El alfa del norte

Propuesta

Los implicados se olvidan del problema llamado Darío, Ciro sigue en lo suyo buscando a su hermano menor, Elián y Secundina regresan felices por su nuevo bebé.

Cierta tarde Elián ve a sus sobrinos yendo y viendo incluso Delfina se veía cómplice, curioso el mayor se pone en plan de espía, vio pasar a Fernando con una enorme caja de cartón, Jonathan sorprende al mayor espiando.

_Elián es de mala educación espiar.

_Es mi casa tengo derecha a saber que sucede.

_Estamos organizando todo para pedir en matrimonio a Emilia.

_¿ Y para eso tanto alboroto?

_¡Claro! Hace más de trecientos años que no me caso, usted quiere algo formal y en presencia de todos así que si, debo hacer mucho alboroto.

_¿Ya tienes el anillo?

_Si, ya fue fácil, Elena me ayudo con eso.

_¿Alguna joya familiar?

_¿He? No, no, es algo completamente nuevo. - alza la mirada al cielo- _cuando entere a mi esposa y a mis hijos entere a Evans también.

_Creas o no te entiendo. ¿Enterraste a Evans?

_Si, hijo de un banquero, baquero también así que permaneceré con mi apellido Atohí, Evans lo usare en ocasiones especiales.

_Evans o Atohí no te quita quién eres ¿y quién eres? Eres a pesar de tus errores un buen chico, supiste guiar a un pueblo al que no pertenecías, los has respetado y aprendiste de ellos.

_Hice lo que pude, ya no más.

_Jonathan no te excluyas de tu gente.

_Excuse me?

_- Le señala el camino- _ Aquel que decía no quererte vino a limpiar tu nombre, dio la cara por ti, ese par de ancianos que te acogieron dan la cara por ti, refugio, amor, eso solo lo hacen los padres.

_No sé qué decir.

_Naciste como un Evans, sin duda hay que dar gracias por eso, pero ya eres todo un Atohí, no dejes a tu familia.

_Emilia y nuestra descendencia serán mi familia.

_ Soy muy viejo – sin dejar de ver el camino- _ El recuerdo de mi madre es casi nulo, Estrella me la recuerda cada que tiene oportunidad. Tú al igual que yo tenemos la dicha de contar con una madre no y tú tienes un padre, no los dejes solos.

_Ya entiendo.

_ Puede que ya no seas el alfa del norte, pero no dejas de ser alfa y de ser importante en el norte, usa eso a tu favor.

_Si señor.

_Ahora quiero ver loque han estado haciendo.

_A Emilia le gusta el jardín de las estatuas, estamos decorando en ese lugar le quiero hacer la propuesta de matrimonio.

_¿Puedo ver el anillo?

_ Se encuentra en mi habitación, pero traigo fotografía - le muestra las fotos en el celular-

_¡Verde! ¿Por qué verde?

_Ella me dijo que le gustaba el verde ¿No te gusta?

_No importa que no me guste, es a ella a quién debe gustarle.

_ Yo digo que es bonito – doble aro de oro blanco un aro liso en el medio una discreta esmeralda incrustada rodeada de pequeños diamantes, el otro aro mitad liso mitad con óvalos y tres esmeraldas del mismo tamaño del aro-

_¿Cuándo va a ser el evento?

_Hoy en la noche después de la cena.

Jonathan lleva a Elián hasta el jardín el mayor se sorprende ver a Talio y Fernando ayudando con la decoración, limpia y ordenada, ya con un camino de luces, un arco de flores y con un letrero iluminado “Te quieres casar conmigo”

_Jonathan, creo que esto es cursi.

_Tal vez, pero fue lo que ella le dijo a Elena, que quería algo romántico y cursi.

_Estas hijas mías – niega con la cabeza- _ Cuando se lo proponen dan mucha guerra juntas. Bueno debo irme hay que debo llevar a mi esposa a comprar el vestido para la ocasión.

Ese día Elena entretuvo demás a Emilia, no dejo que viera a Jonathan ni un solo momento e incluso la sacó de la casa con el pretexto de que fueron invitadas a una fiesta de gala en Múnich y deberían comprar elegantes vestidos Lucrecia y Estefanía las hijas de Darío se unen a ellas.

Elena toma a su prima mayor la jala a ella y le dice la verdad de la salida y por qué deben comprar ropa linda, Lucrecia se emociona y casi grita de la alegria cuando le dice que ella va a ser madrina de boda.

_No es oficial, pero ya me dijo.

_¿Cómo sabes?

_Bueno, llevo días interrogándola, como favor a Jon-Jon entre ellas le pregunte si se casaba quienes serian sus madrinas y ella sin dudarlo dijo “obvio tú, Lucrecia y Estefanía”

_¿Ya le va a pedir matrimonio?

_¡Si! Hoy en la noche.

_Que suerte tiene Emilia, recién nacida y ya con pareja.

_Jon- Jon se enamoró de ella solo con su aroma.

_- Las dos observan como Emilia carga en brazos al pequeña- _ El americano es guapo.

_Si lo es. Lucrecia deberías darte otra oportunidad, regresa a casa con nosotros, ya no estes sola prima.

_ Me lo estoy pensando, ver a Emilia feliz, a Talio ... mi hermano si va a irse con Delfina.

_Ojalá. Mi primo se lo merece y tú también.

_Y hablando de eso ¿Cómo vas con el alemán?

_Nos estamos tratando antes de marcarnos.

_¡Elena, Lucrecia! ¡Ya encontré el vestido perfecto!

Las tres emocionadas empiezan a probarse diferentes vestidos, Lucrecia es la encargada de elegir el vestido para su hermanita.

Elena se compró un vestido la parte de arriba color camel en corte bandeja con flores negras a los hombros, de falda larga vaporosa color negro con sandalias en tiras con tacón de diez centímetros. Es vestido de Lucrecia la parte de arriba cuello halter de encaje bordado con cristales color hueso y la falda larga color beige es alta así que sus zapatos son de un discreto tacón de cinco centímetros, a Estefanía le escogieron un vestido de cuello cuadrado con mangas bombachas, azul con mucho vuelo y con flores del mismo color en la orilla.

La cena ocurre con tranquilidad, Emilia no sospecha nada, Secundina hace de todo para que su rostro no la delate, se encuentra demasiado contenta por ver a su hija feliz y saber que no le toco la misma suerte que a ella y que encontró a un compañero que la ama y la protege, internamente da gracias a el universo por la buena suerte de su hija.




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