El beso de la libélula

Capitulo 27

ADEM SADIK.

Llego al departamento que rente hace una semana atrás. Pase a buscar a mi hija de la casa de India. Ella viene con Venus en brazos, su rostro esta melancólico.

Después de la charla que tuvimos, tuve que dormir con ella toda la noche, no paraba de llorar. No se hacía a la idea de que me iba a separar de su madre.

Pobre hija mía, me dolía verla sufrir de esa forma. Pero no podía decirle el motivo de mi separación, no quería lastimarla. Por eso preferí cargar con toda la culpa yo. Esta molesta desde entonces conmigo, porque me separe de su madre.

El departamento no era muy grande, tenía dos habitaciones, living comedor, baño y una cocina. Aylin baja a Venus, quien corre por toda la casa, olfateando todo lo que está a su alcance.

-En un rato preparo la comida –Le respondo, ella asiente con la cabeza-.

Se desploma en el sillón y comienza a revisar su celular. Me siento junto a ella y acaricio su pelo.

-¿Cómo estás hija? –Le pregunto, ella apenas me mira-.

-Bien…-Continúa con su celular-.

-¿Seguís molesta conmigo? –Asiente con la cabeza y suspira profundo-.

-Tal vez ahora no lo comprendas, pero cuando seas más grandes vas a entender mejor las cosas.

Yo te amo con toda mi alma, sos lo más importante que tengo en mi vida, solo espero que lo entiendas –Ella me mira y sus ojos se humedecen-.

-Yo también te amo papá, y te extraño mucho en la casa. –Caen lágrimas de sus ojos-.

La abrazo y beso su cabeza, mientras dejo caer lágrimas de mis ojos.

-Yo te extraño mucho más hija, pero te prometo que los días que pases conmigo, van a suplantar a esos en los que no estoy –Ella me mira y seca sus lágrimas-.

No quiero que llores ¿me oíste? –Ella asiente con la cabeza-. ¿Me acompañarías a hacer [1]dolmas? –Sus ojos tienen un brillo especial cuando me miran-.

-Sí, pero yo hago el enrollado con las hojas de parra –Asiento con la cabeza y nos levantamos para ir a la cocina-.

Después de comer las dolmas, y ver una película en el living, la lleve a la habitación, me pidió que me quedara con ella hasta que se durmiera, y es lo que hice.

Ella apoya su cara en mi pecho, yo acaricio su pelo, mientras canto una canción que mi madre me solía cantar cuando era pequeño. Lo hago en idioma turco, ella se duerme al escucharme. Entonces siento como mis ojos comienzan a pesar, lentamente me voy durmiendo.

Me levanto al otro día, con mi hija aferrada a mi cuerpo. Apenas podía moverme, tenía algunos dolores musculares por la posición que me quede dormido.

Esta semana haría home office en casa, porque quería compartir con mi pequeña todo el mayor tiempo posible.

Comienzo a preparar el omelette con algunos pimientos verdes y rojo, tomate y por ultimo le vierto dos huevos, revuelvo la sartén.

Preparo el té, mientras que corto el pan en rodajas, lo coloco en la panera. Colocó un huevo duro en el porta huevo, para que coma Aylin, luego colocó cuencos con aceitunas negras y verdes. Un poco de queso y jamón, en el plato.

Llevo todo a la mesa, observo a mi hija venir hacía la mesa, refregándose los ojos, descalza. Me dice los buenos días, me da un beso y luego se sienta.

-Extrañaba estos desayunos baba –Me dice, beso su cabeza y le sirvo el té en su taza-.

Entonces me siento a desayunar, la observo comer todo con ansias. Se nota que extrañaba mis desayunos. Ella había heredado la cultura turca, sin dudas. Amaba la comida y el idioma. Y eso me daba orgullo, amo a mi hija y me pone feliz que comparta la cultura Turca conmigo.

Aproveche por la tarde a salir a andar en bicicletas con mi hija, luego merendamos los dos, sentados en una manta, degustando todo lo que le gusta a mi pequeña.

Conversamos de todo, intenté sacarle todas sus dudas con respecto a la separación. Venus corría derredor de nosotros.

-Baba, ¿dejaste de querer a [2]anne? –Me mira de costado, ambos estamos recostados en la manta-.

-Siempre voy a tener un cariño especial por tu anne, hija. Vivimos 15 años juntos, sin contar que me dio lo más preciado que puede tener alguien en la vida, una hija hermosa. –Ella sonríe, pero notó su semblante triste-.

-Mamá me dijo que te ama, y que quiere volver a intentarlo…pero…-Suspira profundo y juga con sus dedos nerviosa-.

Ella dice que vos la dejaste de querer ¿eso es cierto? –Me tenso en cuestión de segundos, no toleraba que India intentara persuadir a mi hija-.

-Amor, no quiero que hables de asuntos de mayores con tu madre. Porque podrías terminar lastimada. –Acaricio su pelo, rubio con mis dedos-.

Lo único que tenes que saber ahora, es que te amo, que daría mi vida por vos de ser posible. –Ella me abraza, se aferra a mi cintura con fuerza-.

-No quiero que te olvides de mí baba…-Siento sus lágrimas en mi pecho y eso me mata por dentro-.

-Eso nunca va a pasar ¿me oíste? –Asiente con la cabeza y lleno de besos su cabeza-Bueno, vamos a dejar atrás todo aquello que nos hace daño, y te voy a jugar una carrera con la bicicleta ¿Qué me decís?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.