El amor del alfa

Capítulo 20

En la mañana siguiente

Freya: sabia perfectamente que la vida a tu lado seria maravillosa. El amor verdadero puede demostrarse de muchas maneras y necesito darte las gracias por esperar siempre por mí.

Axel: como no hacerlo si tu eres mi felicidad. Nada más que ahora debemos de levantarnos, porque nos iremos hacer un largo viaje.

Freya: recuerda que tienes demasiadas responsabilidades y no debemos de tardar mucho tiempo. Además, en tu manada siempre necesitaran a su alfa.

Axel: ahora que eres mi esposa es nuestra. Solamente que mi hermosa luna desempeñara bien su papel y yo me sentiré orgulloso de que seas mi pareja eterna.

Freya: estas seguro de que tomaste la mejor decisión en hacerlo. Porque no podía evitar ver cómo me veían los invitados a pesar de que sabían disimular su desagrado por mí.

Axel: así que eso fue lo que paso y le pediré a mi padre que arregle cuenta con ellos. Estoy seguro de que lo harán con mucho gusto y sobre todo de esa manera lograron respetar a mi madre.

Freya: por esa razón todos le temen a tu padre. El hizo respetar a su luna, eso precisamente pasara conmigo también, si se atreven a volver hacerlo y no te dije esto para que te molestaras.

Axel: como no voy a estarlo y esa es una terrible falta de respeto hacia a ti. Entonces dejare que mi padre se encargue de esto y si lo hago yo no voy a poder controlarme.

Ella es la primera que se levanta de su cama y lo primero que hace es irse al baño. Porque necesitaba bañarse, ella cuando se estaba bañando recordaba los momentos que había vivido con su esposo y no podía evitar sonrojarse. Freya tiempo después sale y cuando lo hace se empieza a cambiar de ropa y el solo la observaba, eso significaba que el ya estaba listo y únicamente la estaba esperando, pero ella lo ve acercarse a través del espejo

Freya: me imagino que ya tienes tiempo de que terminaste. Solamente que la vida de casados es diferente a cuando éramos novios y ahora si me tendrás en tu vida para siempre.

Axel: estoy encantado con ese hecho. Además, en el mundo no existirá nadie que diga todo lo contrario y eso también se lo debemos a la unión de nuestras almas.

Freya: seguramente con eso te refieres a lo que paso entre nosotros ayer en la noche. Nada más te pido que no lo menciones cuando estemos delante de los demás.

Axel: está bien, mi hermosa luna. Ellos no se enterarán y tratare de ser más prudente con mis sentimientos, solo que algunas veces se me olvida que estamos acompañados.

Freya: ahora lo único que me hace falta para terminar de arreglarme es peinarme y ponerme mis zapatos, pero si quieres te puedes ir adelantando.

Axel: prefiero esperarme y no tengo ninguna prisa por dejarte sola. Porque compartimos el mismo destino y mi deber de esposo es acompañarte.

Freya: eres demasiado sincero conmigo y lo único que siento por ti es este hermoso sentimiento que no cambiara. Aunque pase el tiempo.

Axel: mi amor por ti siempre será de esa manera. Algunas veces necesitaremos sentirlo y me gustaría que me dejaras ayudarte a peinar.

Ella le dice que si podía y toma el peine del tocador para poder hacerlo. Axel le empieza a desenredar su cabello y ella se hace una trenza, Freya se levanta de su asiento y busca sus zapatos hasta que lo encuentra y se lo empieza a poner, el a ver que al fin estaba lista toma su mano y salen de su recámara para bajar a desayunar al comedor y cuando llegan toman asiento

Freya: el día de ayer fue el comienzo de nuestro día de casados. Solamente que me siento diferente, pero a la vez me siento feliz al amarte como lo hago.

Axel: nunca debes de olvidar que yo te amo mucho más y el amor que siempre te profesare jamás cambiara. Esto únicamente te lo digo para que lo entiendas.

Freya: prometo siempre escucharte ya que necesito creeré en ti, así que te pido exactamente lo mismo. Me gustaría darte un beso y no puedo hacerlo, porque necesitamos desayunar.

Axel: no estaría nada mal que me lo dieras, ya que estamos solos sin la compañía de absolutamente nadie que pueda llegar a interrumpirnos.

Freya: antes nos teníamos que saber medir en la presencia de nuestras familias y otra vez lamento mucho eso. Nada más que para que estuvieras juntos necesitábamos seguir las reglas.

Axel: esas reglas eran demasiados absurdas. Porque de todos modos íbamos a estar juntos y tu padre no lo entendió en el momento hasta que se dio cuenta de que mi amor era sincero.

Freya: el seguramente se quería asegurar de que me amabas y no fue fácil entregar a su única hija en matrimonio. Además, me imagino que te comportaras de la misma manera cuando nuestra futura hija se case.

Axel: nadie se la llevara así porque sí. Aunque tenga que sobreprotegerla igual como lo hice con mi hermana y en este momento entiendo a mi padre.




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