El beso de la libélula

Capitulo 7

LAIA SALERNO

Pruebo un bocado del arroz frito que preparo mi hermano Thomas. Se pasó toda la tarde, en su franco, preparando en el wok, con muchos vegetales, y carne. Mi hermano me observa con sus ojos miel, buscando mi calificación de su comida. Sonrío al verlo tan pendiente de mí y de Elián. Lo hago esperar con mi devolución del menú, y suspira profundo, luego peina su pelo corto de color castaño.

-Tío, esto está muy rico –Le responde Elián-.

-Me alegra que te haya gustado, sobrino –Le responde; luego acaricia amistosamente su cabeza-.

-De hecho, cocinas mejor que mamá… -Responde mi hijo; los fulmino con la mirada-.

-¿Así, hijo? ¿Entones cocino feo para vos? –Le respondo, ofendida-.

-No te ofendas hermanita, déjalo que se sincere un poco. No intentes persuadirlo para que diga que cocinas mejor que yo, porque eso no va a ocurrir –Se miran con Elián y chocan sus manos-.

-No puedo creer que mi hermano y mi hijo comploten en mi contra, quiero que sepan que estoy muy ofendida. –Nos miramos los tres y sonreímos al unísono-. Pero tenes razón hijo, soy pésima cocinando. –Apoyo mi mano en la mano de mi hermano-. Si no fuera por vos, creo que nos moriríamos de hambre. –Elián asiente con la cabeza-.

-¿Qué tal tu día hoy en la editorial, hermana? –Me pregunta Thomas; mientras mete un bocado de arroz en su boca-.

-A decir verdad fue un día bastante estresante –Bebo un poco de agua de mi vaso-

-Y…eso, ¿Por qué? –Me pregunta curioso mi hermano-.

-Porque el gerente de la editorial dejara de pertenecer a Ask desde el viernes.

Se jubila, entonces los directores pensaron en que este año la selección para ocupar su puesto, comenzara desde adentro. –Revuelvo la comida con el tenedor, nerviosa-Nos dieron a todos la posibilidad de que creáramos una noticia, que pueda ser impactante y atrayente al público, la mejor se quedara con el puesto de Alfredo. –Le respondo ida-.

-¿Qué te preocupa, má? –Me pregunta Elián, serio-.

-A decir verdad, nos dieron poco tiempo, solo el fin de semana para crear la noticia. Y ustedes saben que me pongo ansiosa y meticulosa con lo que hago. Y siempre termino pensando que no podre complacer a los demás. –Meto un poco de arroz en mi boca, cabizbaja-.

-Hermana, sos la mejor empleada, para mí ni necesitas competir, porque sé que podrías quedarte con ese puesto, con todas tus aptitudes, que los tenes por doquier. –Me dice mi hermano. Lo observo y sonrío tímidamente-.

-Eso es cierto mamá… -Coloca su mano con la mía y yo le tiro un beso-.

-¡Gracias a ambos por darme aliento! –Suspiro hondo-.Realmente lo voy a necesitar.

-Sé que no somos periodistas, pero podemos ayudarte con la elección de la noticia ¿no es así sobrino? –Dice mi hermano. Y mi hijo asiente con la cabeza-.

Terminamos de cenar, lavo los platos. Mi hermano se fue a su habitación a ver la televisión. Mi hijo debe estar con esa consola, jugando con adolescentes extranjeros. Aprovecho el silencio, me hago un té de tilo, y luego me recuesto en el sofá, apoyo mi laptop en mis regazos. Mientras que Félix me observa atento, echado en el piso.

Mientras bebo mi té, comienzo a buscar información sobre Adem; no entendía la sensación que me produjo su mirada. Necesitaba conocer más sobre él, la curiosidad me estaba matando. Apenas puedo encontrar información sobre él. Sé que es un gran periodista extranjero, pero necesitaba averiguar más.

Me detengo en su perfil de trabajo: Adem Sadik, nació en Estambul, el 15/4/83. De su vida familiar, poco se sabe.

Está casado con la modelo y cantante India Dupont, juntos tienen una hija, llamada Aylin Sadik, de 13 años de edad. –Bebo un poco de mi té atenta, mientras veo las fotos de su familia-.

-No vi su alianza… ¿entonces está casado? –El saberlo me desanima y no entiendo por qué-.

Zigzagueo mi cabeza, cierro y abro mis ojos y me concentro en mi trabajo. Salgo de su perfil, e intento concentrarme en buscar la gran noticia que pueda llegar a premiarme con el puesto de Alfredo.

Me meto en Word, y comienzo a pensar que voy a escribir. Pongo un poco de música zen. Esto me va a tomar unas horas, pero después me tengo que dormir. Mañana me voy a levantar temprano, y no quiero estar mal dormida.

Me levanto temprano, en la misma posición en la que me quede dormida. Me duele todo el cuerpo, porque dormí mal. Thomas me dejo una nota en la mesita de ratona. Básicamente me puso que intento despertarme, pero sin resultado. Al final llegaba tarde a su trabajo, por eso tuvo que desistir. –Sonrío en voz baja y me levanto-.

Me meto en la ducha, luego elijo mi vestuario. Hoy tenía pensado ir con un vestido largo, de color blanco, mangas cortas y hombros descubiertos. Me pongo unas sandalias estilo hindú, de color marfil. Luego ato mi pelo en una cola; reviso mis cosas, luego meto en la cartera el borrador de ayer.

Tenía algo en mente, pero aún estaba en proceso. Me pongo la campera de jean, la cual me arremango las mangas hasta el antebrazo. Entro a la habitación de Elián, está dormido, abrazado a Félix. Me meto dentro de la habitación y le doy un beso en la cabeza.




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