El beso de la libélula

Capitulo 57

ADEM SADIK

Como si algo mas faltara, para completar mi día de mierda, me entero que mi exmujer se fue a la casa de Laia, la increpo y como consecuencia sufrió una perdida.

Mientras camino por el pasillo de la clínica Lujan, intento respirar profundo, y pido al cielo el día termine pronto.

Llego a la habitación 223, la cual mi hija me indico que estaba India. Abro la puerta y me encuentro con mi exesposa, recostada en la cama, con un suero, que se desprendía de su antebrazo izquierdo, y sus ojos cerrados.

Mi pequeña estaba con la cabeza apoyada en la cama, tomándola de la mano. Esa escena me llegaba hasta el hueso. Me acerco, acaricio su pelo, y despierta. Seca sus lágrimas y me mira con ira en sus ojos.

-¿Cómo pudiste engañar a mi madre con esa mujer? –Intento abrazarla, pero me rechaza-.

-Mi amor, las cosas no son como te conto tu madre. Necesito que te tranquilices, y me expliques que fue lo que paso en casa de Laia. –Ella se levanta de la silla y acaricia su pelo, castaño claro-.

-Mamá fue a verla, me dijo que ella era la mujer con al cual la estabas engañando. Entonces comenzaron a discutir, el hijo de Laia se puso muy agresivo.

Mamá golpeo a Laia, y en un forcejeo ella la empujo. –Comienza a llorar; mientras que contengo mi ira por lo que hizo India en su presencia-.

-¿Por qué fueron a verla? –Le pregunto, mientras intento consolar a mi hija-.

-Porque quería conocerla, y mamá me llevo. ¡Por su maldiía culpa mi madre está internada! –Me dice, manoteando para todos lados-.

Entonces logro acercarme a ella, y la abrazo. Ella golpeá mi espalda, mientras las lágrimas caen de mis ojos.Luego se tranquiliza, acaricio su pelo y se desahoga en mi pecho.

-Voy a hablar con el doctor, para ver qué fue lo que paso con tu madre. –Ella se aferra a mi cintura, con fuerza-.

Mi amor, no quiero que sufras, sabes cuánto te amo. –Me muerdo los labios de la impotencia-. Odio verte en ese estado; perdóname. Perdóname mi amor. –Apenas me doy cuenta que el doctor ingresa-.

-¡Buenas tardes! –Nos mira el doctor- ¿Usted es el marido de la Sra. Dupont? –Mi hija me mira, entonces asiento con la cabeza-.

-¿Cómo esta ella, doctor? –Le pregunto. Mientras que me acerco a él-.

-Lamentablemente tuvimos que hacerle un raspado uterino. Tuvo una pérdida importante; no pudimos salvar su embarazo. –Me mira con pena –Lo lamento tanto. –Me dice, entonces tomo bocanadas de aire-.

-Está bien, agradezco todo lo que hizo por ella. ¿Cuándo va a despertar? –Le pregunto-.

-Le dimos unos calmantes, pero en una hora podrá abrir sus ojos normalmente. –Entonces la revisa, mientras duerme-. Mi hija me mira con una mirada acusadora. Se queda apoyada en la pared y observa al doctor.

-Bueno, todo parece estar en perfectas condiciones. Me voy a retirar, cualquier cosa, pueden llamarme. –Asiento con la cabeza y el doctor sale de la habitación-.

-¿Estás contento? –La miro serio-. Mi madre perdió a mi hermanito, el que rechazabas, por ir detrás de esa mujer que no vale nada. –Respiro profundo, cierro y abro mis ojos y luego la miro fijo-.

-No es así…hay muchas cosas que desconoces hija; pero prefiero que pienses que soy el malo, a hacerte sufrir peor de lo que  estas sufriendo ahora. –Entonces ella se sienta y cruza sus brazos-.

-Elián, el hijo de Laia, dijo que vos habías encontrado a mamá con su amante en la habitación de ustedes ¿eso es cierto? –Siento un fuego en mi interior, pero trato de controlarme-.

-Aylin, no es momento para responderte esa pregunta. Ahora, solo tenemos que esperar que tu madre despierte. –Ella me mira molesta-.

-¿Por qué me ocultas todo? No soy una bebe, soy una adolescente que entiende y siente. Necesito que me trates como tal padre. –Me responde, fulminante-.

-Está bien, prometo hacerlo, pero no hoy. ¿Está bien? –Ella asiente con la cabeza-

Una hora después, India abre sus ojos; comienza a mirar para todos lados. Aylin se levanta y la abraza. Ella acaricia el pelo de nuestra hija.

-¿Cómo te sentís mamá? –Ella le da un beso en la frente y luego se queja-

-Dolorida… ¿Qué me hicieron? –Ella me mira y yo le digo que me deje hablar a mí-. ¿Se trata del bebe? –Pregunta histérica-.

-Sí, el doctor dijo que hicieron todo lo que pudieron, pero no lograron salvar al bebe; té hicieron un raspado uterino. –No alcanzo a terminar que me mira con odio-

-¡Esto es por tu culpa! ¡Trajiste a esa mujer a nuestras vidas y termino matando a tu hijo! –Aprieto mis puños con fuerza, no entendía su caradures-.

-India, no es momento para hablar de esos temas. Necesitas descansar, en cuanto te den el alta, vamos a charlar sobre eso. –Ella suspira profundo y luego se aferra a nuestra hija-.

-Voy a necesitar que vengas a casa por unos días, para cuidar de nuestra hija. No puedo moverme, además no voy a estar bien anímicamente, solo te pido que no rechaces mi propuesta, por favor. –Aylin me mira, entonces no puedo decirle que no-.




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