El caballero y la señorita

Capítulo 9

La carrera

Me gusta el fútbol pero lo mío lo mío es el béisbol, ya con el uniforme puesto salgo, me acerco al público, le dije a Leonel que invitará a Elizabeth y a los mocosos para que nos vieran a ver jugar y así tener tiempo con ella, pero mis intenciones ocultas era que viniera Leilani y así fue, veo las gradas los veo todos sentados, Elizabeth, Liam, Regina, Leonel, Aldo y Leilani, me arreglo mi gorra para caminar en donde están sentados, les sonrió y los saludo con la mano.
- Hey mocoso.- Le digo a Aldo.
- Que pasa Spencer?.- Siguiendo con nuestro juego lo hacemos desde que lo conozco.
- Si gano me compras un helado.
- Está bien pero si pierdes.
- También es el premio de consolación.- Le digo con una sonrisa que el me devuelve.
- Después preguntas porque quiere venir a todos tus juegos y que tú vayas a los de él.- Me regaña Leonel.
- No entiendo que es eso?.- Nos pregunta Regina.
- Cuando Aldo estaba más pequeño y fue su primer juego, yo fui y estaba muy nervioso le prometí que si ganaban le compraría un helado pero es día perdieron le dije que igual se lo compraría que era el premio de consolación.- Le explicó Elizabeth me sonríe.
- Interesante.- Me dice viéndome.
- Te voy a invitar cuando tenga presentación de baile para que me compres un helado.- Me dice Regina con una sonrisa.
- Por mi encantado, mocosa.- Le digo la niña fruce los labios.
- No me digas mocosa.- Me dice un poco molesta yo sonrió.
- Aquí todos son mocosos, mira tenemos al mocoso mayor que es Aldo, tenemos al mocosito que es Liam y tenemos a la mocosa que eres tú.- Le digo con una sonrisa y señalandolos con el bate de béisbol, los niños me mira muy mal.
- Elizabeth y Leilani quienes son?.- Me pregunta Liam.
- Eso es otra historia.- Le digo con una sonrisa.
- Spencer vas a traumar a los niños.- Me regaña Elizabeth con una sonrisa.
- Tranquila lo tengo todo controlado.
Me siento a lado de Leilani, ella me sonríe y veo que se sonroja, yo le devuelvo la sonrisa, en ese momento se me ocurre algo, la miro a los ojos, la señaló con el bate y hago como cuando voy batear, trato de decirle que les voy a dedicar un jonrón, ella asiente con la cabeza con una sonrisa y el rojo de su cara vuelva a hacerse más presente, ella busca algo entre su cartera y me entrega un pequeño papel y después lo que parece una carta, yo la miro sin entender nada, ella solo me las da con una sonrisa yo le devuelvo la sonrisa.
- Spencer.- Me gritan me levanto con una sonrisa.
- A quién le van mocosos?.- Les pregunto a los niños.
- A los dragones.- Me gritan.
- Eso, quién es el mejor jugador?.- Les pregunto, señalando mi número.
- El quince, Castañeda.- Gritan los tres cantando mi apellido.
- Ya vete Spencer.- Me grita Elizabeth.
Antes de irme le sonrió a Leilani y le guiño el ojo, bajo de las gradas voy para donde tengo mis cosas y guarda la carta pero abro el pequeño pedazo de papel.
- Te deseo suerte, gana y gracias por invitarme a verte caballero.
Me guardo el papel en el bolsillo del pantalón del uniforme de béisbol y salgo con una sonrisa a calentar, mientras hago el calentamiento veo a Leilani que me sonríe, entiendo que le voy a dedicar un jonrón y ahora tengo que dar lo mejor de mí en este juego.

Leilani
Coloco una sonrisa mientras veo como juegan, veo al jugador número 15 en su uniforme de béisbol blanco con rojo, no puedo evitar mirarlo, se ve tan lindo, la gorra roja tapa su cabello rubio ondulado que lo lleva bien cortado, su piel blanca está más roja y sudada de lo normal, no se que está pasando entre los dos pero el me hizo señas cómo si me fuera a dedicar algo, el estadio está vacío por lo que me dijo Elizabeth es un juego amistoso pero luego van a jugar el campeonato, Leonel y Spencer nos invitaron a todos, aunque Leonel no juega béisbol, el juega fútbol, miro a mi alrededor los niños hablan entre ellos mientras ven el juego, Elizabeth y Leonel está perdidamente hablando, solo falta mirarlos para darse cuenta que se gustan, veo de nuevo el juego, no sé quién de los dos está ganando pero no me interesa solo veo al jugador, miro a Spencer no sé si lo de la carta fue gran idea pero necesito saber que pasa entre los dos, se que a lo mejor me estoy haciendo ilusiones en donde no las hay pero necesito entender algo, esa conversación con el cuaderno no son normales, Elizabeth y mi madrina Andrea me han hablado un poco de lo que es Spencer Castañeda yo se lo he preguntado de forma normal y sutil, desde la primera vez que nos vimos y desde que hablamos entre el cuaderno, se que hay algo pero no sé que es, es muy temprano para decir que estoy enamorada pero se que me gusta el es muy lindo, Elizabeth me a contado que es muy buen muchacho, que a tenido unos problemitas con la labia y con las muchachas, pero se que hay algo más, soy sorda pero me doy que cuenta de cosas que tal vez los demás no se dan cuenta, desarrolle más otras habilidades, como es observar más, yo lo observado y siento que es muy buen muchacho, Spencer hizo que muchos no han hecho, fue encontrar la manera de hablar conmigo a través de ese cuaderno y de escribir, otro en su lugar me fuera ignorado, esperando que Elizabeth llegará para poderse ir, lo se lo he vivido con algunas de sus amigas, que me ignoran como si no estuviera, en cambio el no lo hizo se me quedó viendo, sonriendo y trato de hablar conmigo por el cuaderno, ese pequeño detalle me hizo verlo de otra manera, no le importo que no podía escucharlo el busco la manera de acercarse un poco a mi, para mi ese detalle hablo mucho de quién es, no lo que dicen de él, si no verdaderamente quién es, el tal vez puede llegarse a convertir en mi amigo o no.

Dejo mis pensamientos a un lado para concentrarme en el juego, le toca batear a Spencer, el mira para donde estamos sentados, no estamos muy lejos por lo que se puede ver claramente, sus ojos miel me miran y me sonríe, se coloca a su posición pero antes me señala con el bate, el pitcher le lanza la pelota, el la golpea fuerte, empieza a correr, yo lo miro corre a primera, luego a segunda, corre a tercera y corre más fuerte para llegar a home y se lanza, carrera, se levanta con todo el uniforme lleno de tierra, celebran la carrera con una sonrisa mientras sus compañeros lo abrazan, después de que lo abrazan se arregla la gorra roja, camina más cerca en donde estamos sentados, me señala y hace como cuando batió, me guiña el ojo izquierdo y se va con una sonrisa, yo me quedo pensando acaba de dedicarme esa carrera y fue para mí?.




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