20 de Marzo...
Después de terminar una junta de trabajo, se habia desarrollado en el restaurante familiar, iva de salida buscando mi teléfono, cuando trómpese con una persona.
-Lo lamento.
Dijo una voz, una voz que yo conocía demasiado bien y con esa simple palabra mi mundo se paralizo en ese instante, esa voz ronca e imponente, solo podía ser él, levante la mira y lo vi, esos ojos negros que fueron mi perdición, con perfectos lentes, barba recortada perfectamente, y cada cabello en su lugar, vestido con traje de trespiezas, zapatos bien lustrados.
Mis ojos se encontraron con los suyos, y una sonrisa de surgió de sus labios.
-Vane, dijo el, hace cuando no escuchaba ese diminutivo, porque él era la única persona en el mundo que me llama así.
Y ese simpe diminutivo formo un caos en mis emociones y mil cosas que pasaron por mi mente y de mis labios solo pudo salir, un simple.
-Hola…