El alfa del norte

Vueltas de la vida

Vueltas de la vida
Es medio día la villa se encuentra ya en paz cada quien hacienda sus tareas, a pesar de que fue atacada varias familias de licántropos han llegado a solicitar refugio, el cual Darío ofrece no sin antes dar las advertencias correspondientes, muchas familias aceptaron ya que no tenían lugar a donde ir otras decidieron ir a otros refugios sabían que la villa no era segura.
Darío junto a Elena contabilizaban a los refugiados, Jonathan ayudaba contabilizando a los niños sin dejar de pensar en sus propios problemas. Extraños ruidos llaman la atención de varios incluyendo al americano. Parvadas/ bandada de diferentes pájaros se dejan ver oscureciendo el cielo arriba de la villa, Darío olfatea el viento, transforma momentáneamente su cara aúlla, el aullido se va replicando por toda la ciudad de Atenas haciendo que varios entre hombres y mujeres acudan al llamado del menor.
Por ser pleno día no pueden subir a las discretas murallas para defenderse así que los que están dentro esperan desde tierra y en los techos. La parvada se fracciona una de esas fracciones cae en picada casi al llegar al piso realizan unas piruetas simulando un tornado esparciendo una densa niebla, los licántropos que se pueden transformar lo hacen, los que no desenfundan espadas, mosquetes, dagas, látigos, lanzas, mazos, algunos se montan en lo más alto que pueden preparan ballesta.
Jonathan no espera la orden de Darío para lleva a los licántropos jóvenes a los refugios.
_Rápido, rápido, todos dentro. Los más grandes protejan a los chiquillos.
_ ¿Y yo? – Emilia se queda sin poder moverse del miedo-
_Debes entrar eres un cachorro.
_Si, si, Y que vas hacer tu Jon-Jon.
_ Desde luego defender. He tu! Cierra la puerta, que nadie salga y no la abras, Darío, Elena y yo sabes como abrir desde afuera.
_Si señor – el adoleces ente con sus manos temblorosas acepta las armas que el americano le da-
Jonathan baja la mirada, no puede dejar de ver a Emilia, a sus ojos es un frágil Cordero, se acerca y le da un beso en la frente.
_Si no regreso ...– la mano de la morena calla la boca de él, pero él la retira- _ Habla con Innik, mi rancho es tuyo y mis pozos petroleros. – vuelve a dar un beso en la frente de la chica y sale del refugio-
_ Lo buscare.
_Michael cuida bien de los chicos.
_- El británico asienta y se coloca enfrente de la puerta esperando cualquier eventualidad- _ Emilia ve con los otros.
La pesada puerta de plata se cierra detrás del rubio, no hay tiempo para el cambio ni para las protecciones recorre el pasillo al salir ya ve cuerpos de amigos sin vida, toma el mosquete de uno de los caídos, mal lo toma y es atacado,defiendo y respondiendo el ataque.
Lo superan en número sabe que lleva las de perder, pero aun así su defensa es buena, el manejo del mosquete digno de la guardia francesa, da muerte a varios y varios lo hieren haciendo que retroceda, para él cada pasa hacia atrás es una derrota.
En su faz no hay dolor hay preocupación por los cachorros, es el mayor sabe que si cae él caen los chicos. Sin embargos sus heridas son demasiadas ya su camisa que es de color azul cielo está empapada de sangre propia y ajena.
Gracias a un milagro Jonathan no ha caído ante sus atacantes, pero poco le falta, ya sus piernas no pueden su uno noventa y seis, su vista se nubla por los golpes que ha recibido y por la sangre en su rostro, una estocada en la cintura es la que lo hace trastabillar buscando en que sostener sin encontrar apoyo, un zarpazo en sus piernas es lo que lo hacen caer de espaldas que gracias a la puerta de plata no cae hasta el piso.
El fuerte golpe de la puerta hace que los niños dentro griten de miedo, Emilia abraza Michael, el británico no corresponde el abrazo por empuñar con ambas manos su espada, en respuesta del abrazo le sonríe a la mexicana ofreciendo seguridad. Otro golpe a la puerta y Michael retira a Emilia, ella entiende se va al fondo del refugio con los demás niños.
La vista de Jonathan es casi nula, pero su olfato esta intacto, reconoce a las personas delante de el, Saida y Rosenda. Rosenda da muerte a los últimos atacantes, Saida ayuda a poner de pie a Jonathan.
_Saida ¿qué haces aquí?
_Salvando tu pálido trasero, Innik me envió a cuidar de ti.
_ - Una cabeza rueda a los pies de Saida- _ Se apuran – Rosenda limpiando sus manos llenas de sangre-
Michael se tensa por el ruido al abrirse la puerta relaja la postura al ver al americano y las mujeres suspira y baja la guardia. Saida acuesta a Jonathan en el piso retira la camisa, se asusta al ver las múltiples heridas.
_¡ Maldita sea! No traigo mis remedios, hay que llevarlo a la enfermería.
_-Emilia que se encuentra detrás de Jonathan da un paso al frente, pero el británico la detiene- _ Hay que ayudar a Jon- Jon – quiere hacer a un lado a Michael, pero él no se deja mover-
_Sera mejor no movernos hasta que todo se calme. – Rosenda con la oreja pegada la puerta- _ Aun hay ruido.
_ Puede morir – el tono de voz de Saida es de preocupación-
_ Es inmortal y la plata no es mucha. Que resista.
Emilia logra zafarse de Michael, se sienta a la cabeza de Jonathan colocando la cabeza de el en sus piernas. Saida con la misma camisa rasgada del americano cubre las heridas que ella considera las mas importantes. La mano derecha de Jonathan es sostenida por Emilia, el rubio no puede dejar de ver a la Mexicana.
_ Cierra los ojos, te vamos a cuidar Jon-Jon. Hola, ¿ Eres hermana de Jonathan?
_ ¿Hermana? ¿ Me veo como su hermana?
_- se encoje de hombros- _ Creí que eras de su familia adoptiva.
_ Era su novia hasta que el decidió otra cosa.
_ ¡ Haa! – baja la mirada al rubio - _¿ Va estar bien?
_ Supongo.
El ataque dio fin, la enfermería que se encontraba en el sótano no se daba abasto, los heridos al por mayor incluso Darío se encontraba inconsciente siendo cuidado por su hija Lucrecia.
Estrella la madre de los Licaón es quien dirige a los no heridos en auxiliar a las sanadoras, el vampiro Cy observa atento la escena, Ramsés ya se encuentra ayudando a Estrella mientras que Dédalo ve curioso la piel de lobo de uno de los atacantes.
_Interesante. – dice sin dejar de ver la piel el mayor de los Lilin-
_Dédalo explícame como es que un antiguo enemigo nuestro que se supone tu mismo me llevaste su cabeza ha atacado a nuestros amigos en plena luz del día.
_No lo sé.
_ No lo sabes y te dices llamar general de las legiones oscuras.
_ - Dédalo baja un poco su mirada- _ Y lo soy, pero no olvidemos quien fue el discípulo de Lucifer.
_ Y tú lo fuiste de Gabriel – no se deja intimidar por su hermano mayor- _ Tienes veinticuatro horas para dar con los perpetradores de los Licaón.
_ Si señor. – le hace reverencia a su hermano menor-
_ ¿ Adonde va lo has enviado? ¿Voy contigo!
_- Dédalo besa en los labios a Ramsés- _ Debo ir a hacer una tarea que el rey me ha encomendado por lo tanto no puedo llevarte.
_ - Asienta- _ Por favor cuida de ti.
_- Cy toma la mano de Ramsés- _ No te preocupes mi hermano siempre regresa.
Cy ordena a Ramsés continuar con la ayuda, mientras el va con Darío. Saida llega con Jonathan a la enfermería siendo ella misma quien comienza a curarlo. Michael y Emilia se quedan con los cachorros en el sótano.
Horas mas tarde ya cuando es de noche Darío despierta sintiendo su brazo demasiado pesado, se da cuenta que es la cabeza de su hija que da ese peso, sonríe para el mismo, le agrada que ella saliera de su “confinamiento”, pasa su mano por la cabeza, la llama por su nombre varias veces hasta que ella despierta. Pide amablemente lo deja solo con Cy.
Ya solos Cy corta ligeramente su muñeca da de beber al menor, bebe tan solo un aproximado de cinco mililitros, cierra los ojos del mareo, en segundos sus heridas se cierran por completo, su vitalidad y fuerza inundan su cuerpo una vez mas.
_ ¿Por que tú y no Dédalo? El siempre me da de su sangre.
_Lo di una encomienda. Darío, témenos que hablar.
Ya entrada la noche Emilia busca a Jonathan en la enfermería, se sorprende al encontrarlo siendo atendido por Saida, la observa de pies a cabeza, llega ante el gringo.
_Si quiere puede ir a descansar y de una vez que la revisen los doctores, yo cuidare de Jonathan.
_¿ Como te atreves a decirme que hacer? ¡ Insolente!
_ - Jonathan alza la mano derecha deteniendo el ataque de Saida- _ Ella tiene razón, anda ve. No te preocupes por mi, Emilia me cuidara bien.
_-Saida obedece al alfa yendo a regañadientes con las sanadoras - _ Es muy enojona tu exnovia.
_ ¿Mi que?
_ Tu ex, ella me dijo que es tu ex novia. Es bonita ¿ Por qué terminaron?
_ Nunca fue mi novia, al menos no formal… cosas de adultos, además mi lazo se formo contigo…
_¿ Tenias sexo con ella?
_ Si – miente- _ En fin . ¿ Te encuentras bien?
_Michael me cuido bien es como un caballero de la mesa redonda.
_Así son los de . Ve con Elena por favor. – Emilia obedece en el momento al verla alejarse golpea la cama- _¿ Por que la tuve que cambiar? ¡ Ella era mía!
_-Emilia cabizbaja pensando en todo en nada alza un poco la vista para encontrarse con Saida, la observa- _ Si es bonita…mmm es mas alta que yo, mas vieja, mucho mas bonita, es buena para él.
La mexicana deja la enfermería va caminando por la inmensa casa viendo las paredes manchadas de sangre, su andar es lento como no queriendo llegar a donde debe ir.
_- Detiene su andar se lleva las manos al pecho- _ Algo me duele y no se que es – se da un masaje en el lado Izquierdo, incluso siente que no puede respirar- _ ¿Qué me pasa?
Se recarga en la pared más cercana se lleva ambas manos al pecho, echa la cabeza hacia atrás hiperventilando, se lleva las manos a la cabeza, siente que algo dentro de ella se rompe como si la quebraran un hueso el dolor es tan insoportable que grita hasta que se desmaya.
_ No debiste decir que fui tu novio.
_ - De espalda al rubio - _ Que delicado.
_ Tuve que decir que si.
_Eso si me interesa ¿ Por qué has dicho eso?
_ - se acomoda en la cama- _ La cambié. – se lleva la mano izquierda al hombro derecho por el dolor -_ Estaba muriendo, lamí sus heridas por tal motivo la cambié, Emilia es licántropo.
_ Significa que ya no es tu pareja.
_ Aún no lo sé, ella a mí olfato ha cambiado, aunque mi aroma es dulce a ella, la hice vomitar eso significa que no me ha aceptado como su pareja, más bien como su padre.
_ Tus sentimientos han cambiado, tu amor también. ¡ Eres libre!
_ No he dicho que te acepto.
_ Tampoco me has negado. – le toma la mano libre - _ debemos regresar a casa, allá te puedes terminar de sanar, yo cuidare de ti, soy buena sanadora.
_ ¿ A casa? ¿ Y dejar sola a Emilia?
_ No está sola, está con su familia, arriba está su tío, su hermana, y por lo que he escuchado Elián ya llegó a Petra.
_ Recemos para que todo finalicé a nuestro favor y poder tener un futuro.
_ Hablaré con Darío para partir a casa.
_ Por favor – suspira - _ volvamos a casa. Saida, tiene es razón ,Emilia se quedará con su familia, Darío es como su padre, Elián ama a esa niña no necesita otro padre.
_ Has decidido lo mejor. Emilia es una princesa deberá llevar formación adecuada, protocolos que nosotros no sabemos.
_ Lo sé, no pertenezco a la realeza. Saida.
_ ¿ Si?
_ Gracias por salvar mi pálido trasero – le da un beso en el dorso de la mano - _ por favor prepara nuestro regreso a casa.




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