El beso de la libélula

Capitulo 87

ADEM SADIK

No podía aun caer de la visita de mis padres, y menos de lo bien que les había caído Laia. Me sentía feliz, no solo porque los volví a ver después de 15 años, sino también, porque estaban abiertos al perdón, y aceptaban a Laia.

Mi madre me pidió ver a Aylin. Arregle con India de que la traiga a mi casa. Al principio se negó, pero después termino aceptando.

Traje a mis padres a la casa. Deje a Laia con Manuel y Ana, mientras que Elián se había venido conmigo. Más tarde volvería para dormir con ella en la habitación. No quería dejarla sola, y mucho menos a nuestro hijo. Mi madre comenzó a cocinar, la verdad que extrañaba el olor a sus comidas, y el ambiente familiar.

Mi padre estaba en el jardín, con sus brazos para atrás, mirando el cielo. No quisó hablar en ningún momento, pero voy a respetar sus tiempos.

Aunque, estoy seguro que podremos orar juntos antes de dormir. Nada me gratificaría más que hacerlo de nuevo con él.

Mi hermana tiene alzado a Félix, mientras conversa con Elián. Suena el timbre, entonces voy a la puerta principal.

Del otro lado me encuentro a India, quien no espera a que la salude, y entra de prepo a la casa. Cierro la puerta y la fulmino con la mirada.

-Así que mis ex suegros vinieron a verte. –Me dice irónica, mientras cruza miradas con mi padre que viene del jardín-.

-India, no quiero discutir con vos. Te pido que dejes a Aylin y te vayas. –Le respondo controlando mi ira-.

-Lo que le paso a tu hijo es un castigo, por culpa de tu actitud y la de esa zorra. El pobre tiene que padecer por culpa de sus malas acciones. –Aprieto mis puños y controlo mi ira-.

Cuando estoy a punto de responder, Elián se para junto a mí y clava su mirada con India.

-No hables de mi madre, y mucho menos de mi hermana. Me voy a olvidar que sos mujer y voy hacer lo que tanto tengo ganas y me contengo por respeto. –Dice, Aylin se asusta-.

-De tal palo tal astilla. No podía esperar menos del hijo de la amante de mi ex marido. Sin educación y con malos modales. –Aparto a Elián y Aylin del lado de India-. Entonces la tomo del brazo y la llevo a la puerta de salida.

-¡Soltame! –Me grita-.

-No vuelvas a insultar a mi mujer y mi hijo nunca más o te juro que voy a cambiar mi actitud para con vos. No sigas provocándome, y tampoco insultes a mi hijo. –Ella me mira y sonríe en mi cara-.

-¿Tu hijo? ¿Llamaste hijo a ese bastardo? –Me dice, entonces la empujo contra la pared-.

-Elián es mi hijo, al igual que Aylin y Murat. Así va a ser hasta el día que me muera, espero que te entre en esa cabeza –Con mi dedo toco su cabeza- A partir de ahora, voy a hablar con mi abogado, para que Aylin venga con otra persona o en tal caso la voy a buscar yo. Pero no quiero volver a verte nunca más en mi vida. –Abro la puerta y la saco a los empujones-.

-Baba… -Me dice Aylin, con sus ojos llenos de lágrimas-.

-¡Este es tu padre hija, capaz de denigrar a la madre de su hija, por su amante!. –Grita desde afuera-.

Cierro la puerta con fuerza y cuando intento acercarme a Aylin, ella sale corriendo.

Mi hermana la detiene y la abraza. Entonces me dice que me calme, que ella se iba a encargar. Asiento con la cabeza, mientras tomo bocanadas de aire, sin darme cuenta que mi madre y mi padre están observándome serios.

-Hiciste bien hijo, esa víbora no merecía tu amor. Lo único que bueno que hizo, fue darte a esta hermosa niña. –Me dice mi madre, mientras me abraza-.

-Adem…yo, te pido disculpas por cómo me comporte con India. –Me dice Elián, con su semblante triste-.

-No te disculpes, ella te provoco insultando a tu madre. –Le respondo, entonces palmeo su espalda-.

Cansu, se acerca con Aylin. Mi madre la mira y sus ojos se humedecen. Mi padre intenta mantenerse frio, pero sus ojos se humedecen al ver el rostro de Aylin.

-¡Que hermosa nieta tengo! –Dice mi madre-. La abraza y llena de besos, Aylin la observa sin entender nada.

-Hija, ella es tu abuela Banu. –Le digo, entonces ella la abraza-. -Y él es tu abuelo Emir. –Le respondo, señalando a mi padre-.

-[1]Büyükbaba… -Dice mi hija, un poco tímida-.

Mi padre se acerca, con paso lento. Entonces acaricia la mejilla de Aylin. Luego la abraza.

-[2]Benim güzel torunum… -Murmura mi padre, mientras besa la cabeza de mi hija-.

-¿Qué fue lo que dijo? –Pregunta Elián-.

-Le dijo: mi nieta hermosa –Responde mi hermana-.

En ese momento mi mundo parecía detenerse, no podía aun asimilar todo lo que estaba pasando. Una adrenalina recorría mi cuerpo; mí sangre parecía dispersarse por dentro.

Si algo mas faltaba para poder sentirme feliz, era que mi padre aceptara a Aylin. Segundos después de presentarlos, estaban conversando en turco, los dos solos en el jardín.

Mi madre ya había terminado de cocinar, mientras mi hermana preparaba la mesa junto a Elián. Una hora después, ya estábamos todos en la mesa, cenando como en los viejos tiempos. Solo faltaban dos integrantes, mi mujer e hijo.




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