El alfa en mis manos

Capítulo Tres

Al día siguiente yo ya estaba en NLCorp, llamé muchas veces al celular de Bruno pero él no me respondió a ninguna llamada, empecé a preocuparme, no era normal que él no se reportara o que no contestara a las llamadas, tenía un mal presentimiento que se apoderó de mí, así que decidí ir a su apartamento, tal vez estaba enfermo y no quería que yo me preocupara, pero eso lo descarté de inmediato ya que él, el día anterior se veía bastante bien. Llegué a su apartamento y nadie me abrió, bajé hacia mí coche para sacar la llave de repuesto que tenía del apartamento de Bruno, cuando abrí la puerta sentí que mi corazón se rompió en mil pedazos, estaba Bruno ahí, tirado en el suelo, su cuerpo mostraba señales de haber sido torturado, fui de inmediato a checar su pulso, aún respiraba, decidí llevarlo al hospital lo más pronto posible.

Pero yo no podía cargarlo sola, le pedí a uno de sus vecinos que me ayudara, él accedió y tan pronto llegamos al hospital corrí a llamar a las enfermeras, ellas y los doctores salieron a auxiliar a Bruno...

Yo me quedé en la sala de espera, no me iría de ahí hasta estar segura de que mi prometido estaría bien. Tomé mi celular y llamé a mi secretaria, le dije que cancelara todas las citas que tuviera pendientes para ese día, ya que no podría atender a nadie.

Llamé también a los padres de Bruno para avisarles de lo que había sucedido.

Y luego llamé a mi midre, necesitaba un abrazo de ella, yo sabía perfectamente quien le había hecho esa monstruosidad a Bruno...

Le habían dado una dura paliza, un poco más y me lo mataban.

Mi madre llegó primero, al verla corrí a sus brazos, lloré mucho, estaba realmente asustada pero no se lo podía decir a mi madre.

El dr. D’ Angelo un reconocido doctor que es apreciado por su gran trabajo y transparencia en lo que hace, salió de la habitación donde se encontraba Bruno, nos dijo que mi prometido estaba vivo de milagro, lo habían herido con un cuchillo casi cerca del corazón. El doctor se veía preocupado por la situación de Bruno, pidió permiso para retirarse y se marchó.

Mi madre me acompañó por un buen rato, luego de unos treinta minutos llegaron los padres de Bruno, estaban angustiados, (todos lo estábamos), y al verme se me acercaron, yo me levante y abracé a la Alessia, yo aún tenía lágrimas en los ojos, ella me dió palmaditas en la espalda mientras me decía al oido que todo estaría bien, que Bruno es una persona fuerte, y en eso tenía razón.

El doctor luego nos dijo que Bruno había reaccionado, yo pasé a verlo y él confirmó lo que yo pensaba, quien le había dado la paliza fue Santoro.

Yo insistí con denunciarlo pero las autoridades son corruptas y no, Bruno insistió con que lo dejáramos así...

Luego de un par de días Bruno salió del hospital, necesitaba tomar reposo así que fui su enfermera en sus días de recuperación.

Cuando ya se mejoró, él volvió a la empresa a trabajar.

Pero nuestros problemas no terminaban ahí, cosas aún peores nos iban a pasar...

Como no pudimos hacer la celebración de la boda por lo que había pasado con Bruno, nos casamos despues de tres días de haber salido del hospital, la vida junto a él era hermosa, cada día que pasaba me enamoraba más de él.

Una noche nos encontramos en casa ya era de noche, estábamos por acostarnos a dormir, y en eso ambos oímos como forzaban las puertas de nuestra casa, nos angustiamos mucho, era Santoro y su gente, nos tenían rodeados en nuestra propia casa.




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