El beso de la muerte

CAPÍTULO 7

La muerte nos sonríe a todos, todo lo que un hombre puede hacer es devolverle la sonrisa.

-Marco Aurelio

27 De Agosto 2019

Pi… Pi…Pi…

¿Qué es ese sonido?

No sé dónde estoy pero se siente incómodo.

Siento el cuerpo entumecido, respirar duele y mi garganta arde.

Me siento fantástica.

¿Qué carajo soñé? Definitivamente el mundo de los sueños es completamente loco.

Intento abrir los ojos y luego de varios intentos lo logro pero la luz me encandila, no puedo mover mucho mis brazos, están conectados a varias máquinas y no siento más que hormigas caminando por mi cuerpo.

Observo la habitación, solo es una cama individual con una pequeña mesa al lado. Antes de seguir inspeccionando veo entrar a una regordeta enfermera.

-Oh, veo que ya despertaste.

-¿Qu... - Intento Hablar pero termino ahogándome, veo que la enfermera se acerca con un vaso de agua y mientras intento tragar agua sin ahogarme, cosa que se me hizo imposible, ella se encontraba revisando mis signos vitales.

-No te preocupes linda, el medico vendrá en unos minutos y él te comentará de tu estado- Y sin más, se retira.

-Pensé que no se iría- Inmediatamente escucho esa voz, me sobresalto, y encuentro al mismo hombre de mi sueño, solo que ahora viste completamente de blanco junto a un paraguas negro sujetado a su brazo.

-¿Qu-que? - Joder, no era un puto sueño

-No, no lo era.

-¿Qué?

-¿Solo sabes decir “que”?

-Y-yo

-Pensaste que era un sueño muy extraño, y que eras suertuda de esa viva. No me malinterpretes, si eres suertuda pero solo porque decidí no llevarme tu alma, aun.

-¿Aún? - ¿Me-e quiere ma-atar?

-¿Crees que puedo mantenerte vida toda la vida? Después de 100 años sospecharían, además, no puedo decidir sobre tu vida una vez más, esta es tu última oportunidad, espero que no la desperdicies- Y si lo pienso mejor él tiene razón, sería estúpido pensar que tendría vida pero aun así no más estúpido que pensar que estoy hablando con un ángel o tal vez un demonio.

En eso veo a un doctor entrar, ignorando por completo a mi extraño acompañante.

-Veo que ya despertaste, vamos a revisarte- Se acerca a mi cama sin tocar al ojiverde y antes de que pregunte él se adelanta.

-No puede verme, nadie aparte de ti puede.

-¿Que?

-Le pregunte qué sentía, mire la linterna por favor. Fue empujada de una altura de 10 metros directo al pavimento, lastimosamente había una vara metálica que ese incrustó a su cuerpo y complicó las cosas, por suerte no le toco la columna pero deberá guardar reposo para curar sus heridas. Fue una cirugía delicada, tiene suerte de estar viva- Hago lo que dice el doctor mientras siento como el demonio de ojos verdes se acerca y se queda mirando fijamente al doctor.

-Antes que preguntes y parezcas una lunática frente a este humano por hablar sola te diré que hipnotice a unos transeúntes para decir que fuiste empujada del balcón, creo que no querrías ser encerrada en una clínica psiquiátrica, ¿no?, tú solo di que estabas de espalda y que no recuerdas mucho, el golpe en la cabeza será una buena excusa, luego me agradeces.

Espero a que el doctor se vaya para poder hablar con “él” sin parecer mal de la cabeza y luego de cerciorarse que todos mis signos vitales se encuentran en orden e inyectar algo al suero que tengo conectado para menguar el dolor que empezaba a sentir se retira prometiendo pasar en 2 horas e informándome que pronto pasará una enfermera a revisar mi herida, aunque quiero preguntarle cuando puedo irme, no lo hago.

Una vez quedamos solos en la habitación volteo a verlo fijamente y de verdad empiezo a considerar esa clínica.

-¿Crees que si supiera que morirá en una hora por un paro respiratorio estaría atendiéndote en vez de estar con su familia o cerca de sus colegas para tener la mínima oportunidad de vivir?

-¿Ah?

Respira totalmente fastidiado y creo ver un color rojo en su pálido rostro, no es un rojo muy bonito -El Doctor.

-¿Qué?

-Tú de verdad que no atrapas ninguna, mira lo voy a explicar todo de golpe y una sola vez así que más te vale que hagas silencio y ni se te ocurra interrumpirme- Toma una larga respiración, tal vez pidiéndole paciencia a Dios o yo que se - Soy un ángel de la muerte, uno de muchos, no hay tal ser como la muerte, ese es un estado, llamados la parca, la indeseada, nosotros nos encargamos de recoger las almas de los no vivos y llevarlas o a su próxima vida o a juicio, depende de sus acciones en vida. No, no sé porque devolví tu alma a tu recipiente solo fue algo que sentí correcto en su momento así que no discutas más, ¿entendido?

-¿Cómo sabes que ese hombre morirá? - Joder necesito respuestas, estoy perdiendo la cabeza.

- Sé que la paciencia es una virtud pero tú haces que se agote realmente rápido, ¿algo de Ángel de la muerte te suena? - Lo veo rodar sus ojos y mirarme con fastidio, esto también es difícil para mi Morti.

-Pero ¿Puedes saber cómo y cuándo van a morir las personas? ¿Siempre? - Me acerco a su rostro a una velocidad sorprendente para una persona que recién salió de cirugía sintiendo la herida tensarse un poco.

-Solo cuando está cerca su hora o cuando la muerte los está persiguiendo, enfermedades y demás. He perdido demasiado tiempo contigo y debo hacer mi trabajo, una vez se vaya la policía y la enfermera volveré- Lo veo ponerse de pie y recoger su paraguas y antes de que pueda decir algo desapareció enfrente de mis ojos.

No volví a ver al ser de ojos verdes en lo que restó de mi estadía en el hospital y justo cuando llegué a pensar que todo fue producto de mi imaginación, tal cual como él había dicho, mi médico de cabecera falleció poco tiempo después de atenderme y la policía hizo miles de preguntas.




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