Había una vez un caballero que vivía en un reino, en la ciudad principal, feliz con su mujer, llamada Jump. Era un buen hombre que estaba al servicio del rey como uno de sus 7 escuderos.
El nombre de nuestro Caballero en esta historia es: Elisio
Un día cuando Eliseo volvía de la taberna, donde normalmente iba con sus amigos, el siente un olor a quemado. Creyó que estaban cocinando algo y en ello se les estaba quemando por lo que miró con curiosidad por los costados, hasta que vio un humo gris y denso, tal así que el cielo todo despejado se comenzó a oscurecer y a teñir de un gris.
Como cualquiera busco el origen de donde provenía, y más se preocupó cuando yendo a su hogar podía sentir el olor a quemado. Preocupado porque el fuego estuviera cerca de su casa y este también se viera afectado, aunque su casa estaba justo un poco separada de las demás. Aun así, siguió buscando mientras se dirigía a casa.
Y al ver el fuego apenas doblo en una esquina, con sus propios ojos vio como su casa se consumía completamente por las llamas que lo rodeaban.
Desesperado busco la manera de abrir la puerta, pero esta estaba caliente y encima estaba cerrada por dentro.
Busco entrar por las ventanas, pero al ver que no podría caber en ellas decidió no romperlas para evitar empeorar las llamas. Así que dio por decidió entrar por la puerta trasera donde el fuego estaba acumulado y en su máxima potencia, al entrar decidió sacarse su armadura que aún llevaba puesta porque le pesaba y le dificultaba moverse con ella. Se quito el casco para ver si su esposa había salido antes del incendio. Miró por los lados y pudo ver como toda su vida, sus recuerdos de guerra, sus herencias familiares que venían por décadas fueron arrebatados por el mismo fuego que todo lo consume, el calor lo asfixiaba y no lo dejaba respirar bien. Busco por las habitaciones, dentro de los muebles y por debajo de los mismos y en eso escucho un grito que venía de su cuarto...
Así que desesperado fue a por ella y al estar cerca de la puerta un pilar le cayó encima. Con todo su peso y sin su pechera pudo sentir todo el calor de la madera ardiendo, apenas logró librarse tirando a un lado el pilar, este intento abrir la puerta del cuarto... pero esta ya se había calentado y quemo su mano derecha. Gritando su nombre, pateo la puerta y al romperla vio a su esposa ya muerta.
No murió quemada, sino asfixiada por la falta de aire. Agarro y cargo su cuerpo en si espalda y trato de sacarla por la puerta trasera donde entró, pero él no sabía que ya estaba encerrado sin darse cuenta. Los vecinos que pedían ayuda, se apoyaban pasándose varios baldes de agua para calmar el fuego, pero todo fue en vano ya que no lo lograron. Elisio entonces le puso su armadura de metal a Jump para poder asegurarse que su cuerpo al menos podría resistir el fuego.
Y Elisio camino en medio de las llamas mientras gritaba del dolor y se dirigió hacia la puerta principal, con sus manos quemadas, dejó a Jump a un lado mientras agarraba los pilares del techo y los corría a un lado para poder salir. La puerta aún no se abría y se quedaba sin fuerzas, la falta de aire lo sofocaba, pensó y miró a su alrededor y saco una hacha de un cajón secreto que estaba en el suelo, que había tenido en caso de emergencia, la uso para poder intentar romper la puerta. Para su suerte que no era ni mala ni buena, esta se logró quebrar un poco en la parte del medio. Intento seguir cortando la puerta y salir con Jump pero ya no podía moverse tanto. Decidió entonces que lo mejor sería morir con ella.
Sus compañeros, que habían salido un poco después que el, llegaron luego de un rato y al ver su cabeza por la rotura de la puerta, rompieron la puerta y lo sacaron primeramente a él.
Despertó y rogó que la busquen a su esposa, los soldados fueron por ella y sacaron el cuerpo arrastrándolo. Gritando de dolor por dentro y por fuera no lo soportaba, comenzó a delirar y a preguntar como comenzó todo, ¿qué o quién provoco el incendio?, perdió la cabeza por un momento y uno de sus compañeros trató de calmarlo, pero este lo golpeó y quiso volver a las llamas para morir con ella mientras podía, entonces entre 2 agarraron a Elisio y uno más lo dejaron inconsciente. Al día siguiente Elisio estaba algo más tranquilo y al ver el rostro de su mujer no soporto dejar caer unas lágrimas sobre ella. En un cuarto solitario vistió a su esposa y le hablaba, hablaba con ella, aunque ella no dijera ni una sola palabra.
-Tienes que estar presentable para conocer a Dios no crees? -rio débilmente-
El mismo enterró a su esposa, para su suerte su armadura pudo mantener casi intacto su cuerpo. Ella no tenía más familiares vivos, era una hija única, solo él y algunas personas con las que convivía fueron al funeral. Con las manos quemadas agarro una pala y a pesar del dolor tiro un poco de tierra al agujero, en señal de que aceptaba su muerte y comprendía que no volvería a verla en esa vida.
Al día siguiente el rey se enteró de tal situación y sus actos anteriormente a sus compañeros, decía que un soldado con familia nunca era bueno, no tuvo otra opción que despedirlo de su puesto.
-Pero señor, aun puedo servirle y dar mi vida por usted en la guerra!- dijo Elisio-
-Aunque aún respires, estés en un estado físico bueno, para mi estas muerto. Tú has muerto ese día al ver el rostro de esa mujer muerta, ¿es así o me equivoco? -respondió el Rey-
-Eso es... tal vez sea cierto, pero ¿que otro motivo tengo para vivir? Solo me queda esto.
A pesar de ello Elisio vio por última vez las paredes resplandecientes del castillo y se fue.
Al cuarto día Elisio se quedó sin fondos y ya no tenía algún hogar o lugar donde caer muerto, dormía en las calles y a veces uno podría afirmar que lo veía por las calles pidiendo algo de comer, incluso si este estaba rancio no le importaba. Sus amigos lo abandonaron, esos compañeros de los cuales en batalla cubría sus espaldas y ellos la suya, siguieron sus vidas sin preocupaciones. Sus vecinos se olvidaron de él con el tiempo, como si nunca hubiera existido, solo era un vagabundo más que andaba mendigando por el reino. ¿Dónde quedó aquel soldado respetado? Ese hombre al cual muchos admiraban y veían como un ejemplo de vida, aquel que a pesar de no tener mucho no se quejaba. Un hombre que parecía que era imposible de vencer, nadie lo sabía.
Editado: 01.02.2022