LOGAN
Nunca en mi vida había sido participe de tantas desgracias, ya sea que me pasarán a mi o qué le pasan a alguien cerca de mi, pero para mi sorpresa en estos 2 días que recién regreso a la vida universitaria soy el protagonista de un momento estúpido y soy espectador de un mal momento de una chica que estuvo presente en ambos accidentes y de cierto modo fue protagonista de ambos.
Realmente no se como paso y tampoco tengo una explicación lógica de lo que acaba de suceder —aunque debería haber una—, solo se que apenas hace un minuto estábamos charlando como personas civilizadas y luego ella tenía algo en la cabeza y salió corriendo al baño.
—¿En serio, Mackenzie? —preguntó desconcertado.
—Maldita sea, lo siento. Logan, juro que alguien me empujó y por eso paso esto, sabes que sería incapaz de hacerle algo así a una chica a menos que sea la bruja de ya sabes quién.
Mi loca amiga trata de mantener la calma, toma asiento a mi lado mientras yo veo como Cole va en busca de su amiga y como Ethan regresa a nuestra mesa con dos bebidas.
—Pido una explicación de lo que acaba de suceder, no fue gracioso—dice mirando mal a Mack.
—De nuevo, juro que fue un accidente y repito que no se como paso, solo se que mi helado termino en su cabello, pero era eso o yo terminar sin dientes y en el suelo y los tres sabemos que sale más barato lavar el cabello que dientes nuevos —explica Mack y deja caer su teléfono en la mesa.
Volteo en busca de Romina y para mi sorpresa veo a una pelinegra apunto de sentarse con sus amigas, mientras se ríen y ven a mi amiga.
—No quiero sonar paranoico o algo así, pero ahora mismo esta Martina con sus amigas riendo y volteando para acá —informo tratando de no ser tan obvio de que la estoy mirando.
Martina Johnson, ella es una chica muy hermosa, preciosa de los pies a la cabeza, pero lo que tiene de linda por fuera lo tiene de horrible por dentro, es arrogante y solo se acerco a Mack para que Ethan fuera su novio y digamos que mientras ella estaba saliendo en citas con Ethan, me coqueteaba a mi, luego pasaron algunas cosas —nada que ver conmigo— y al final solo difundió rumores falsos de Mackenzie y sigue teniéndole rencor por lo que paso.
Se que Mackenzie intentara ir a confrontarla o más bien tratar de asesinarla, pero para nuestra suerte solo la mira mal, los tres permanecemos en silencio y solo esperamos a que Romina y Cole regresen. En serio desearía que ella no se fuera, no tiene porque sentirse mal, bueno si, pero no lo se, solo estaría bien si se quedará.
—Saben, no puedo quedarme aquí como imbécil esperando que la chica regrese o se vaya, debo ir a hablar con ella —sin esperar respuesta Mack se marcha para buscar a Romina.
—Vaya, oye Logan —me habla—tengo dos teorías —menciona emocionado.
—¿De que diablos estas hablando? —pregunto confundido. Por favor que no salga con una estupidez.
—Sabes que soy un guapo hombre rodeado de suerte y como soy así no me había topado con alguien que tuviera mala suerte —se ríe —, creo que Romina tiene una maldición o algo así, también puede ser que alguien le hizo un muñeco vudú, quizá Martina lo hizo.
A veces me pregunto si mis amigos son estúpidos o se hacen, no puedo creer que me junto con ellos, dios, quizá soy igual a ellos.
Lo miro tratando de averiguar si lo dice en serio o solo esta bromeando, Ethan espera una respuesta y yo solo me puedo reír de la idiotez que acaba de decir.
—Si que estuviste pensando en eso y no lo se, ¿no se te ocurrió que solo estuvo en el momento y lugar equivocado?
—Si lo quieres ver desde la perspectiva aburrida y de un ser sin gracia, si, puede ser eso —bufa molesto —aunque, sigo pensando que todo pasa por algo, quizá sea el amor de mi vida y yo no lo sepa.
Él es imposible.
—Si como no, el universo de seguro te mando como premio por ser el más tonto, a una chica —me burló.
—Bueno, Logan, si tienes envidia, piensa que también puede que sea el amor de tu vida.
Antes de que logre responderle, nuestros amigos se acercan a la mesa, Romina trae puesta la chaqueta de Cole y viene con el cabello mojado. Al parecer Mackenzie y ella se llevaron bien, estaban riendo.
—Nos tenemos que ir,—comenta Mack—de nuevo lamento mucho lo que paso, para la siguiente tú puedes tirarme lo que quieras en el cabello.
—No es necesario que se vayan, ni siquiera hablamos tanto —Intervino Cole.
Yo no entiendo quien se va, o por qué alguien se debe ir si ya todo esta arreglado, quiero decir, ¿No se supone que las cosas se arreglan con un buen plan para comer? Todos amiguitos, felices, esas cosas.
—¿Dijiste “nos tenemos que ir”? ¿Quiénes abarcan el “nos”? —Pregunta Ethan, por eso somos hermanos.
—Nosotros tres tenemos que irnos, así que levántese y caminen, alguien nos espera —ordena.
Como no tenemos otra opción, más bien, si queremos seguir vivos, nos levantamos y despedimos de Cole y Romina, hubiera deseado hablar un poco más, pero tal vez nos volveremos a encontrar.
La persona que nos esperaba era Max junto a una pizza en nuestro departamento, al parecer estaba demasiado indignado de no haber sido invitado a comer comida mexicana —su favorita—, por lo que Mackenzie dijo que pasaríamos la tarde juntos como los viejos tiempos.
Claramente así fue, pasamos la tarde comiendo comida chatarra y jugando juegos en la PlayStation 5, Mackenzie se enfado por perder y comenzó a cantar una canción sobre la PS5 que al parecer existe.
Todo parecía ser como cuando teníamos 15 años y yo visitaba la ciudad, siempre estábamos juntos, Max, Ethan y yo. Los tres nos conocíamos desde niños, pero a Mackenzie la conocimos a los 16 años, era una chica capaz de partirte la cara si por alguna razón ensuciabas sus vestidos, de hecho así fue como la conocimos, los tres jugábamos al soccer en el patio de la casa de Max, yo le iba a pasar el balón a Ethan, pero no tuve buena puntería y termino golpeando a Mack, ella al ver su vestido rosa lleno de lodo, tomo el balón, lo pateo y me golpeo en la cabeza. Desde ese día se convirtió en mi mejor amiga y los cuatro fuimos inseparables.