33°Ya puedes dejar de fingir. Pt2

Mis recuerdos de April desde que la vi en la puerta de la casa de mis abuelos con un pastel en las manos, se basan en infinidades de veces en las que la vi sonreír. Cada vez que me miraba podía ver un brillo en sus ojos, y su risa me aceleraba el pulso. Después de Jess nunca me imaginé que volvería a sentir algo por alguien, y entonces apareció la chica pelinegra de sonrisa perfecta y el carisma de una altruista.

Todo eso se fue a la mierda cuando me mostró su verdadera cara, rompiendo la poca felicidad que quedaba dentro de mi.

— Tira el cuchillo y pon las manos en la cabeza — ordena Jackson sin dejar de apuntarle a su hermano mayor

— ¿Como has estado Jackie? — habla Jonathan ignorando la demanda del agente

— Dejemos la reunión fraternal para cuando estés tras las rejas — le dice en tono de burla y Jonathan ríe — Tengo un arma y tu no, eso me da ventaja, así que haz lo que ordeno— insiste molesto — Tira el cuchillo y manos... — Su demanda queda a medias a causa del cuchillo que tenía Jonathan en sus manos y ahora yace en el hombro de Jackson haciéndolo caer — imbecil — suelta queja desde el suelo, de reojo veo como Octubre y Octavia lo socorran haciendo presión en la herida.

— No me hagas perder más de mi tiempo — se enoja — Ven conmigo

— El no irá a ningún lado y mucho menos contigo  — una voz femenina se hace presente a mi espalda, aun no veo quien es pero la expresión de Jonathan me da una pista provocando que mi cuerpo se tense al instante. La mujer que llegó se agacha con Jackson y después de planta a mi derecha, pero ahora con el arma que hace unos instantes tenía el hombre que está herido en el suelo. — Le di la espalda una vez, y no lo volveré a hacer

— Evangeline... — sonríe el psicópata que esta enfrente saboreando el nombre de la mujer que está a mi lado y a la que me niego mirar. De reojo noto como empuña el arma con más fuerza cuando Jonathan da un paso al frente queriendo llegar a ella.

— Si das un paso más, juro por dios que te disparo — su amenaza hace que el se ría.

— Jamás fuiste capaz de nada — le suelta con veneno y Evangeline le suelta el primer disparo que termina en su brazo derecho provocando que se tambalee, no por el disparo, por la sorpresa de ver que si fue capaz de hacerlo.

— Por mi hijo haré lo que sea — gruñe molesta y por primera vez Volteo a verla. Su cabello es negro y lacio, lo lleva semi recogido con una pinza, aún no veo bien sus ojos porque no deja de observar al hombre al que le acaba de disparar.

— ¡Eric cuidado! — advierte mi hermana y noto que a mi izquierda April se apresura hacia mi con el mismo cuchillo que tenía Jonathan en sus manos pero es interceptada por Octubre que se le lanza encima forcejeando con ella intentado quitarle el cuchillo.

— ¡Ya basta maldita demente! — Octubre le planta una cachetada y logra quitarle el cuchillo lanzándose lejos de ella y de Jonathan. April trata de safarse pero solo logra que Octubre la sujete con más fuerza contra el suelo. — Pasé el tiempo suficiente en las calles Black Hollow como para aprender a defenderme, así que deja de retorcerte como gusano porque no vas a salir de aquí a menos que tengas un par de esposas en las manos.

— Da otro paso y el próximo disparo terminará en tu cabeza — habla Evangeline obligándome a apartar la vista de las dos chicas en el suelo para concentrarme en el hombre con expresión de depredador a punto de atacar.

— No eres una Asesina. — la desafía

— Siempre hay una primera vez. — vuelve a disparar pero el es más rápido y logra evadir el disparo yéndose encima de Evangeline. — ¡Sueltame bastardo! — forcejea y otro disparo sale obligándonos a todos a cubrirnos la cabeza.

— Te mataré como debí haberlo hecho hace años — brama quitandole la pistola a la mujer que mantiene en el suelo. Sujeta su cuello con las manos apretando con fuerza. Sino hago algo la va a matar, y después hará lo mismo con mis amigos.

Con los ojos ubico el arma de fuego que lanzó lejos y me apresuro por ella, jamás en mi vida he usado una, pero como puedo la sujeto y llevo mi dedo al gatillo dispuesto a disparar si es necesario. Jonathan desvía la atención hacia mi y sonríe cuando me ve con el arma en las manos.

— Hazlo — me dice sin soltar a la mujer que pelea por sus vida — mátalos a todos y vuelve a ser el hijo que me arrebataron.  — me pide pero sacudo la cabeza siendo consciente de lo que estoy a punto de hacer — ¡¡Hazlo!! — grita.

Respiro y lo miro a los ojos. — Yo jamás seré tu hijo — aprieto el gatillo del arma y la bala sale disparada contra el pecho de Jonathan haciendo que suelte a Evangeline y se lleve las manos al pecho en donde brota sangre.

— ¡Maldito hijo de perra! — gruñe Evangeline con furia dándole un golpe en la cabeza a Jonathan con un tubo que no se de donde saco. El tubo cae al suelo segundos después del cuerpo de Jonathan.

Varias sirenas de policía se escuchan desde afuera y con ese sonido caigo a la realidad. <<Le disparé a alguien>>, tomo una bocanada de aire y dejo caer el arma al mismo tiempo que mis rodillas chocan contra el piso en medio de un colapso emocional. Tantas cosas, tantas mentiras, engaños, muertes, traiciones, tanta mierda me tiene al límite. Lo único que quiero es...

— ¿Estas bien? — en medio de mi crisis no fui consciente de en que momento Evangeline se arrodillo frente a mi. 
Mis ojos se enfocan en los suyos y... 
La abrazo. No se porque, pero lo hago. Ella corresponde y siento como su cuerpo se sacude por el llanto. Yo no quería verla, no quería saber de ella y ahora estoy aquí en el suelo abrazando a la mujer que me dió la vida.

— ¿Porque me dejaste? — esa pregunta me la he hecho desde que supe que esta viva y es una duda que me hace hervir la sangre, pero sobre todo me rompe el alma.

Evangeline se separa y posa sus manos en ambos lados de mi rostro obligándome a mirarla — Porque fui una cobarde que no pudo luchar por su pequeño mundo — llora — yo se que no merezco tu perdón.... pero quiero que sepas que te amo más que a nada en el mundo, y aunque no me quieras en tu vida, aquí estaré porque no te dejaré — me abraza — no de nuevo.