ADEM SADIK
En cuanto Laia desaparece por los pasillos de la casa de Mariano, su hermano e hijo, me fulmina con la mirada. Estimo que deben estar molesto por mi comportamiento para con ella.
No me voy a enganchar en cualquier provocación, porque sé que tienen razón. Me estuve comportando de una forma autoritaria con ella, porque aún no consigo sacarla de mi corazón.
Mi hija y Maia regresan al lugar donde estaban antes de ser llamadas para presentarles a las visitas. Mariano se dirige hacia la parrilla, entonces quedo solo con ambos.
-Tomemos asiento, si les parece –Les digo, ambos asienten y nos sentamos en los sillones, cerca de la galería-.
-¿Hace cuánto viniste de Turquía? –Me pregunta, Elián, curioso-.
-Hace 15 años aproximadamente. –Le respondo, entonces comienza a pensar-.
-¿Tu esposa es Turca? –Sonrío por lo bajo, y luego lo miro-.
-No, mi exesposa es Argentina, y mi hija también lo es. Yo soy el único extranjero en este hermoso país. –Le respondo; entonces suspira profundo-.
-¿En tu país hay muchas guerras? Digo, son los que se inmolan en nombre de Allah ¿no? –Me siento tocado, como si se estuviera burlando de mí e intentara provocarme-.
- ¿Te réferis a los Islamitas, verdad? –El asiente con la cabeza-. En Turquía hay una parte muy arraigada al islam. Pero no en su mayoría, lo que indica que no todos somos terroristas, por portar un apellido musulmán. –Thomas sonríe por lo bajo-.
-Para mí son todos lo mismo, una bomba del tiempo esperando por explotar en cualquier momento. –Responde Thomas, lo miro y sonrío-.
-No creí que fueran tan xenófobos, pero tranquilos, no me ofende. Tampoco me hiere que pienses así sobre mis raíces, porque soy orgulloso de ser turco. –
-¿A dónde está el baño? –Pregunta Elián, le indico con la mano donde y se marcha-
-No quiero que te acerques a mi hermana, y tampoco que la ofendas solo por el hecho de ser uno de los jefes de la editorial, porque te juro por mi vida, que te lo haré pagar. –Me dice, con tono intimidante ,Thomas-.
-¿Eso me suena a amenaza? –Le respondo irónico, y serio a la vez-.
-Tómalo como quieras, pero no voy a permitir que la humilles y maltrates como se te dé la gana, ella tiene quien la defienda, espero te haya quedado claro. –Me responde colérico y desafiante-.
-En primer lugar, tu hermana trabaja como Gerente, lo que indica que te guste o no, tenemos que trabajar en conjunto o sea cerca. Eso es algo que no se puede modificar a no ser que tu hermana renuncie.
En lo que respecta a mis tratos para con ella, puede que a veces me exceda de exigente y autoritario, pero todo es referente a tema laboral, y tampoco es algo que sea continúo.
Y no me justifico con esto, si es algo a modificar en mi lo haré. Por último, no te tengo miedo, y cualquier cosa que quisieras arreglar conmigo fuera de esta casa, con gusto lo haría. –Lo miro desafiante, entonces él aprieta sus puños furioso-.
Cuando está a punto de abalanzarse contra mí, llega Laia. Ambos nos levantamos, entonces ella nos mira.
-¿Todo bien? –Pregunta, su hermano me fulmina con la mirada-.
-Todo está bien, tu hermano solo me recrimino sobre la forma en la que suelo expresarme cuando te doy una orden laboral.
Pero tranquila, me quedo más que claro su amenaza. –Miro desafiante a su hermano Thomas-. Cuando quieras podemos discutir en privado –Thomas se llena de ira-.
-¡Sos un maldito hijo de puta y soberbio! –Me quiere empujar, pero Laia lo detiene-.
-Thomas, por favor-. Estamos en casa ajena, no me avergüences. –Lo fulmina con la mirada, luego me mira mal a mí-.
En cuanto a usted Sr. Sadik, no lo provoque con sus palabras irónicas, porque no podré contenerlo. –La miro y sonrío por lo bajo-.
-Perfecto, tratare de no avergonzarte como lo hizo tu hermano. –Me alejo, mientras los escucho discutir-.
Me aparto de ellos, me recuesto en el tronco de un Álamo, y suspiro profundo. Estaba nervioso, molesto e inquieto a la vez.
Siento unos pasos acercarse hacia mí, pero al juzgar por el aroma de un perfume floral, me doy cuenta de quién se trata.
-¿Por qué provoca a mi hermano?-Se para en frente de mí, molesta-.
-Yo no lo provoqué, fue él quien lo hizo. Solo respondí a sus provocaciones, es todo. –Le contesto, mientras que ella cruza los brazos ,y me reta con la mirada-.
-Usted es el más adulto, podría haberse quedado callado o bien hacer oídos sordos a sus palabras ¿Acaso no es lo que me dice cuando discuto con Aldana? –La miro serio y me paro frente a ella-.
-Con la reacción de tu hermano y de tu hijo, me doy cuenta que lo único que haces al llegar a tu casa es hablar sobre mí.
De otra forma, no entiendo como puede ser que tu hijo sin conocerme, fuera grosero conmigo. Me trató de terrorista, solo por portar apellido Turco. Además de burlarse de mis orígenes.
Y como si faltara algo más, tu hermano me dijo que no me acercara más a vos, y que si lo hacía me las tendría que ver con él.
Editado: 19.11.2021