El caballero y la señorita

Capítulo 18

Un verdadero amigo

Escucho la conversación nada interesante de quién quiere con quién, los muchachos prácticamente se están pidiendo a las muchachas y haciendo una apuesta, yo los miro con mala gana ni siquiera sé porque estoy aquí, las clases terminaron y las vacaciones de diciembre empiezan, decidimos celebrarlo con una fiesta de no sé quién, me vine no tengo nada mejor que hacer, la carta de Leilani me dolió y aún me duele sus palabras, he pensado en mandarle un mensaje ella me dio su número pero nunca habíamos hablado así todo eran por cartas, las cartas que me torturan una y otra vez, las leo para ver si había una señal de incomodidad que no vi tengo diez cartas que ella me dio pero la número once que es la última esa es la que me duele más.
- Spencer con quieres darte los beso?.- Veo a un compañero de clases de esos que solo sirven para pasar el rato.
- Con nadie.- Me le quedo viendo sin muchas ganas.
- Vamos que vas a jugar a la botellita.- Me dice otro que no estudia con nosotros.
- No me interesa.- Les digo sin importancia y estado tratando de estar normal pero en el fondo me duele lo de la señorita ya no más mi señorita porque no lo es y me lo dejó en claro.
- Vamos mano ni siquiera haz tomado.- Me dice Marco otro que estudia con nosotros.
- No quiero.- Les digo no he tomado porque no tengo ganas siempre he pensado y lo he comprobado que cuando uno toma alcohol sus problemas no se van al contrario puede que se hagan mayores.
- Entonces para que viniste.- Me dice Isaac con una sonrisa, la verdad vine para distraerme pero no está funcionando.
- Isaac tienes un cigarro que me regales.- Le digo se que lo tiene.
- Si pero pensé que no fumabas.- Y es la verdad.
- Pero quiero uno me regalas uno.- Isaac buscan en su cachetada y lo saca.
- Gracias, ya vengo voy a fumar y vengo.- Les digo los muchachos asiente con la cabeza mientras vuelve a su conversación de quién está más buena, quién es buena besando y otras cosas que no me interesa.
Salgo de la casa que está llena de gente y de música a todo volumen, mientras camino me encuentro con algunos conocidos solo muevo mi cabeza en señal de saludo no quiero hablar con nadie no estoy de humor, llegó a un pequeño jardín bueno si se le puede llamar jardín no tiene ni una flor, todo está lleno de tierra y de vasos, me siento en un muro, veo el cielo oscuro, las estrellas y la luna llena, no puedo evitar una sonrisa al recordar todas las veces que la señorita me hacía mirar el cielo y todo lo que decía en sus cartas.
- El cielo es mágico, somos tan pequeños a su lado, el cielo puede estar con nuestro estado de ánimo y es igual que nosotros vive cambiando, dejando salir todo a su paso, marcando un tiempo diferente al nuestro, es mágico y no lo vemos, al menos para mí me ayuda puedo estar triste y ver el cielo que me transmite tanta paz, amor y tranquila el cielo es mágico.
Recuerdo que me escribió eso en una de sus cartas y es verdad ahora lo veo, viendo las estrellas, el cielo oscuro por la noche y la luna llena, lo veo es mágico, me hace recordar esa sonrisa que tenía en su cara, en sus ojos grises que miraban y en su lunar en el cachete izquierdo, todo eso me atormenta y me arrepiento de no haberle robado un beso, cuántas ganas tenía de besarla cuando la tenía cerca y no lo hice, extraño mirarla fijamente y que ella se colocará roja solo por vernos.
- Me voy a volver loco.- Le digo viendo al cielo, en serio siento que me voy a volver loco.
- Necesitamos hablar.- Me dice una voz bajo la mirada del cielo y me encuentro a Leonel que me mira y se sienta a mi lado, yo me quedo viendo al frente al pequeño grupo de personas y como la noche está oscureciendo todo.
- Pensé que cuando probaste el cigarro no te gusto.- Me dice Leonel después de un tiempo en silencio, me volteo y lo veo con el cigarro en la mano.
- No me gusta fumar y lo sabes.- Le digo el levanta una ceja y mueve el cigarro, suelto un suspiro porque sé que quiere más información.
- Los muchachos me tenían aturdido, que debería tomar, darme los besos, que mira qué buena está esa chica, hay que jugar a la botellita, yo quiero a esta, no yo quiero a la otra y todas esas cosas.- Le digo volteando los ojos.
- De hecho están jugando a la botellita y el cigarro que tiene que ver en esta historia.- Me dice Leonel.
- No estaba de humor para aguantar todas esas cosas, me estaban diciendo que tomara no paraban de decirlo, no me dejaban que me fuera, así que se me ocurrió lo del cigarro para tener una excusa para salir y sin que nadie sospechara.- Le digo con una sonrisa.
- Y funcionó.- Me dice asintiendo con la cabeza, nos quedamos callado.
- Creo que tenemos que hablar.- Veo a Leonel.
- No quiero esto ahora.
- Vamos mano, te hace falta, después de la carta que te di, actúas como siempre como si no pasará nada pero se que no es verdad, algo pasa y quiero saberlo.- Suelto un suspiro la carta fue hace una semana y yo fingí seguir siendo el mismo, haciendo reír a los demás, una sonrisa y mostrando que nada pasa pero en el fondo no es así.
- Estoy bien Leonel y no hay nada que hablar.- Leonel me mira.
- Sabes que no te creo nada, te he dado tu tiempo una semana me parecen más que suficiente pero es el momento de hablar.
- Si no quiero.
- Puedes seguir con esas aptitud pero sabes que no me iré sin que me digas que te está pasando y yo se que tú harías lo mismo.
Lo miro es verdad Leonel a sido el único que se a sentado conmigo aunque no quiera, para hablar de lo que me pasa, Leonel no solo me a buscado para salir a divertirse o jugar, el a estado ahí cuando lo he necesitado, se preocupa por mi, en los momentos buenos y malos, cuando algo me preocupa el está ahí no como los demás, por eso siempre he tratado de ser buen amigo y estar para el, ese el único que en verdad puedo llamar amigo y Mano por que eso es un hermano.
- No quiero preocuparte por mis problemas.- Lo miro no quiero hablar de todo esto prefiero ignorarlo.
- Por Dios Spencer, cuando me haz dicho tu que no quieres saber de mis problemas, eres con el único que he hablado de los problemas de mi familia, te he hablado de Elizabeth desde que la conocí, haz estado para mi hermano y para mí, así que no me digas que no quieres preocuparme por tus poblaciones cuando nunca te haz quejado de los mismos cuando hablo y hablo sin parar, no eres solo un amigo y lo sabes.- Noto el enojo en su voz y ese que es verdad porque yo haría lo mismo por el.
- Está bien lo siento mano, pero no sé por dónde empezar son muchas cosas y todo tiene que ver con una señorita.- Le digo suspirando.
- Vamos empieza de una vez y dispara de una vez.- Coloque una pequeña sonrisa en mis labios, es bueno contar con alguien y que este dispuesto a escucharte.
- Leilani y yo nos dábamos cartas a escondidas, todo iba bien, me sentía que cada vez los dos nos conocíamos, pero en la carta que tú me diste ella me pedía que no le escribiera nada más y que ella iba hacer lo mismo, sabes me siento como si fuera roto nuestro momento mágico, yo pensé que le importaba pero me di cuenta que no y no se lo que siento.- Leonel me mira analizando mis palabras, le doy su tiempo y se endereza.
- Voy a ser sincero contigo, primero creo que no hiciste las cosas bien sobre las cartas a escondidas, vamos es como si fuera algo prohibido y que tenía que ser escondidos, eso no tiene nada que ver con ustedes, creo que ambos cometieron un error, pero vamos a darte tu punto a tu favor lo de las cartas fue buena idea, le da ese toque romántico y tierno ese lado no lo conocía tuyo.- Me mira, Leonel siempre trata de verle los dos lados a las cosas, enserio puede estar regañandote y luego te felicita por algo, osea ve los dos lado y trata de buscarlos.
- Creo que Leilani siente algo por ti enserio lo pienso, he hablado con Elizabeth de esto y nos hemos dado cuenta de...- Lo miro y lo interrumpo.
- Haz hablado con Elizabeth de lo que pasa entre Leilani y yo.- No lo creo Leonel me mira con una ceja levanta.
- Eso no importa ahora, solo enfócate en mis palabras, Elizabeth y yo hemos hablado, por lo que me a contado su prima tiene problemas con adaptarse no es fácil para ella, se siente como pérdida, alejada de todo esto, Elizabeth me a contado que no sale mucho de su casa, por eso su mamá, su papá, Andrea y Elizabeth tratan de buscar cualquier excusa para que salga más acompañarlos, que si ir a las prácticas de fútbol de su hermano, buscarlo a la escuela con Elizabeth, a comprar pan, a dar una vuelta al parque o cualquier cosa para que salga un poco.- Me quedo pensando ella me contó algo pero no pensé que fuera para tanto.
- Da miedo enfrentarse al mundo caballero, no todos están listos para enfrentarse a las diferencias de los demás, a veces lo vemos cómo algo negativo, no sabemos cómo afrentarnos a ellas, preferimos estar en nuestro lugar seguro, en donde sabemos que no nos van a ver mal, a juzgarnos, sin las miradas que te lastiman, todo eso que nos da miedo y nos da mucha inseguridad.- Recuerdo que me lo escribió en una de sus cartas pero no pensé que se refería a ella y a sus miedos, miro a Leonel para concentrarme.
- Su psicólogo y sus maestros aconseja que salga un poco más, para que se integren con otras personas y chicos de sus edades, ella estado saliendo un poco pero siempre con alguien que la acompaña, cuando iba a los juegos de fútbol de su hermano, para buscar a Regina y Liam a la escuela, caminar un rato en la plaza y a tus juegos, aún le cuesta integrarse un poco más, se siente un poco insegura al mundo, es muy tímida, Elizabeth me a contado que muchas veces la han dejado a un lado, ignorandola por completo, pensando que es un ignorante hasta su propio familia.- Me quedo paralizado esto no tenía ni idea de lo que le pasaba, siempre pensé que era feliz por la sonrisa en su cara, me acuerdo de las palabras de Elizabeth de que Leilani es muy inteligente y no una ignorante.
- Leonel ella nunca me contó de esto, ella siempre me decía que era feliz, que su discapacidad no le pesaba, que siempre tenía una sonrisa porque era muy feliz con su vida y no pensé que pasara por todo esto.- Me mira con esa mirada de que algo era obvio.
- Spencer ella se parece un poco a ti en ese aspecto, tiene algo parecido en personalidad y tiene una idea parecida.- Lo miro confundido, Leonel suelto un suspiro y sabe que me lo tiene que explicar.
- Ambos le sonríen al mundo no importa que les este pasando siempre tiene una felicidad y tratan de que los demás sean felices a su alrededor, pueden que esten lleno de tristeza pero no lo demuestran y hacen que los demás sonrían aunque por dentro se estén muriendo, digamos que son esas personas que tratan de alegrales el día a los demás y para que dentro de ustedes se alegren un poco a pesar de sus tristezas.- Yo me quedo en silencio nunca lo había visto así, nunca he sido bueno con mis emociones y que los demás sepan lo que siento, pero es verdad lo que acaba de decir Leonel.
- Que debo hacer?.- Digo después de un tiempo pensando cada uno en sus palabras y Leonel siempre te da tu espacio para pensar y eso se lo agradezco porque tengo que asimilar todo esto.
- Aquí viene la parte en la que decides, dejarla ir o luchar, pero te lo digo de una vez si decides luchar no va hacer fácil, tienes que estar ahí para ella, mostrarle que la ves mucho más que por su discapacidad y ayudarla con eso, pero si decides dejarla ir también es muy valiente de tu parte porque no todos se atreven a dejarla ir para que sea feliz, Spencer la decisión es tuya pero debes pensarla muy bien, lo que ambos le va hacer feliz, sea sano para los dos, afrontar los miedos que ambos tienen, lo que sienten, el bienestar de ambos y sobretodo que sean felices saludablemente.- Suelto un suspiro.
- Tengo que pensar en muchas cosas.- Le digo dándole un vuelta a mis pensamientos.
- Decidas lo que decidas te voy apoyar para eso estoy mano.- Me dice Leonel dándome una palmada en la espalda yo coloco una sonrisa en mi cara.
- Solo espero que Elizabeth no me odia por todo y te allá ocasionado problemas con ella.- El sonríe.
- Elizabeth no esta enojada contigo, te tiene mucho cariño y lo sabes, ella piensa que eres tú el que la está evitando, no he tenido problemas con ella al contrario, está preocupada por ti, por eso he venido a está fiesta porque ambos sabemos que lo necesitabas, a veces es bueno dejar esa fachada y esa sonrisa.- Le doy un pequeño empujón.
- Sabes quiero mucho a Elizabeth pero no sé lo digas, pasar tanto tiempo con ella se te está pegando la parte madura y razonable de ella, los dos son unos casos perdidos y no me quiero imaginar lo que se van a convertir.- Le digo para molestarlo, el solo coloca una pequeña sonrisa en su cara y me da un pequeño golpe en el hombro.
- No hables así, Elizabeth solo quiere lo mejor para ti al igual que yo.- Sonrió porque sé que es verdad, puedo contar con una mano los que considero amigos de verdad pero valen la pena.
Me vuelvo a concentrar en la noche tengo mucho en que pensar, una decisión que tomar pero se que pase lo que pase Leonel me va apoyar, el en verdad es un buen amigo y me ayudó a ver las cosas de manera diferente y se que ahora tengo asimilar todo para después tomar mi decisión.




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