“Cuerpo y Alma”

Preexistimos como seres exaltados por proceder, hacer, resolver, prevenir. Siempre estamos intentando planear alguna cosa o concluir otra, y hasta llegar a descubrir una tercera. No hay nada equívoco en ello; a fin de cuentas, así es como construimos y volteamos la hoja del futuro. Forma parte de la experiencia de la vida.
Parar de vez en cuando, tranquilizar el cuerpo etéreo, perpetuarse en el silencio ante el universo.
Sentarse, relajar el cuerpo y el alma. Sin exigir, sin especular, solo agradecer por las cosas que poseemos. Simplemente vivir el amor silencioso que nos envuelve. En esos instantes, algunos suspiros imprevistos y lágrimas, que no son de alegría ni de tristeza, pueden brotar.
No te asombres. Es un obsequio. Esas lágrimas están lavando tu alma.