El beso de la libélula

Capitulo 43

ADEM SADIK

Dejó a mi hija en la casa, pero antes de subir al auto, India me sigue. Entonces, aunque intente evitarla, siento que no puedo hacerlo, menos si Aylin está en la ventana viéndonos.

-¿Podemos hablar? –Me pregunta; mientras cruza sus brazos seria-.

-India, no quiero discutir, y menos si Aylin está observándonos. –Le respondo, fastidiado de su presencia-.

-Tranquilo, no voy a discutir. Solo quiero decirte que tengo un atraso… -La miro fijo, y sonrío-. ¿Qué es lo chistoso? –Me dice, enarcando una ceja-.

-No sé por qué me lo contas a mí, deberías hacerlo con su verdadero padre. –Le respondo, y ella me empuja furiosa-.

-El verdadero padre sos vos, por eso te lo estoy diciendo. –Me pongo furioso-.

-No voy a permitir que intentes hacerme cargo de un hijo que no es mío. No te olvides que me engañabas con ese imbécil, así que, no pretendas que crea que ese bebe pueda ser mío. –Ella comienza a llorar-.

-Adem, sé que te engañé con Ángel, pero siempre nos cuidábamos. Pero cuando hacia el amor con vos, no me cuidaba. Además, el atraso coincide con la última vez que hicimos el amor. –Me dice, intentando sonar convincente-.

-No te creo, pero te voy a dar el beneficio de la duda. Primero, asegúrate de estar embarazada, cuando estés segura, entonces haremos el análisis de paternidad.

Si resulta ser mío, le daré mi apellido, pero entre nosotros no existirá nada más que un vínculo con nuestros hijos. Por el contrario, si resultará ser de otro, en ese caso, todo quedaría como siempre. –Entro al auto, sin saludarla-.

Ella patea la puerta de mi coche y maldice en voz alta. Arrancó con toda velocidad, y me pierdo en la carretera.

Después de mucho tiempo de meditar, y negarme a la idea. Decidí hacerme un tatuaje, mi primer tatuaje. Sería algo así, como una especie de cierre de etapa en mi vida. Como dar vuelta la página y comenzar de nuevo.

Mientras estaba esperaba en el local del sobrino de Mariano, un tatuador de confianza, que se encargaba de tatuar a Mariano. Revisaba las fotos, con diversos tatuajes, en la pared.

Había muchos jóvenes, llenos de tatuajes, con aros en la nariz. Algunos con barbas, y aros en las orejas y nariz.

Yo era la primera vez, en 37 años que me haría un tatuaje. Estaba un poco nervioso, pero necesitaba canalizar el dolor en otro lado.

Me angustiaba la idea de que India fuera con el cuento del embarazo a Aylin, entonces ella se encariñara, pero cuando supiera la verdad se desilusionara. No quería que mi hija sufriera por culpa de los adultos.

Mientras dejaba volar mi mente, siento unos pasos detrás de mí. Entonces giro mi vista, y me encuentro con un joven, delgado, calvo y lleno de tatuajes por todo el cuerpo. Se vestía de ropa negra, mientras exhibía sus aros por toda la cara.

-¿Adem Sadik? –Me pregunta, mientras me mira de arriba hacia abajo-.

-El mismo… ¿Vos sos Martin? –El asiente con la cabeza y me invita a pasar a una habitación, dividida por una cortina-.

-Bueno, sentate y ponete cómodo… ¿Ya elegiste que te vas a hacer? –Me pregunta, mientras desinfecta la aguja-.

-A decir verdad...no –Le respondo; mientras observo todo el lugar por dentro-.

-¿Es tu primer tatuaje? –Me pregunta, mientras observo las fotos colgadas en la pared con celebridades-.

-Si…por eso lo indeciso y curioso. –Le respondo, él sonríe-.

-Tranquilo, estoy seguro que cuando salgas de este lugar, vas a ser un hombre nuevo. –Me entrega una carpeta negra-.

Acá tenes muchas opciones de dibujos, para tatuarte, si encontras algunos me decís, de lo contrario podríamos crear una.

Cuando estés seguro me avisas. –Asiento con la cabeza, y comienzo a ver las fotos de la carpeta-.

Ninguno me convencía, hasta que lo encuentro. Un ave saliendo de una jaula, y me identifico con él; tanto tiempo encerrado entre lo que creía era mi vida perfecta, y resulta que nada de lo que tenía alrededor era verdadero, salvo mi hija.

Entonces, interpreto que saliendo de mi jaula, comenzaría a vivir una vida libre, donde pudiera elegir mi camino.

Le señalo al tatuador el tatuaje que quería, el me mira y sonríe. Luego deja la carpeta en la mesada y se para en frente de mí.

-¿Estás seguro? –Asiento con la cabeza- ¿Dónde te hago el tatuaje?

-En la espalda, en la parte derecha, arriba de mi hombro. –El asiente con la cabeza-.Y me gustaría, que abajo diga: Bastan baslamak –El me mira sin entender lo que estoy diciendo-.

- ¿Qué idioma es ese? –Me dice, mientras zigzaguea su cabeza-.

- Es Turco, y significa “volver a empezar” –Él se rasca la barbilla y luego me mira-

-Vas a tener que deletrearme como se escribe lo que acabas de decir. –Me dice, luego se dirige hacia donde se encuentran sus agujas-.

-No hay problema… -Me quito el saco, luego la camisa-.

Me indica donde tengo que recostarme, es una especie de camilla, de color beige. Me pongo boca abajo, y suspiro hondo. Martin, coloca una silla, luego arrastra todo su material, y limpia la zona donde va a hacerme el tatuaje.




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