El alfa del norte

Agua y desierto

Agua y desierto
La oscuridad es tal que Jonathan no ve mas alla de sus narices, olfatea el aire sin percibir aroma alguno, toca lo que su pies pisan, se estremese por lo frio del agua, se lleva los dedos mojados a su nariz despues a su boca, no hay sabor , no hay olor “agua” dice para el en voz alta, cierra los ojos intentando visualizar un camino o cualquier cosa que le indique por donde ir, al no escuchar ni sentir nada sigue su camino.
En esa inmensa oscuridad ha perdido la nocion del tiempo, no es hasta que escucha el sosollo de un llanto y la voz de Emilia que apresura su paso incluso corre para llegar hasta donde se encuentra la adolescente.
El llanto y el sosollo desaparecen por tal motivo detiene su andar, al no escuchar nada no sabe hacia donde correr. De la desperacion que siente deja caer los brazos a su costado notando que no lleva ropa, se toca el pecho puede sentir su vello corporal, y es cuando siente su corazon palpitar asi como su propio calor.
_Estoy vivo.
Busca a tientas algo en que poder recargarse, camina sin pensar hasta dar con un muro, da las gracias, se recarga en el para descanzar un poco antes de seguir buscando el origen de la voz.
Cierra los ojos y sus recuerdos son tan vividos que parece que viajo al pasado, ve, escucha y toca a la rubia mujer que en el pasado fue su esposa asi como a los pequenos que fueron sus hijos. Se ve asi mismo, vestido con su ropa de banquero, como es recibido por su esposa y como sus hijos lo reciben en casa. No puede evitar sentir nostalgia por algo que paso hace mas de dos siglos.
Estira su mano tratando de acariciar a su esposa, sin embargo al alcanzarla se desvanece y en su lugar aparece Emilia, la chica con su mirada perdida y su palida piel, su rostro no expresa emocion alguna, Jonathan baja la mirada hace un gesto de extranes al ver que Emilia se encuentra parada en un charco de agua limpia.
_Emilia – pasa su manos por enfrente de los ojos de ella y siquiera parpadea- _Estas muerta? Por que no me respondes?
Un fuerte sonido hace que el se cobra los oidos, de nuevo todo queda en total oscuridad, recobra la compostura se coloca en cuclillas cuando ve huellas de pies pequenos, las huellas son de un color blanco brillante.
_Jonathan!
_Si! Aqui estoy – gira en su mismo eje- _ EMILIAAAA!
Va a reiniciar su andar pero las huellas desaparecen para aperecer de nuevo arriba de el, da un paso y de nuevo el agua moja sus pies, y gracias al brillo de las huellas puede seguirlas viendo el reflejo en el agua.
Siente que a caminado mucho y de nuevo busca en donde recargarse al no encontrar nada se sienta en la fria agua. Siente el cansancio de dias, las heridas de su cuerpo aunque cerradas siguen frescas y los dolores fantasmas llegan a el haciendo que gruna y grite de dolor.
Se calma, se pone de pie, se tiene que llevar las manos a los ojos por el destello de luz, cuando su vista se imponen a la luz ve el campamento de su familia adoptive, los nativos del sur de USA.
Su madre le sonrie, el la quiere abrazar, pero ella se aleja a cada paso que el da, ella coloca las manos al frente deteniendo el andar del rubio y le senala el camino que apesar de dia puede ver las huellas brillar.
_No debes detener tu andar hijo mio.
_Siquiera se a donde voy, ni porque.
_ Vas a ir a donde tengas que ir y llegando a tu destino sabras el porque.
_Madre tus metaforas siempre me han hecho que me duela la cabeza. Madre…
El campamento desaparece con todos a su alredor debajo de sus pies brota el agua esta vez su cause es mas rapido y va aumentando su velocidad a como va avansando y creciendo, Jonathan tiene que correr casi a toda velocidad para que el agua no borre el brillo de las huellas.
No detiene su andar hasta llegar aun rio, a lo lejos puede ver a Emilia siendo arrastrada por la corriente, no la piensa, se mete al agua empezando a nadar, agradece que va con la corriente y no encontra, sin embargo es trapado por una corriente submarina.
El agua forma un remolino hacienda caer al Jonathan en el. Minutos mas tarde el cuerpo es escupido a tierra firme, trata de reponerse, pero su cuerpo necesita descansar y casi en el acto se queda dormido.
La tierra desaparece hacienda que el caiga en un hoyo negro que parece no tener fin, al finalizar la caida siente como su cuerpo de nuevo es maltratado, no quiere ponerse de pie, pero el calor de la superficie ya quema su piel, se levanta ve todo a su alrededor.
_ Es el desierto. No es el desierto de mi casa, no es Utah.
El sonido de una musica de nuevo le animan a seguir caminando, camina unos cuantos kilometros ve algo ondear, se apresura a llegar a esa bandera que no es otra cosa que una sabana resgada. Conciente de su desnudes cubre su cuerpo con ese pedaso de tela.
El sonido de la musica se hace familiar, pero no es la que toca su familia adotiva, au nasi se encamina a ella. Puede escuchar el grito de Emilia, es un grito desgarrador, se da la media Vuelta para ir a buscarla sin embargo la arena sube por su piernas evitando su movilizacion.
_Sueltame…dejame en paz debo ir con ella.
“Quieres morir a su lado?”
_ Tal vez si, sin ella no soy nada ni nadie.
“Vas a morir”
_No me importa, si ella se va me quedare solo.
“Saida sin duda te espera con los brazos abiertos”
_A ella no la quiero.
“Entonces ve”
La arena lo suelta se echa en corrida, corre por varios minutos hasta que divisa una enramada.
_Son Mayos? Son Mayos! Emilia desiende de ellos.
Se apresura a llegar a la enramada, pero por mas que corre siente que no Avanza.
El sol está en lo más alto de un cielo despejado en verano el ilumina un paraje desértico sahuaros, cactus, nopales, arañas, escorpiones, liebres, conejos, borregos cimarrones, unos pies descalzos no paran de caminar sin saber a dónde ir.
El cabello castaño de Emilia se mece con el poco viento del desierto, su cara ya tiene signo de quemaduras por el sol poco le importa el sudor de su ropa, ropa que le empieza a molestar a tal grado que va desprendiéndose de sus prendas hasta quedar en ropa interior, usa su blusa se la coloca en la cabeza para tratar de mitigar un poco los rayos del sol. Llega hasta un gran sahuaro, se sienta a su sombra, jadeante lame de ambos brazos su salado sudor, se siente demasiado cansada está consciente que no puede recargar la espalda, sus pesados párpados van cediendo ante su cansancio cae en un profundo sueño. Un sonido entra en los dormidos odios de Emilia haciendo que despierte por completo, tambores, flautas llegaban a ella, se pone de pie, se coloca su blusa, sigue el sonido hasta llegar a su origen para cuando llega se escuchan cánticos al tiempo que sonidos hechos por bules, tenabaris y coyolis llega hasta cierta distancia ve la enramada, ve a músicos y a los yoremes yeye, se encamina un poco más llega a cierta distancia para ver mejor la danza del venado, a su lado llega una anciana.
_*Usi tutuli . – ofrece un vaso de agua-
_*Yori – se señala- castilla por favor. – agradece el agua y bebe-
_Y sin embargo eres de los nuestros.
_Nunca me he considerado. Estaba en Atenas ¿Cómo llegué aquí al desierto?
_El alma viaja a donde pertenece y tú eres de esta tierra, tierra caliente, no de aquellas tierras lejanas.
_Ya no más.
_Debes estar donde tus ancestros.
_Tendré nuevos.
_Podrás cambiar de nombre, pero de sangre jamás aquí perteneces, con tu gente.
_Se que traigo sangre de ustedes, pero también de otro lado de tierras muy lejanas y allá quiero estar no aquí, discúlpame. – la chica reinicia su andar sin saber a dónde ir-
_Emilia! – la chica voltea hacia donde su nombre es nombrado viendo a Jonarhan- _ Emiliaaaa!
_Jonathan!!!
La anciana toma las manos de la chica, la arena comienza a cubrir a la adolescente recorre todo su cuerpo la cubre completamente, de la nada la arena deja el cuerpo de ella, cae en cuatro respirando entrecortadamente, alza la mirada ante ella estaba parado Jonathan, reconoce esa espalda.
_Es mía. – dice con voz ronca al tiempo que la levanta en brazos –
_No pertenece a donde la quieres llevar.
_- De espaldas a la anciana-_ El lugar de ella está a mi lado desde el día de ayer cuando murio, usted lo sabe.
_Aquí ella siempre será bienvenida… por lo que veo tú también yori.
_Gracias, se lo haré saber. Por lo pronto no quiero que la molesten, ella vendrá a su debido tiempo.
_ Cuando sera eso si ella ya murio?
_-Jonathan no detiene su andar- _ No lo se. Emilia debe continuar con su viaje. – baja la mirada ve como ella se acurruca en el - _ Emili debes continuar con tu viaje.
_No quiero, quiero estar con mi ma.
_ - En el rostro de Jonathan se dibuja un sonrisa triste- _ Emilia, abre los ojo y voleta a verme.
_No quiero. – esconde el rostro en el pecho de el- _ Tengo miedo.
_ Yo tambien, pero es un viaje que debes hacer sola.
_ A donde?
_Con tu madre o conmigo.
_Me perdonaras si me quedo con mi ma?
_ Claro que si. Anda debes continuar, sigue el camino del agua y escoge el correcto, lo que decidas lo aceptare.
_- Abre los ojos y al ver al rubio sonrie feliz- _ Gracias Jon-Jon eres un gran amigo.
_ Lo se, anda ve.
Una especie de tormenta de arena surge de la nada desapareciendo todo a su alrededor incluyendo Emilia.
Dario despierta por el sonido que hace Jonathan al despertar, de inmediato acude a auxiliarlo, el rubio da cuenta que su mano sujeta fuerte la de Emilia.
_ Su viaje aun no finaliza – voltea a ver al griego- _ Extraña tanto a su madre que creo que no va abrir los ojos una vez mas. – suelta el agarre- _ Aceptare el camino que ella escoja. Dario…
_ Dime.
_ Si ella no abre los ojos para mañana me puedes matar.
_ Es una descion apresurada, se que su Muerte te va a dejar vacio y sin alma, pero creeme todo pasa, no te quites la posibilidad de volver.
_Amar? – deja a la chica, la cubre con la manta- _ No mas, ya perdi a una familia, pude tener una vida dentro de lo normal con ella. Solo matame por favor.
_ Otras vez no por favor.
_ Como?
_ Ya mis manos estan llenas de sangre Licaon, no quiero tu sangre en mis manos, eres como mi sobrino yo ya no quiero mas sangre Licaon en mis manos, sufiente con la sangre de mis hijos que … sufiente sangre las de mis hijo. – Dario da unos pasos a la Ventana- _ Te doy mi palabra cumplir tu ultimo deseo.
_Gracias. Dario, que significa que tu tienes sangre Liacon en tus manos.
_ Tu atencion a Emilia, aun podemos salvarla, llamala ganale a Mi Secu, que no se lleve a mi pequeña, Elian no lo va a soportar.
El rubio deja el tema por la paz e inicia a llamarla por su nombre esperando tenga alguna reaccion positive, Dario se sienta viendo hacia afuera, sus lagrimas caen mojando su manos, las ve, cierra sus puños.
_ Perdoname Jonathan, pero no puedo matar a otro Licaon ya mate a dos de mis hijos.




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