El beso de la libélula

Capitulo 74

LAIA SALERNO

Estaba un poco cansada, ya quedaba 2 horas para salir del trabajo. Intento realizar tareas atrasadas, y adelantar las noticias de mañana.

Necesitaba despejar mi mente. Extrañaba con locura a Adem, y eso que solo hacia un día que no lo veía.

Siento que golpean la puerta, levanto mi vista y me encuentro con Joaquín. Me pregunta si puede pasar, y le hago señas que entre.

-Sé que no debería venir a molestarte, pero me urgía mostrarte algo. –Me entrega unas fotos. –Las revisó, mis manos tiemblan al verlas-.

-¿Quién te dio estas fotos? –Le pregunto, con mis ojos humedecidos-

-Es una conocida, que está vacacionando en el mismo lugar que Adem. Al principio dude en mostrártelas, pero, después me dije ¿Por qué no? –Me mira fijo-. No pienso sacarlas a la luz, solo quería que supieras que clase de hombre es Adem Sadik.

-Joaquín, no podemos sacar conjeturas de las fotos que vemos. Quizás puede ser una conocida. –Le respondo, intentando negar lo que mis ojos estaban viendo-.

-Laia, esta mujer es conocida de la familia. Por lo que me entere está divorciada, y si a eso le sumamos, que llego el mismo día que Adem, y se alojó en la habitación continua del resort que reservaron.

Y si, faltara un detalle más por confirmar su engaño, es la misma persona que le vendió los pasajes. –De mis ojos caen lagrimas- Lo siento, pero creo que ellos se conocen, y muy bien, por lo que se ve en la fotos.

-Joaquín, por favor, te pido me dejes sola. Necesito chequear la veracidad de esta foto. –Entonces se marcha sin decir más-.

Me levanto de la silla, y salgo echa un demonio de mi oficina. Subo al ascensor y me dirijo a la oficina de Mariano.

Tarde solo segundos en ingresar a la oficina de Mariano. Cierro la puerta, y arrojo las fotos en su escritorio. El me mira sin entender, y mira las fotos.

-¿Qué me decís sobre eso? Digo, ¿ellos se conocen? –Mariano me mira serio-.

-¿De dónde sacaste estas fotos? –Me pregunta, con su semblante serio-.

-Me las entrego Joaquín Morales. Al parecer tiene una conocida que esta vacacionando en el mismo lugar que Adem.

Le llamo la atención ver ese hermoso almuerzo familiar, sino que también la siguieron por la tarde, y hasta baile y todo lo hicieron juntos. –Apoyo mis manos en el escritorio, furiosa- ¿Quién es? –Le pregunto, seria-

-No sé quién es, de hecho no la conozco y creo que Adem tampoco. Pero voy a averiguar, y en cuanto tenga información te lo haré saber. –Lo miro fijo a los ojos-

-Camino a tu oficina, le envié un mensaje con las fotos. Y de pasó le dije que no quiero volver a saber más nada de él. Está visto que nuestro amor no puede ser, y ya me canse de sufrir por su maldita culpa. Así que, no me importa lo que te responda. –Le contesto, furiosa-.

-Laia, estas tomando una decisión muy rápido. Ni siquiera sabes quién es esa mujer, y tampoco por qué coincidieron en ese lugar. –Me responde, se levanta e intenta consolarme-.

-Sé que la conoce, porque fue quién le organizó el viaje, además es conocida de la familia, y de yapa, está divorciada ¿necesitas saber algo más? –El abre los ojos como plato-.

-Sigo insistiendo que estas adelantándote. Él te ama de verdad, y no deberías juzgar a la primera prueba que te traigan en su contra. Dale su derecho a réplica, que pueda justificar ese encuentro. –Me responde, rechazo su consuelo-.

-Me cansé Mariano, ya no quiero seguir sufriendo. Que Adem haga lo que le plazca de su vida, y yo haré lo mismo con la mía. –Salgo de la oficina echa un fuego-.

Salgo del trabajo, camino sola, sin despedirme de nadie. Había recordado que tenía un turno con la ginecóloga. Y si a eso le sumamos que no estaba de humor, era un combo bastante explosivo.

Subo a mi coche y me marcho del trabajo. En media hora estoy en la clínica, y en el consultorio de mi ginecóloga. Me siento y espero a que revise los estudios que me realice hace dos semanas atrás.

-Bien, los análisis están bien, el Papanicolaou, la mamografía están bien. La tras vaginal, arrojo que tenes dos miomas, uno fuera del útero, y otra dentro del útero.

Por suerte el que está dentro es pequeño aun. Pero el otro, tiene 6 cm. Sabes que podes extirparlos, de esa manera podrás pensar en tener hijos a futuro.

-Yo ya tengo un hijo, y desecho la idea de volver a tener otro. Voy a programar la cirugía, para que puedan extírpamelos. –Le respondo; luego suspiro profundo-.

-Me parece perfecto. Pero antes, necesito saber cuál fue tu último ciclo menstrual.-Anota en la notebook, mientras revisa mis estudios-.

-Mmm… fue el 8 de febrero. –Le respondo, haciendo cuentas en mi cabeza-.

-Pero… ¿eso fue hace un mes atrás? – Estamos a 15 de Marzo. En teoría debería haber tenido su periodo hace unos 7 u 8 días atrás. –Entonces me mira seria- Por lo que tengo entendido, no sos irregular con las fechas. ¿Estuviste manteniendo relaciones sexuales sin cuidarte estos días? –Me pregunta, entonces mis antenas se levantan-




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