El beso de la libélula

Capitulo 24

 

ADEM SADIK

Decidí llegar más temprano a casa; deje mis cosas en el sillón. Me fui a la cocina, bebí un poco de agua, luego subo por las escaleras. Camino hacía la habitación de Aylin; entro, pero no la encuentro.

Me sorprendo de no verla. Miro por la ventana, para ver si está en la piscina, pero no la veo.

Me dirijo hacía mi habitación, pero me detengo al escuchar ruidos, seguido de esto jadeos y risas.

La sangre me hierve, mi pecho sube y baja; aprieto mis puños para contener mi rabia. Abro la puerta y lo que encuentro me lastima hasta los huesos.

Encuentro a India teniendo sexo con ese imbécil en mi propia cama. Al verme se tapa con la sabana, mientras que el imbécil intenta correr, pero lo detengo, impidiéndole el paso.

-¿A dónde crees que vas? –Le digo y le doy un golpe de puño en el rostro-.

-¡Adem, no lo hagas! –Me grita India, pero no la escucho-.

Estoy cegado, no puedo detenerme. Sigo golpeando a ese imbécil hasta dejarlo inconsciente. Para cuando levanto mi vista, India se había vestido e intenta bajar, pero la detengo.

-¿Por qué me hiciste esto, India? –Las lágrimas caen por mis mejillas-.

-Adem…perdón, no sé qué me pasó. –Golpeo con mis puños la pared y ella se sobresalta-.

-¿No entendes qué te pasó? –Le grito en la cara- Yo te voy a explicar entonces, así lo entendes mejor. Te burlaste de mi todo este tiempo, te aprovechabas de mi adicción por el trabajo, entonces lo usabas para verte con este imbécil, el cual negaste cuando te lo pregunte. –Ella se apoya en la pared temblando-.

Yo te amaba, jamás hubiera pensado siquiera en engañarte, pero sin embargo vos, te comportaste tan desleal conmigo…

-Seco mis lágrimas con la mano-. Te revolcabas con este imbécil en nuestra cama ¿podes entender lo doloroso qué eso significa para mí? –Ella asiente con la cabeza y comienza a llorar sin emitir sonido alguno-. ¿Dónde está Aylin? –Le pregunto furioso-.

-Ella…ella está en casa de una amiga. –Golpeo la pared con la palma de mi mano-

-¿Llevaste a nuestra hija a casa de una amiga para que puedas cogerte a este tipo en nuestra propia casa?-Ella se ahoga con su llanto- ¡Responde la puta pregunta!

-Si…lo hice. –Llevo mis manos a mi cabeza y las lágrimas vuelven a salir de mis ojos-.

-¿Por qué, India? Quiero entender el motivo por el cual me engañaste con este imbécil.

-No lo sé, yo solo necesitaba contención y el me lo dio. Vos casi ni estabas en la casa, me sentía descuidada. Entonces lo conocí y paso… -Me mira y seca sus lágrimas-. Pero yo te amo, nunca deje de amarte… -La freno con mi mano-.

-No vuelvas a decir que me amas, porque una mujer que ama a su marido no hace estas cochinadas. –Ella se recuesta en la pared desbastada-. ¿Hace cuánto que te veías con este tipo? –Ella cabizbaja, me responde-.

-Hace 2 años… -Me mira fijo a los ojos y yo me siento derrumbar por dentro-.

-Me estuviste engañando por dos años y yo como un imbécil creyendo que me amabas –Camino de un lado para el otro nervioso-.

No voy a perdonarte nunca esta traición de tu parte. –La miro fijo a los ojos-. Saca a este tipo de la casa, y después vos y yo vamos a conversar sobre nuestro divorcio. –Salgo de la habitación dando un portazo-.

Me siento en la reposera, junto a la piscina. Comienzo a descargarme, necesitaba sacar de encima toda la rabia que sentía. De un día para el otro mi vida había cambiado su rumbo, destruyéndose por completo.

El celular no para de sonar, pero no respondo. Llevo mis manos a mi rostro y comienzo a llorar, de dolor e impotencia. Siento unos pasos detrás de mí, no me doy vuelta. Mantengo mi mirada al frente. India se para en frente de mí, pero desvío la mirada.

-Adem, no quiero separarme de vos. –Se sienta en cuclillas y pone sus manos en mi rodilla-. Mi amor, te amo demasiado para eso. –La fulmino con la mirada-.

-¿Pretendes qué después de ver lo que vi, te vaya a perdonar? –De sus ojos caen lagrimas-.Me conoces muy bien, para saber que no permito traiciones de esa índole.

Yo nunca te di motivo, y si no me querías, me lo hubieras dicho, entonces te dejaba el camino libre para que estés con quien quisieras.

Pero jamás podría hacer como que, si nada pasara, porque aún no puedo sacarme esa imagen de mi cabeza –Ella se levanta y se sienta en la otra reposera-.

-Está bien, me equivoque, y sé que no merezco tu perdón. Pero no tomemos esa decisión tan rápido. Si queres podemos darnos un tiempo, pero no matemos esta hermosa relación que tuvimos por 15 años. –La miro con ira y ella baja la cabeza-.

-Mi decisión es irrevocable. Esperare a que llegue Aylin, luego charlare con ella, y mañana temprano me buscare un lugar donde vivir.

Lo siguiente será, hablar con mi abogada, y que ella vea los temas del divorcio. –India intenta tocar mi mano, pero la rechazo-.

No vuelvas a tocarme, y menos después de haber estado con ese imbécil. –Me levanto de la reposera-. Esto se terminó, te doy la libertad de que puedas hacer de tu vida lo que se te plazca.




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