El beso de la libélula

Capitulo 65

ADEM SADIK

Me despierto temprano, pero no la encuentro. Me levanto de la cama, mientras me refriego mi ojo izquierdo con mis dedos. Pero no la encuentro por ningún lado. Parece que se fue. Ayer la habíamos pasado muy bien, y luego se fuga como una cenicienta.

Suspiró hondo, y luego me meto en el baño; me pego una ducha, mientras pienso en mi plan en el día de hoy.

Estaba nervioso, pero sin dudas iba a poner todo de mí, para que de una vez por todas pueda alejar de mi vida a India. Y acercar a mi pequeña hija a mi vida de nuevo.

Una hora después, ya había desayunado, y me puse a coordinar mi plan. El lugar elegido era la casa de Mariano; invitaríamos a todos los empleados de ASK, y aprovecharíamos para que todos se enteren de las artimañas de India y sus secuaces.

Elijo el vestuario. Pero antes recibo una llamada de mi ex. Le aclaro que tengo que preparar una celebración con los empleados, y necesito estar solo. Lo entiende, y me pregunta si iríamos juntos. Le dije que cuando estén listas me avisen que pasaría por ellas.

Hablo con Ángel, y le indico la hora en la que debe llegar; minutos después le pregunto a Mariano si todo está listo, me indica que me quede tranquilo, que se está encargando de todo.

Respiró profundo, y preparo mi speech de la tarde. Me toma una hora hacerlo, luego me preparo algo para almorzar.

Me miró en el espejo, este traje negro me quedaba muy bien. Quería estar elegante, porque la ocasión lo ameritaba. No iba a negar que estaba muy nervioso, pero tenía que mantener la calma, sobre todo si quería que saliera todo bien. Me echo un poco de perfume, por todo el cuerpo. Luego salgo de mi habitación.

Meto en mi maletín mi speech, luego agarro mis llaves, y salgo de mi casa. Me tomo solo una hora ir a buscar a India, y mi hija. Luego partimos hacia la casa de Mariano.

Mi corazón no paraba de latir, estaba muy ansioso y nervioso a la vez. Temía que algo pudiera salir mal, y de ser así, quedaría mil veces más parado, qué la vez anterior.

Finalmente llegamos a destino; India había venido con un vestido azul, tallado a su cuerpo. Mientras que mi pequeña, eligió ponerse un vestido, con volados, de color blanco. Gaia nos recibe, después de darse un fuerte abrazo con India. Yo me adelanto a ingresa. Mariano me hace señas desde el patio, salgo por el ventanal y me acerco hacia él.

-¿Estás nervioso? –Asiento con la cabeza-. Tranquilo, todo va a salir bien. Quizás me duela un poco al forma, y sobre todo por tu hija, pero India debe pagar por todo lo que te hizo, y nos hizo a nosotros en la editorial.

-Lo sé…solo espero que Ángel no me falle. –Mariano palmea mi espalda, dándome aliento-.

-Él vendrá, tiene más por lo que vengarse que vos. –Me guiña un ojo, luego me convida un trago-.

Miro para todos lados, muchos empleados están en grupo hablando en el jardín. Busco con mi mirada a Laia, pero no la encuentro.

Mariano nos indica que debemos acercarnos a la mesa. Entonces nos sentamos en la larga y cómoda mesa que preparo  Mariano.

Cuando logro sentarme, y por supuesto India pegada a mí, observo a Laia caminar hacia la mesa. Había elegido venir con un estilo casual; jean suelto, de tiro alto; con una musculosa blanca y una campera de jean, de color azul.

Su pelo suelto; Elián venían con ella. Su rostro está un poco pálido y demacrado. ¿Me pregunto si se siente bien? –Intento disimular, porque India me observa fijo-. Laia saluda a todos, y se sienta en la mesa. Elián me observa fijo, le indico que todo está bien.

Después de cenar, me levanto de la mesa. India me mira, y le digo que todo está bien. Ella cruza miradas con Laia, y luego bebe un sorbo de champagne de su copa. Mariano me acerca un banco alto, luego un micrófono. Con mi speech en mano, me siento y miro a todos.

Debía reconocer que me temblaban las manos, sudaba un poco. Desprendí dos botones de mi camisa, porque me sentía asfixiado. Todos me miran fijo, y murmuran. Laia me mira seria, mientras que Elián está nervioso. Finalmente, tomo coraje y comienzo a hablar:

-Bueno, antes que nada. Quería agradecer a todos ustedes, por haberse tomado el tiempo de venir a la casa de Mariano, para festejar lo bien que nos está yendo con la revista Ask.

También agradecer a Mariano por prestar la casa, y como siempre ser tan servicial, responsable y detallista. Junto con su hermosa esposa, Gaia. –Todos aplauden y Mariano les agradece-.

-Bien, yo había escrito un speech, para hacer un breve resumen de lo que significa la empresa para mí. Y obviamente de su responsabilidad y profesionalismo. –Tomo bocanadas de aire y luego retomo-. Así que, voy a leerles lo que escribí por la mañana:

-Hace 13 años me embarque en este proyecto, tenía la idea de que algún día sería una revista importante en este país. Vine con una valija llena de sueños, esperanzas e ilusiones.

En esta tierra hermosa que elegí para vivir, me encontré con mi mejor amigo y hermano Mariano Garzón; de a poco fuimos innovando, creciendo.

Tuvimos malos y buenos momento, pero siempre supimos salir de todos esos problemas. Luego, decidimos formar una familia, lo hicimos.




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