Capítulo 10

El sermón

Me quito la camisa del equipo de béisbol para colocarme una azul marino limpia, estoy todo sudado, ganamos tres a cero, salgo con una sonrisa con mis cosas, veo las gradas, solo me puedo concentrar en una sonrisa y unos ojos grises, le dedique una carrera nunca había hecho eso por nadie más y ni siquiera sé porque lo hice pero no me importa, camino muy despacio con mi bolso en mi hombro y con la mano el bate de béisbol, llegó a dónde están sentados y todos me miran, pasó mi mirada por los niños que tienen una sonrisa, Leilani también la tiene en su cara, veo a Leonel que está un poco incomodo cuando veo a Elizabeth lo entiendo tiene una cara de que va a matar a alguien, sus ojos marrones me quieren matar.
- Vamos por lo helados.- Les digo.
- El juego estuvo bien.- Me dice Aldo levantándose.
Empezamos a caminar para salir del estadio, me coloco a lado de Leonel.
- Que le pasa Elizabeth?.- Le pregunto callado.
- Mano prepárate que te va regañar, no le gustó nada lo de la carrera y que se la dedicaras a su prima, hasta a mí me regaño hay te la dejo.- Yo suspiro.
Cuando Elizabeth se le mete algo en la cabeza no hay poder humano que se la saqué, se que me va a dar un buen sermón, llegamos a un parque pero en vez de helados compramos donas, Elizabeth no deja a su prima sola y me mira, se que me espera una conversación con ella, los mocosos se van a jugar aunque están en la edad de que ya no son niños igualito se van a correr por todo el lugar, yo miro a Elizabeth y se que llegó el momento veo a Leonel que me sonrió.
- Leonel vigila a los niños y a mi prima ya vengo tengo que hablar con Spencer.- Me levanto su voz es fría, le hago señas a Leonel y Leilani pasándome el dedo por el cuello.
Llegamos a una esquina del parque vacía, Elizabeth es más pequeña que yo pero tiene un carácter que asusta al que quiere.
- Que te traes con Leilani?.- Elizabeth es directa y sincera por eso me cae bien.
- Te voy a ser sincero como siempre lo soy, Leilani me gusta y la quiero conocer más.- No lo voy a negar, Elizabeth no se ve sorprendida al contrario.
- Spencer tu tienes un jueguito con ella, tu crees que no me doy cuenta de como la ves, de lo del cuaderno y hoy la carrera solo me hizo confirmarlo pero ahora me estás diciendo que te gusta, te lo advierto Leilani no es una con la que nada más quieres darte los besos y pasar un rato, ella no lo es y no lo voy a permitir que la trates así.- Me quito la gorra.
- Te voy hablar claro Elizabeth, ella me gusta, me da curiosidad su mundo y quiero conocerla, se que ella es diferente a las demás, no te puedo prometer que no la voy a lastimar y no va a pasar nada entre nosotros porque no lo sé, quiero conocerla.- Le digo acomodandome el cabello.
- Spencer no quiero que la trates como a las demás y la lastimes.- Suelto un suspiro.
- Elizabeth quiero algo en serio, ya estoy cansado de los juegos, por ninguna de ellas he sentido algo real, me estoy dando cuenta que nada de eso me va a traer cosas buenas, me están trayendo problemas algo que no quiero.- La miro ella fruce el ceño.
- Quieres ir enserio con ella?.- Yo doy un paso atrás.
- Eso es mucho con demasiado, solo la quiero conocer y ver que pasa, no estoy diciendo que mañana va a ser mi novia y que voy pedirles su mano a su familia, solo conocerla y ver que pasa.- Ella cruza los brazos por el pecho.
- Como no se que esto no es un juego para ti?, Que tal vez solo quieres probar algo?, Y sólo quieres divertirte?.- Me vuelvo a colocar la gorra.
- Tu me conoces desde somos unos niños, estudiamos juntos y sabes que trato de ser lo más honesto posible, hablo claro desde el principio y es algo que me gusta dejar las cosas claras, no quiero probar algo con ella, si estás insinuando que solo la quiero conquista para probar si mis encantos llegan hasta ahí y porque es sorda déjame decirte que es no es mi intención.- Elizabeth me mira yo trato de ser lo más honesto posible.
- Ella no es como las demás Spencer, tiene un gran corazón, es buena muchacha y con ella no podrás usar el tono y las palabras bonitas.- Me dice un poco más calmada pero sigue a la defensiva y no la culpo es su prima.
- Lo se, el poco tiempo que la conozco me doy cuenta que tiene una inocencia que da miedo pero solo te estoy pidiendo que la quiero conocer Elizabeth no es nada malo.- Ella suelta un suspiro.
- Te juro Spencer que solo sea un juego para ti y que nada de lo estás diciendo sea verdad, que solo quieras pasar un tiempo con ella y la uses no te la vas acabar, te voy a pegar con ese bate que tienes.- Me dice señalándome.
- Elizabeth vamos tu me conoces, sabes que hago las cosas bien, no obligo a nadie, en serio estoy dejando esos juegos desde mucho tiempo atrás, solo la quiero conocer y ver que pasa.
- Está bien, pero te estaré vigilando y mucho cuidado.- Su cara es sería yo coloco una sonrisa.
- Me estás dando tu bendición, me siento como si estuviera hablando con la mamá o el papá para pedir permiso de salir con su hija.- Me da un pequeño golpe en el brazo.
- Deja tus juegos y comportarte.- Coloca una pequeña sonrisa.
- Pobre Leonel lo que se tendrá que calar, tu también deberías salir para ver si pasa algo entre ustedes y así en vez de estarme vigilando, lo vigalarias a el.- Le digo con una sonrisa de un lado.
- Para que sepas Leonel y yo somos novios.- Me dice con una sonrisa y la ceja levantanda.
- Mierda no lo puedo creer y ese no me a dicho nada, espera que se lo diga.- La sigo viendola con una sonrisa.
- Para que tú veas no eres el único sabe guardar secretos Spencer.- Me dice con una sonrisa.

Después de un rato más en el parque es hora de irnos, acompañamos a Elizabeth, Leilani y a los mocosos cerca de sus casas después de despedirnos y de perderme un rato más en su sonrisa, camino con Leonel y Aldo para mi casa que no están muy lejos.
- Elizabeth te va a estar vigilando.- Me dice Leonel.
- Ya lo sé, se que no se va a quedar tranquila con eso, va querer estar segura de que lo que le digo es verdad, ya sabes lo que dicen las palabras se las lleva el viento y las acciones hablan por si solas.- Le digo jugando con el bate en el piso.
- Quieres ir con todo?.- Me mira siento que con Leonel puedo hablar, es el único que considero amigo verdadero con los demás solo sirve para salir y divertirse.
- La verdad no sé, me gusta pero no sé si después pase algo más, primero debo conocerla y ver que pasa.- Es la verdad tengo que saber si con ella se puede llegar a algo más.
- No te preocupa que Elizabeth le diga a su mamá y a su tía.- Miro a Leonel.
- No, la conozco y sé que va a esperar a ver qué pasa, créeme si es de colocarme en mi lugar lo hará de eso no tengo duda.- Veo a Aldo que camina adelante de nosotros.
- Tienes razón, te apoyo decidas lo que decidas te apoyo, solo trata de no lastimarla.
- Eso es lo menos que quiero lastimarla.- Le digo caminado.
Es la verdad en el tiempo que la conozco no quiero lastimarla, nunca me a gustado ser el causante de dolor, tristeza y hasta lágrimas por eso soy honesto y digo lo que pienso.
Después de un interrogatorio con mi abuela y mi papá del juego, de un largo baño y de colocarme una bermuda, me siento en la cama y abro la carta que me dio Leilani.