⸸22⸸ Cóctel [Parte 5]

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Madison

Levanté la mirada y vi a Fermina bajar de un auto, ella al verme en el piso se me acercó y comenzó a interrogarme.

—Estaba buscando a mi padre pero descubrí varias cosas. —dije mientras me levantaba y me limpiaba unos rastros de tierra que tenía en la ropa.

—Entremos. —dijo Fermina mientras habría la escotilla para entrar a su "casa" — ¿Cómo les va? les traje una pequeña sorpresa —entonces ella me miró y me dijo — Entra querida

Yo entré y mi padre quedó con la boca abierta al verme. Nadie habló por unos tres minutos que parecieron tres horas. Todos nos sentamos en la mesa que estaba cerca de la entrada y entonces Alba empezó a preparar té.

—Madison ¿cómo conoces a estas mujeres? —me preguntó mi padre.

—Eso te tengo que preguntar yo a ti.

—Solo dímelo.

— La señora Fermina es madre de nuestra suprema y la señora Alba al parecer está jugando al 'Twister Hot' contigo.

—¿Por qué dices eso?

— Los acabo de ver y al parecer no es el único secreto que tienen. —Alba nos pusó el té en la mesa y yo continué — Engañas a mi madre con esta arrastrada —señalé a Alba.

— Hija... 

—Solo dime que ocultan para saber si le digo a mamá hoy esto o dentro de una semana... —lo interrumpí

— Tu querido padre y Alba mataron al consejo, además son el motivo del accidente que tuvieron hace unos días los Zeltas —dijo Fermina sin remordimiento alguno.

—Oiga ¿qué le pasa? —le dijo mi padre.

— Dios mío Martín, ellas se iban a dar cuenta en cualquier momento —se dirigió Fermina a mi padre — Alguien se lo iba a decir o sola se iba a enterar.

— ¿Y ese era su plan? —respondí ante lo que me dijeron — Que simplemente al matar a la fuerza mayor todo se iba a acabar. Gente se planea algo mejor, hubieran atacado a los líderes terrenales que son Aurora y el otro que no me sé su nombre.

—¿Y cómo haríamos eso? —añadió Alba. 

En ese momento me sentí iluminada de sabiduría e ideé el plan perfecto.

—Tengo una idea pero debemos decirle todo eso a Maritza y Cassandra. 

— Me niego —dijo Martín 

— A ti ya ni te necesitamos. —le dijo Fermina — Habla niña.

—Fingir que nos rendimos ante la guerra y cuando nos reunamos envenenamos a Aurora y el tipo otro. 

— ¿Crees qué estamos así de loc... ?

— Es algo arriesgado pero podría funcionar —interrumpió Alba a mi padre. 

— Bueno aceptamos — dijo Fermina y comenzamos a planear todo para hacerlo.

Primero llamaron a Maritza y le dijimos casi todo a excepción de la muerte del consejo y ella aceptó nuestra idea. Ella llegó unos veinte minutos más tarde y empezamos a soltar varias ideas. Después de un tiempo llegaron Esther, Rachel, Cassandra, Arturo, Aurelio para acabar el plan.

Nosotros sabíamos que corríamos un riesgo al hacer todo esto pero era la mejor opción que teníamos. Todos era arriesgado y posiblemente no termine bien.

Amaneció y repasamos el plan para que después de una hora nos pusimos a realizar el plan.

Maritza

Todos estabamos preparados para realizar lo acordado. Esther se va con Martín y Rachel a informar a todos en nuestro campamento lo que se hará. Entonces yo me subí a mi con Arturo y Cassandra para dirigirnos al campamento de Budús y Zeltas mientras los demás se quedaron para realizar pociones.

En el camino repasamos lo que haríamos y después no dijimos nada. Cuando nos acercabamos Aurora salió conuna pistola y yo frené.

—¿Qué quieren por aquí? —me preguntó Aurora y yo me bajé del auto

—Escuchame Aurora, todos en el campamento tomamos la descición de rendirnos y dejar la guerra de lado. Tanto tú como yo hemos perdido a varios alumnos y para detener esto es mejor parar. 

— ¿Entonces sólo se rendirán?

—Es lo mejor que podemos hacer 

Aurora lo reflexionó unos minutos y luego habló.

—Bueno debido a que quieren hacer esto de manera pacífica estan todos invitados a mi ceremonía para asumir la supremacía.

—Está bien Aurora, sólo te pediré dirigir con justicia y honestidad. — Me metí al auto y se me de ahí.

En el camino comenzamos a hablar otra vez.

— De verdad no estoy segura de esto —dije un poco apenada.

— Aunque te arrepientas ya no hay vuelta atras —me respondió Arturo.

— Tenemos que seguir con todo esto. —dijo Cassandra.

Cuando volvímos a la casa de Fermina ya iban cinco litros de cada poción de los diez que necesitabamos. A penas llegamos, todos comezamos a ayudar a realizar más pociones con ayuda de diferentes personas que llegaban de nuestro campamento. Todos trabajamos sin descanzo hasta que el reloj marcó las cuatro de la tarde en punto y teníamos quince litros de pocion de veneno, quince litros de pocion de lentitud, quince litros de pocion de antisensorial, quince litros de pocion de desintegración y quince litros de pocion de congelamiento.

Entonces llegó la parte que posiblemente nos mate o termine totalmente bien. 

Todas las personas que contaban con poderes telekinéticos levantaron los envases de cada uno y los llevaron hasta donde se encontraba un tanque de setenta y cinco litros para ahí comenzar a verter las pociones. Luego de mezclar todo en el tanque las pociones tomaron un color blanquecino y amarillento que parecía algún tipo de licor.

Todo iba bien pero... ¿Sus efectos eran los correctos?

—Alguien tiene que beberse una copa de esto para saber si sus efectos funcionan. —tragué saliva — Quien acepté será revivido por mí. 

Pasaron unos segundos y entonces un chico se acercó al centro y habló.

—Me ofresco a beberlo —el era Héctor, el chico al que salvó Rachel y le sangrba la nariz.

—Bueno —tomé una copa, la llené de la poción y se la entregué — Toma niño.

Él no lo dudó y se bebió la copa de un solo trago.