PRELUDIO
La leyenda dice lo siguiente: “Aproximadamente 400 años en el pasado existió un poderoso hechicero, quien fue considerado lo más cercano a una deidad en un mundo mortal, ya que, además de ser parte de una de las razas primigenias del corazón del bosque Viribus, nació dotado de una inteligencia superior a la de su raza y una destreza impecable para la magia y la hechicería, las cuales nunca se habían visto antes. Impulsado por la ambición e ideales incomprensibles para su gente, tomó la decisión de asesinar a los sabios del bosque Viribus y ser el único todo poderoso, sin embargo, sus acciones fueron castigadas por los grandes espíritus embistiéndolo con el poder de la destrucción, maldiciéndolo a portarlo por toda la eternidad y siendo sellado en el centro del corazón del bosque por los espíritus de los sabios que asesino, su historia y su leyenda llego a su fin. No hay nadie que recuerde su nombre de nacimiento, su gente, su raza prefirió olvidarlo, pero su leyenda jamás se borraría de la historia. Para referirse a él se ocupa una antigua runa que significa Dios destructor” (EDeus)
CAPITULO 1 EL PAYASO EN LA ARBOLEDA
Hacia una mañana bastante calurosa en el pequeño y tranquilo pueblo de Pax. Era tan temprano que los primeros rayos de sol apenas comenzaron a iluminar los amplios campos del pueblo y a filtrarse por medio de los ventanales de las casas.
El tranquilo sonido que emitía la naturaleza aún era bastante apreciable, sin embargo y aunque fuese tan temprano, algunos aldeanos ya habían despertado para cumplir con sus labores y labrar sus tierras, los guardias del lugar comenzaban a cambiar de turno y poco a poco la aldea comenzaba a cobrar vida.
[Flos: Hijo, buenos días, pequeño despierta... Ps… Psss despierta ¡DESPIERTA!]
De manera tranquila y dulce una madre intentaba con delicadeza despertar a su joven hijo que yacía en cama descansando aún, sus pies estaban cubiertos por su sabana, tapándolos del sol que se filtraba por la ventana, su brazo derecho colgaba de una esquina de la cama mientras que su brazo izquierdo pasaba por debajo de la almohada que sostenía su rostro que por cierto tenía una mueca bastante graciosa con la boca abierta, cachetes comprimidos, su cabellera roja alborotada y los ojos en blanco. El joven estaba profundamente dormido.
[Eirian: ¿Qué? ¿Qué pas…? ¡AAAAH UNA BRUJAAA!]
Aun somnoliento y distraído, lo primero que Eirian vislumbró al despertar fue el rostro de su madre que lo miraba con una expresión de disgusto, con una pisca de travesura y malicia por haberlo despertado con un grito. Para el joven que apenas estaba despertando, le pareció la mirada de una bruja malvada dispuesta a devorar su esencia.
[Flos: ¡¿COMO QUE UNA BRUJA PEQUEÑO MALCRIADO?!]
¡ZAS!
*
Después de ese pequeño susto matutino Eirian se dirigió al comedor, frente a él había un humeante plato de huevos estrellados con arroz, acompañados por dos pequeños trozos de pan recién horneados.
En la mejilla de Eirian se dejaba ver una inmensa marca roja que de manera apenas visible dejaba notar la figura de una pequeña mano con dedos delgados.
Por la puerta de la cocina, se atravesó de manera veloz una pequeña persona que corría y gritaba dándole vueltas alrededor de la mesa deteniéndose justo en el respaldo de la silla donde Eirian se encontraba sentado.
[Haul: ¡Eirian! ¡Eirian! ¿Hoy es el día en el que te convertirás en caballero?]
Pregunto el pequeño niño mientras sacudía el respaldo de la silla donde su hermano estaba.
[Eirian: Bueno pues, se supone que sí.]
[Flos: Creí que el día de hoy estarías muy ansioso, pensé que despertaría y te vería alistando tus pertenencias para el viaje, pero me tomaste por sorpresa cuando te encontré aun dormido.]
La madre del joven decía aquellas palabras con la cara sonriente mientras frotaba la palma de su mano izquierda que también se encontraba enrojecida como si estuviera sacando filo a un cuchillo.
[Eirian: Hmmm… buen no me mal entiendas… hmm no es que la idea no me emocione… hmm o no me guste]
Como se percató de lo incómodo y mal educado que estaba siendo hablando con la boca llena Eirian trago el bocado que tenía y para pasarlo más rápidamente tomo un sorbo de jugo.
[Eirian: Lo que pasa es que es demasiado temprano, realmente no recuerdo nunca el estar desayunando a esta hora jaja]
El muchacho dijo esto con una cara de desvelo acompañado de una sonrisa desganada y abruptamente volteo a ver a su hermano menor el cual dejo de agitar el respaldo de su silla, pero seguía balanceándose en ella.
[Eirian: Por cierto ¿tú qué haces despierto a esta hora? Un enano como tú no debería tener tantas fuerzas para despertar tan temprano.]
[Haul: Bueno tal vez sea más pequeño, pero yo sí puedo despertar temprano sin necesidad de que mamá me despierte.]
Dicho esto, el niño puso una cara maldosa de superioridad y continuo con un… [Tal vez yo sea el que debe convertirse en caballero] acto seguido sonrió de oreja a oreja y se burló en silencio de su hermano mayor.
Con una cara que ocultaba un poco de vergüenza Eirian replico a su hermano.