Prólogo

A veces, el amor llega tarde.
O demasiado pronto.
O justo cuando ya no deberías sentir nada en absoluto.

Yo no pertenezco al mundo de los vivos.

Mi existencia no tiene calendario ni estaciones. No hay cumpleaños ni relojes aquí. Solo un lugar suspendido entre lo que fue... y lo que jamás será otra vez.

Soy un Archivero.
Recojo memorias.
Las últimas.

Cuando un alma está por irse, alguien como yo aparece. No en persona. No con palabras. Solo con silencio. Me convierto en un espejo donde se refleja lo último que quieren recordar: un beso, una risa, una pérdida, un "te amo" que nunca dijeron.

Yo guardo todo eso.
Y luego los dejo partir.

No me apego a nadie. No debo hacerlo. Es una regla silenciosa entre los de mi especie. Nos llaman recolectores, susurradores, sombras. Pero yo sé lo que soy: el final. La despedida.

Nadie se enamora del final.

Hasta que llegó él.
Hasta que llegó Taehyung.

Todo comenzó con un error.
Eso fue lo que me dijeron.

Una memoria activada antes de tiempo. Un acceso anticipado al alma de alguien que aún no debía morir.

Al principio pensé que sería solo eso: un error. Una falla en el sistema que pronto sería corregida.
Pero entonces lo vi.

Vi sus ojos en una sala vacía, mirando un lienzo inacabado.
Escuché su voz murmurando una melodía rota.
Sentí el dolor de su pecho, escondido detrás de una sonrisa que los demás llamaban arte.

Y supe que no podía dejarlo ir.

No era su momento, pero algo lo estaba llamando desde este lado.
Y yo... yo estaba escuchando.

Desde entonces, no pude soltarlo.
No pude cerrar los ojos sin buscar sus recuerdos.
No pude archivar a otros sin preguntarme si él seguiría vivo cuando despertara.

Porque por primera vez, un alma me habló antes de morir.

Y yo, Jeon Jungkook, el archivero invisible,
empecé a amar a alguien que aún respiraba.

Aunque sabía que cada segundo lo acercaba más a mí.
Y que cuando llegara por completo...
ya no habría nada más que guardar.

Esta no es una historia sobre cómo evitar la muerte.
Es una historia sobre lo que elegimos recordar cuando ya no podemos volver atrás.

Y yo elegí recordarlo a él.