Valeria
—Ah, Alexander perdón me olvide de ti
—No te preocupes linda
—¿Como conseguiste mi número?
—Con tu mejor amiga lo conseguí
—Oh, bueno — dije incómoda, no me gusta que desconocidos consigan mi número, ya hablaré con Emma
—¿Tienes planes hoy?
—No
—¿Quieres ir a un restaurante?
—¿Es una cita?
—Es sólo para conocernos más. Yo no tengo citas con nadie
—Eh, bueno, acepto salir a un restaurante contigo
—Un auto pasará por ti en media hora
—Si está bien
Finalizó la llamada y fui arreglarme para estar lista.
Pasó la media hora y llegó un ferrari negro, era ¡Precioso! Brillaba y estaba impecable, Alexander si tiene Buenos gustos.
Llegué al restaurante, cuando entre me quedé en shock, era un restaurante elegante, sólo para gente con clase alta. Me acerque a la mesa donde estaba Alexander, el se veía ¡Guaposimo! Con traje negro hecho a su medida impecable y sus ¡Ojos! Esos ojos me mataban.
—Hola Alexander
Me sonrió
—Bonito lugar
—Gracias, es mi restaurante
—¿Tu restaurante? —pregunte asombrada
—Si, lo compré hace un par de años
Me quedé boquiabierta, aunque me era de esperar, un hombre como el puede comprar el mundo entero si quiere
—¿Que deseas pedir preciosa?
—No se que pedir, hay muchas cosas
—Te pediré algo que te va a encantar
—Gracias Alexander
Alexander me pidió un filete de res a la parrilla, Mi comida favorita, cuando me pusieron enfrente el plato me quedé pensativa, ¿Como sabe muchas cosas el de mi? Lo acabó de conocer ayer.
—Alexander
—Dime preciosa
—¿Como sabes muchas cosas de mi? ¿Porque me dices "preciosa" "princesa"? Nos conocimos ayer y, Eh, no estoy acostumbrada a que una persona nueva me diga así o este enterado de que me gusta o no.
Se quedó callado, dije un montón de cosas que ni yo sabría analizar rápidamente
Se quedó un largo tiempo en un silencio tan incómodo
—Alexander disculpame, simplemente pensé en voz alta — nuestras miradas se encontraron — Disculpame, iré al baño un momento
Me fui corriendo al baño, no podía creer lo que le había dicho, y si exagere bastante, me veía al espejo, las mejillas las tenía Rojas de vergüenza.
Tome un largo tiempo en el baño hasta que por fin me arme de valor para volver a la mesa. Estaba acercando me a la mesa cuando vi a una chica rubia sentada en las piernas de Alexander, ¿Que mierda? Sentía como mis mejillas se ponían Rojas y no de vergüenza. No sabía que hacer, opción una, llegar como si nada y sentarme, opción dos, escaparme por donde sea. Y claro escogí la opción una, si hice mal.
Llegué a la mesa y me senté en silencio, el Acariciaba la pierna de la chica rubia, me incomodaba mucho.
—¿Quien es ella Alexander? —dijo la rubia
—Ella es valeria
—Ella será tu nuevo juguete por el que me cambiaras? — dijo en una forma de asco
—¿Perdon? — enojada
—¿Que? Vas a negar que te acuestas con Alexander
—¿Que mierda? Yo no me acuesto con Alexander
—Querida eso dicen muchas ¿no es así Alexander?
Alexander se quedó callado
Golpee la mesa con fuerza, me di la vuelta para irme cuando...
—Lo siento Alexander, por arruinar tu cita con tu amante
Me di la vuelta y fui en dirección a ella
—Yo no soy su amante
—Lo seguirás negando?
Estaba furiosa y sin darme cuenta la cachete, me importa poco armar un escándalo
—¿Que te pasa maldita?
—Estúpida —me di la vuelta y fui a buscar un taxi.
Un taxi se estaciono, me subí y me fui a mi casa frustrada, ¿Como puede decir que soy la amante de el? Sabía que aceptar una "invitación" de venir al restaurante con un hombre que conocí ayer sería una mal idea.
. . .
Me levante y fui directo al baño a ducharme para olvidar la noche terrible que pase anoche.
Termine de ducharme, me arregle y fui a desayunar. Estaba desayunando cuando vi mi celular con bastantes mensajes de Alexander
Alexander: Valeria disculpame por lo sucedido de ayer
Pensé en lo que sucedió ayer, sobre lo que decía la rubia de que yo era su amante, creí encontrar respuestas de porque me decía "preciosa" "princesa", y esa respuesta puede ser de que quiera algo más que amistad y claro yo no hiba a acceder a su juego. Deje su mensaje en visto, ¿Quien se cree esa rubia?
Vi pelis para relajarme y olvidar lo que sucedió, y si lo olvide por muchas horas. Mis padres habían salido de viaje así que había quedado sola en casa, aún así sabian todo, lo que pasó ayer con Alexander y lo de la discoteca.
Llamaron a la puerta, no me quería levantar del sofá pero seguían insistiendo para que abriera. Fui y abri la puerta, y si el estaba ahí en la puerta