El beso de la libélula

Capitulo 55

ADEM SADIK

Estaba lleno de ira, estaciono mal el coche. Bajo con mi mirada fija en mi ex casa. Toco el timbre, y quién me abre con su mejor cara angelical es India.

Pasó sin que me invite, de forma brusca, ella cierra la puerta, cruza los brazos y me mira de forma provocadora.

- ¿Por qué lo hiciste , India? -La fulmino con la mirada-.

-Porque me enteré de que no fui la única que te fue infiel, vos también lo fuiste con tu nueva gerente. -La miro serio-.

-Eso es mentira, no intentes ensuciar a Laia en todo esto. Ella no es como vos, es mil veces mejor mujer que vos. -Sonríe por lo bajo y me mira provocadora-.

- ¿En serio? -Se dirige hacia la mesita de luz, donde está su cartera, saca unas fotos y me las entrega-. Yo creo que no es mejor que yo, si más astuta, pero igualita a mí.

-No puedo creer que me hayas hecho seguir, y que, aun así, sabiendo que las cosas fueron después de nuestro divorcio, te creas tu propia mentira.

Siento bronca e impotencia de haberme enamorado de un ser despreciable como vos, pero mucho más tristeza me causa que mi hija viva con un ser inescrupulosa como vos. -Ella se pone seria y se acerca-.

-Yo tengo mucha más tristeza que vos, de que mi hija tenga un padre que prefiere mentirle a su hija, en su día de visita para verse con una puta buscona. -Me lo dice con ira y rencor-.

-Eso es mentir, y lo sabes muy bien. Este fin de semana no me tocaba estar con Aylin, porque no pondría a nadie por encima de mi hija. -Me acerco a ella-.

Quiero que te encargues de desmentir lo que dijiste en esa puta revista o de lo contrario te juro que me voy a encargar que todo el mundo sepa lo bajo que caíste engañándome durante dos años, y como si fuera poco, lo hiciste en nuestra propia cama.

Y si queres que le agregue más pimienta, entonces, cuando le hagamos la prueba de ADN a ese bebe, y dé como resultado otro grupo sanguíneo, entonces, vas a quedar mucho peor parada que nosotros.

No me obligues a que haga eso India, todo este tiempo fui muy paciente, pero ya me estoy hartando de tus putas artimañas para retenerme.

-Ella sonríe y me empuja- ¡quiero que entiendas que ya no siento nada más por vos! ¡Y la única responsable sos vos! -Entonces me doy cuenta de que Aylin está parada en la escalera, observándonos, con lágrimas en sus ojos-.

-Vez hija, tu padre niega la paternidad de tu hermano, dice que no es suyo. Y, además, me amenaza, porque toque a su amante. -Yo la fulmino con la mirada y aprieto mis puños con fuerza-.

-Eso no es verdad, Aylin. No creas nada de lo que te dice tu madre, las cosas no son como parece…-Me acerco a ella y me rechaza-.

No hay nada que me lastime más que mi propia hija, mi sangre, me rechace.

Ella se acerca a India y la abraza. Mi exmujer, actuando su mejor papel de víctima, comienza a llorar y tocar su vientre con ambas manos.

- ¿Por qué no queres reconocer a mi hermanito, baba? ¿Acaso te importa más esa mujer que nosotras? -Caen lágrimas de sus ojos-.

-No es así, mi amor. Déjame explicarte como fueron las cosas… -Intento acercarme, pero ella me rechaza-.

- ¡No voy a verte hasta que no aceptes a mi hermano y mi madre! -Me grita y sale corriendo por las escaleras-.

- ¡Aylin, mi amor! -Caen lágrimas de mis ojos-.

-Si queres recuperar a tu hija, vas a tener que aceptar a este hijo, y obviamente a mí. De lo contrario, te juro que no voy a descansar hasta que ella te odie. -Me doy vuelta y la enfrento-.

-Jamás voy a volver con vos, y si seguís metiendo a nuestra hija en tus sucias estrategias para conquistarme de nuevo, te juro que voy a hacer que te arrepientas, no me provoques India. -Ella seca sus lágrimas y sonríe, como loca-.

-Uy… ¿tengo que temerte? -Maldigo por dentro, y la miró-.

-Voy a encargarme de que la verdad salga a la luz, y lo primero será, llevar todo esto a materia legal, voy a exigir el ADN de ese bebe, por las buenas o por las malas, vos elegís. -Su rostro se torna serio-.

Cuando tenga le resultado, entonces mi hija sabrá toda la verdad. Yo quise hacerlo todo por buenas vías, pero parece que a vos te gusta que sea por las malas. -Es lo último que le digo y salgo de la casa cegado por la ira y el dolor-. Después de tanta tensión, decidió meditar un poco, me siento en la costanera, con mi mirada perdida.

Miles de imágenes vienen a mi mente, de mi infancia, mi adolescencia. Hasta que llego al momento en donde mi madre me aconsejaba que no me metiera con esa occidental impura.

Unas lágrimas de mis ojos caen, al pensar el daño que le ocasione con mi decisión. Puse a esa mala mujer, por encima de mi familia. Deje de verlos durante 15 años, convencido de mi elección, que era buena y la mujer de mi vida.

¡Qué imbécil fui! ¿Cómo no me di cuenta de que estaba cometiendo un gran error?

Todo hubiera sido diferente, si hacía caso a los consejos de mi madre, el ser más puro que me amo de verdad.

Seco mis lágrimas, y recuerdo a mi padre. Nunca fue muy amoroso, pero sabía que daría la vida de ser posible por mí, si así lo hiciera falta. Suspiro profundo, y seco mis lágrimas con la mano. Miro al cielo y pienso en mi abuela Elif.




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