El caballero y la señorita

Capítulo 8

No se puede explicar

Suspiro mientras escucho al profesor terminar de hablar, solo faltan unos minutos para salir del liceo, para irme a mi casa, sigue un rato más hablando cuando lo hace lo que me dan ganas es de dormirme, digamos que mi día está un poco estresante, tengo que llegar a terminar las tareas que nos dejaron, que son demasiadas, parece que los profesores no se dan cuenta y lo que hacen es mandar más, suena el timbre de salida, mientras el profesor sigue explicando yo guardo mis cosas, a penas termina diciendo que nos podemos ir, agarró mi bolso y salgo del salón, empiezo a bajar las escaleras para salir del liceo.
- Spencer, Spencer, Spencer.- Me volteo y dejó de correr, veo a Leonel que viene corriendo.
- Que pasa?.- Le digo esperando que esté cerca de donde estoy.
- Chamo corres bastante, para donde vas?.- Me pregunta ya cerca.
- Para mi casa.- Le digo caminado con el para salir.
- Vamos a acompáñame al pueblo a comprar unas cosas.- Me dice saliendo de la puerta del liceo.
- Está bien vamos.- Salimos.
Mientras caminamos empezamos hablar de las tareas, el también sé a acostado tarde terminandolas, seguimos hasta que llegamos a una tienda el entra y yo me quedo en la puerta, viendo a las personas, algunas pasan a mi lado y me saludan, sigo mi mirada hasta que veo a la tía de Elizabeth, con su hijo y su hija que entra en la panadería, no la he visto en una semana, Leonel sale de la tienda con una bolsa.
- Ya podremos irnos.- Me dice.
- Está bien vamos.- Le digo caminando.
Hay una parte de mi que la quiere ver pero hay otra que no, está semana he pensado mucho, tal vez lo que siento por ella es curiosidad porque se que es sorda, pero hasta ahí, seguimos caminando hasta que nos encontramos a Elizabeth con Andrea.
- Para donde van?.- Nos pregunta Andrea.
- Solo venimos a comprar unas cosas.- Le digo muy rápido porque no la quiero ver y estamos enfrente de la panadería.
- A está bien, váyase con mucho cuidado para su casa y no inventé cosas.- Nos dice Andrea a veces después del liceo sigue siendo la misma profesora.
Leonel se empieza a despedir y yo también, pero cuando nos íbamos llega Corina con sus hijos, yo trago saliva, no tenemos escapatoria, nos han rodeado, Corina nos saluda y se coloca a hablar con su hermana, el niño nos mira y nos da un saludo con la cabeza, entonces mis ojos se encuentra con los de ella, el cabello lo llevo suelto moviéndose con la brisa, su sonrisa como siempre no abandona su cara, nos saluda, me preguntó que es lo que me pasa con ella, porque no puedo actuar normal y como las demás, ella mira a Elizabeth y Andrea, luego a Leonel y a mi, su sonrisa crece o eso es lo que pienso yo, se quita el cabello de la cara, necesito saber que me está pasando, se que no me estoy enamorando pero hay algo y ese algo es del que no tengo idea.
- Muchachos me quieren esperar aquí?.- Dice Andrea rompiendo nuestras miradas.
- Si, así me llevan al parque.- Grita el niño, yo los miro.
- Liam vamos yo te llevo al parque mientras mi mamá y mi tía van a comprar las cosas.- Dice Elizabeth yo me perdí que cosas van a comprar.
- Está bien Elizabeth que Leilani vaya con ustedes.- Dice Corina yo miro a Leonel para ver si me puede explicar de lo que me perdí.
- Spencer y Leonel acompañen a las muchachas para el parque.- Nos dice Andrea en su tono de voz de coordinadora creo que a veces se le olvida dejar de usarlo.
Leonel está encantado de la vida, yo me quedo pensando en que parte de la conversación me perdí para estar caminando al parque, llegamos al parque Leonel y Elizabeth se van para ver el niño montándose en los juegos, yo me siento en un banco y Leilani hace lo mismo, en otros casos en esto momento hablaría con ella y le preguntaría qué pasa por su cabeza, pero no puedo entre ella y yo siempre va a ver este silencio que nadie puede romper ni se puede romperse, suelto un suspiro, me siento en un callejón sin salida, no puedo expresarme con palabras que es algo que me considero bueno, las palabras no es algo que me dé miedo al contrario me gusta, aclarar con palabras todo, soy sincero y honesto con las palabras, pero en este momento no puedo usar eso y es algo que yo no puedo controlar.
Me voltea a verla, tiene la cara levanta en el cielo, el sol golpea su cara, la brisa mueve su cabello, mientras mira el cielo tiene esa sonrisa, la detallo, unos zapatos blancos, un pantalón gris que le queda pegado a sus piernas, una camisa rosada y sin maquillaje, ella está en su propio mundo, es como si estuviera en otra realidad y nada de lo que pasa aquí es de su mundo, ella sigue con la mira al cielo, veo a Elizabeth y a Leonel hablando y vigilando a Liam, nos hacen unas miradas debes en cuando, yo suspiro tengo que colocar orden en mi cabeza. Busco un cuaderno, tomo el lápiz y escribo.
- Que es lo que pasa por tu mente?.- Le entrego el cuaderno, ella baja su mirada con una sonrisa.
- Que pasa de que?, Hay muchas cosas que pasan por nuestra mentes.- Me entrega el cuaderno con una sonrisa y negando con la cabeza.
- Si, pero siempre estás feliz y con una sonrisa.- Su sonrisa crece y me mira mientras toma el lápiz, yo necesito saber que es lo que pasa.
- No siempre estoy feliz, hay que sonreír uno no sabe aquí le puede alegrar el día por una sonrisa.- Cuando terminó de leer la veo que mueve la cabeza en señal de si.
- Quién eres Leilani?.- Le entrego el cuaderno, ella levanta la mirada y me mira, después la baja.
- Soy muchas cosas, que aún estoy tratando de saber quién soy, soy feliz, quiero que las personas a mi lado lo sean, Leilani son muchas cosas que me cuesta explicar y tú Spencer quien eres?.- Sonrió mientras leo.
- Muy buena respuesta, yo estoy en lo mismo a veces hay cosas que yo no entiendo, estoy tratando de entender mi mundo y mi mente.- Le entrego el cuaderno refiriéndome a lo que pasa con ella.
- Creo que todos estamos así, Spencer que quieres de mí?.- Cuando leo su pregunta me sorprende, no me lo esperaba que fuera tan directa, yo estaba tratando de no ser tan directo.
- No lo sé porque no me lo dices tú?.- Ella me mira sin una sonrisa.
- Eso es algo que tú solo sabrás, yo no puedo interferir en eso, pero si puedo hacer que me conozcas y te ayude a resolver lo que quieras.- Cuando la miro veo que se sonroja yo sonrió.
- Porque me quieras conocer?.- Le escribo pensando en lo que estamos haciendo.
- Porque no?, Veo a un muchacho que quiere conocerme y yo lo quiero conocer, qué tal vez lo pueda ayudar a resolver el dilema que tiene mentalmente y emocionalmente.- La miro.
- Que te hace creer que tengo un dilema?.- El rojo de su cara se hace más presente y coloca una sonrisa como si supiera algo que yo no sé.
- Lo bueno de no escuchar es que te ayuda hacer más observador y ver cosas que lo demás tal vez no se dan cuenta.- Si antes estaba confundido ahora con su respuesta más.
- Eres una observadora, crees conocerme?.- Le entrego el cuaderno con la ceja levantada, ella me mira con una sonrisa y negando con la cabeza, me entrega el cuaderno.
- No pero me doy cuenta de cosas que tal vez tú no te das cuenta, Spencer tu no sabes realmente quién soy, yo no sé quién eres.- La miro, vuelvo a leer sus palabras, ella es muy diferente a lo que creía, está rara conversación se está saliendo de control.
- Sabes ya no entiendo nada.- Le entrego el cuaderno sabiendo que me va a confundir más, me entrega el cuaderno con una sonrisa y volviendo el color rojo de su cara.
- De eso se trata la vida de no entender nada pero sentir todo, mira el cielo no lo entendemos, él está en su propio mundo que parece estar lejos del de nosotros pero cuando lo vemos sentimos algo, de eso se trata.
Cuando terminó de leer sus palabras la miro su mirada está en el cielo de nuevo con una sonrisa en sus labios, suelta un suspiro, yo levanto la mira, veo el cielo azul con las nubes, el cielo ya se está ocultando el sol porque es la tarde, veo como pasan las nubes lentamente, como si el tiempo se detiene, el cielo marca su propio ritmo, alejados de lo que pasa aquí, ahora entiendo las palabras de Leilani pero también entiendo que está muchacha hay algo más que no estoy entiendo, ella vive en su propio mundo con un silencio absoluto, mientras yo vivo en mi mundo lleno de ruidos, pero como ella dice no se trata de entender si no de sentir, la miro con una sonrisa mientras mira el cielo de algo estoy seguro que está señorita tiene mucho que enseñarme y que explicarme.




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