treinta seis horas seguidas.

_ Lo recuerdo bien.

_Lo extraño en ti es que no trabajas, no es normal que te duela así la cabeza, tampoco usas lentes.

_ Tío llevo meses que me da mucho sueño de la nada, obvio me duermo y cuando despierto me duele la cabeza.

_Por lo regular que sueñas – se sienta a su lado –

_A veces solo oscuridad, a veces un bosque – se deja caer en la cama-_ El factor común es el riachuelo por donde siempre camino y el lobo.

_¿Qué lobo?

_Un lobo cafecito no es un lobo adulto tampoco un cachorro es como si fuera un lobo adolescente.

_¿Desde cuándo lo sueñas? Ese lobo ¿tiene nombre?

_No – se acomoda de tal manera que abraza a su tío- _ Solo es mi lobito, no quiero que nada malo le pase.

_Hija, tu madre sofría de migrañas muy fuertes por su horario de trabajo lo sabes había fines de semana que trabajaba más de treinta seis horas seguidas.

_ Lo recuerdo bien.

_Lo extraño en ti es que no trabajas, no es normal que te duela así la cabeza, tampoco usas lentes.

_ Tío llevo meses que me da mucho sueño de la nada, obvio me duermo y cuando despierto me duele la cabeza.

_Por lo regular que sueñas – se sienta a su lado –

_A veces solo oscuridad, a veces un bosque – se deja caer en la cama-_ El factor común es el riachuelo por donde siempre camino y el lobo.

_¿Qué lobo?

_Un lobo cafecito no es un lobo adulto tampoco un cachorro es como si fuera un lobo adolescente.

_¿Desde cuándo lo sueñas? Ese lobo ¿tiene nombre?

_No – se acomoda de tal manera que abraza a su tío- _ Solo es mi lobito, no quiero que nada malo le pase. Tío quiero dormir.

_Adelante, trata de no soñar. - espera a que ella duerma para enviar la conversación a su nuera-

La Apolonia en el jardín de su casa clava su vista en una flor amarilla concentrándose en Emilia, sus pupilas se dilatan y es cuando empieza a ver a una adolescente de catorce años corriendo descalza por un charco detrás de ella el lobo café que ella describe, Pita da un paso atrás al ver a una descomunal bestia, se va de paso tratando de atacar a la chica y al lobo y es cuando ve cambiar al lobo café en humano, un adolescente de hermosos ojos azules, su cabello rubio ligeramente largo y justo cuando la bestia los a atacar el joven en segundos cambia a adulto da un paso y cambia a un feroz bípedo.

_Ya entendí, pero ¿por qué a los dos los veo adolescentes? Entiendo a Emilia, pero ¿por qué Jonathan es un jovencito? La única explicación es que son el uno para el otro – se lleva las manos a la cabeza, cae de rodillas al piso, el dolor de cabeza y cuerpo no la dejan ver de nuevo, cae por completo al piso, se coloca en posición fetal – - Un hombre castaño claro casi rubio de ojos azules la levanta en brazos- _ ¡Talio! No debes estar aquí, no puedes.

_¡Shhh! Trata de calmarte esa visión te hizo daño. No te preocupes señora mía no hare nada más que cuidar de ti.

_Se que lo harás, cuidaras bien de mi después de todo eres un príncipe. Son mis pensamientos y deseo que no me permiten estar a tu lado a pesar del lazo.

_- Detiene su andar, ve los ojos verdes de la mujer le dedica una cálida sonrisa- _ Tengo más de mil años esperando por ti, puedo esperar mil más – baja la cabeza en señal de sumisión-

_Déjame libérate, mereces ser feliz con una mujer – no termina de hablar ya que los labios de Talio la callan con un beso, y ella sigue el beso hasta que ella misma lo finaliza-

_ No quiero a nadie más a mi lado, cuando decidas dejar los hábitos acudiré a tu llamado.

_ - Se acurruca en él- _ Es egoísta de mi parte decirte amor mío cuando no puedo dejar que entres a mi lecho.

_No necesito entrar a tu lecho si ya estoy en tu corazón. Ahora dime ¿Qué has visto que te puso tan mal?




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