El beso de la muerte

CAPÍTULO 6

 

Solo cuando realmente sabemos y entendemos que tenemos un tiempo limitado en la tierra, y que no tenemos manera de saber cuándo se acaba nuestro tiempo, entonces comenzaremos a vivir cada día al máximo, como si fuera el único que tenemos.

-Elisabeth Kubler-Ross

26 De Agosto 2019

Ilay

Luces, luces, luces

¿Ambulancia?

¿Qué está pasando?

-Situación.

¿Porque todos están corriendo?

-Joven, fémina, edad aproximada 20 años, sin identificación, salto de una altura de 10 metros sobre el pavimento, múltiples contusiones y parece que tiene hemorragia interna.

¿Hablan de mí? ¿Yo salté?

-Una de Atropina y que preparen quirófano 3.

¿Quirófano? ¿Qué está pasando?

-Encontré la hemorragia.

¿Qué es ese sonido?

-La perdemos doctora.

¿Qué están perdiendo?

-DESFRIBILADOR.

¿Qué me están haciendo?

-Atrás.

¿Qué fue eso?

-Continúen compresiones.

¿Qué me pasa?

-Vamos niña, tu puedes.

¿Puedo qué? No entiendo nada, ¿Qué está pasando?

- La presión está cayendo.

Tengo mucho sueño

-Detengan compresiones, la perdimos.

¿Me perdieron? No, NO, NO, AUN ESTOY AQUÍ, ¿NO ME ESCUCHAN? No… me… escuchan…

-Hora de muerte 4:56.

¿MUERTE?

¿Qué hacen con mi cuerpo?

¿Qué hicieron conmigo?

Quiero…

Vivir…

Y sin importar cuanto me arrepentía de saltar, sin importar cuanto quería seguir viviendo, pasaban los segundos, los minutos, y se fue apoderando de mi cuerpo la sensación de cansancio, la oscuridad me consumía y por último, me tragó por completo.

Me arrepentí.

Todo era frio, oscuro, solitario y aterrador.

No había nadie que me ayudara

 ¿Dónde estoy? ¿Morí?

-¿Qué hiciste Ilay?

-¿Quién está ahí? ¿Quién eres? - Miro alrededor pero no veo absolutamente nada, ni siquiera veo mis manos

-Recordarás pronto.

-¿Qué es este lugar? ¿Dónde estoy?

-Estas en el limbo, estas casi muerta pequeña.

-¿Muerta? ¿Quién eres? ¿Dónde estás? APARECE- Enfoco mi vista y veo un hombre delgado y pálido con un traje completamente negro acercándose, creería que estoy viendo a blanco y negro sí no fuera por sus ojos.

Ojos verdes, ojos verdes, ojos verdes… ¿ojos verdes?

-¿Así es mejor? ¿Aún no recuerdas? - ¿Quién es él y qué está pasando?

-Yo… Salté- ya lo recuerdo, era el funeral de mi tío, estaba en el cementerio.

-Así es

-¿Estoy muerta?

-Algo así- ¿Cómo qué no? ¿Esto no es estar muerto?

– ¿Cómo? ¿Por qué no?

-¿Quieres estarlo? Porque aún no me he llevado tu alma.

-¿Mi alma? ¿Por qué no te la has llevado? ¿Quién eres?

-Soy Daren- Se acerca quedando a un suspiro de distancia

-ALEJATE DE MÍ– Salto hacia atrás

-Soy un ángel de la muerte- Este está de manicomio

-¿Qué? Debo estar volviéndome loca, entonces, ¿estoy viva? – Siento ganas de llorar pero no sale nada, quiero gritar, quiero correr, quiero hacer miles de cosas.

-No.

-Sí no estoy muerta y tampoco estoy viva ¿Cómo estoy? ¿Qué está pasando?

-Estas en el limbo, tu cuerpo dejo de luchar pero tu alma se aferra a la vida

-Porque…

-Podemos pasarnos la eternidad discutiendo y respondiendo estúpidas preguntas, o podemos devolverte a tu cuerpo. Tú decides

-¿Qué?

-Puedo devolverte al mundo mortal, solo han pasado 30 segundos desde que tu cuerpo dejó de responder

-¿QUÉ?

-El tiempo es diferente en la tierra que aquí

-Digamos que te creo todo este numerito de que eres la muerte y todo eso, ¿Cuál es la trampa?

-¿Cuál trampa?

-¿Acaso te la pasas devolviéndole la vida a todo el mundo? Tus jefes deben estar furiosos

-Tengo mis razones pero una vez vuelvas a la vida, te buscaré, necesito tu ayuda.

-¿Y?

-Deberás ayudarme, no importa que sea y cuando lo pida, deberás aceptar.

-¿Sin importar dónde este?

-Exacto.

-¿Y si estoy en el baño?

-Más te vale que no te demores, ahora mira mis ojos y cuenta conmigo, 1…- Sus ojos se convirtieron en dos esferas color ámbar, ya no sé qué está pasando y se puso más pálido de lo que ya era, no pensé que eso era siquiera posible.

-2…- Siento mis manos temblar, no veo nada pero siento un cosquilleo en todo el cuerpo.

-¡3!

Pi… pi… pi… pi

-Hay pulso… HAY PULSO

Cuando a una persona los abandonan los planes, las ilusiones, los anhelos, ya nada tiene sentido, hasta que llega la personificación de esperanza.

Y en un pequeño cementerio de la ciudad, encontré la vida en ese par de esmeraldas.

Encontré la vida en la muerte.




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