El Archivero de Almas

4

El día comenzó con un susurro.

Taehyung se despertó sintiendo que había olvidado algo importante.
No un objeto.
Una sensación.

Como cuando uno sabe que alguien lo abrazó en un sueño… y no puede recordar el rostro.

Llevaba noches sin descansar bien.
Los médicos seguían sin respuestas.
Sus análisis salían "bien", pero su cuerpo decía otra cosa.
Como si algo invisible lo estuviera deshilando por dentro.

Aun así, salió.
Tenía que ir a comprar nuevos pinceles.
Los suyos ya no respondían como antes, como si también estuvieran cansados de su tristeza.

Caminó por las calles del centro sin rumbo fijo, escondido tras un gorro de lana y unos lentes opacos.
Era una de esas tardes grises donde todo parece desvanecerse un poco más rápido.

Y entonces, sin buscarlo, lo sintió.

Un escalofrío.

No de frío.
De presencia.

Levantó la vista.
Y lo vio.

_________

Jungkook también estaba allí.

En el mundo real.
Había cruzado.

No sabía cómo.
No sabía por qué.
Solo que, tras días de revisar recuerdos prohibidos, de sostener frascos llenos de pedazos de alma, algo dentro del umbral lo empujó hacia afuera.

Estaba en una esquina, quieto, rodeado de gente que no lo veía.
Solo Taehyung.

Y por un segundo, solo uno, sus miradas se cruzaron.

Nada se dijo.
No hubo gritos, ni música, ni revelaciones.

Solo miradas.

La de Taehyung, atónita.
Como si hubiese encontrado algo que había perdido… sin saber que lo había tenido.

La de Jungkook, quebrada.
Como si cada recuerdo que había visto cobrara forma en carne, en voz, en posibilidad.

Un segundo.
Y el mundo siguió.

La gente caminó entre ellos.
El momento se disolvió como tinta en agua.

Y cuando Taehyung parpadeó…
él ya no estaba.

—¿Te conozco…? —susurró al vacío.

Pero el vacío no respondió.

Solo una ráfaga de viento frío que olía a pinturas viejas y a algo más…
a despedida.

Esa noche, Taehyung no pintó.

Se quedó en el suelo de su estudio, con las luces apagadas, mirando el techo.
Recordando unos ojos que no sabía que conocía.
Sintiendo un dolor que no entendía por qué era tan real.

Y por primera vez, se dijo en voz alta:

—Estoy soñando contigo… despierto.

_____________

En el umbral, Jungkook cayó de rodillas.

No sabía cómo había cruzado.
Ni cuánto tiempo tendría antes de que el sistema lo detectara.

Pero supo una cosa con certeza:

Taehyung lo había visto.
Y no lo había olvidado.

Eso, en su mundo, era milagro.

Sostenía entre sus dedos el frasco más nuevo.

"Memoria compartida #005 — Archivo 5031."

Dentro, solo una imagen:
el instante en que Taehyung lo reconoció sin saber su nombre.

Y por primera vez en su existencia, Jungkook quiso ser parte de algo.
No solo un testigo.

Quiso ser el recuerdo que se queda.
No el que se va.



#174 en Ciencia ficción
#475 en Fanfic

En el texto hay: tristeza, romance, emocional

Editado: 12.08.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.