El Cálido Iceberg De Las Brisas Del Reencuentro

Capitulo I

Hoy ya me voy, para dejar en exilio mi pasado. Nos trasladaremos con la esposa de mi padre; Clara Weestret. No sé si será pesada o buena, espero no ser cómo "Cenicienta". Mi padre dice que tiene un hijo llamado Clementte, tiene más o menos mi edad.

Joseph: Apúrate hija

Rossy: Ya, ya voy-Le grita mientras corre

Rossy estaba sacando sus maletas -Qué en realidad son dos, pero están pesadas- Se apresura bajando las escaleras...

Empieza a caminar a pasos pánfilos, empezando con los recuerdos de su niñez. Desde esos recuerdos, la efijié de su madre. Una pequeña y única lágrima sale de su ojo izquierdo, pero decide en apresurarse un poco... ya tenía que olvidar todo esto, y no hacer esperar más a su papá

Joseph: ¿Listo?

Rossy: ¡Claro! Ya voy

Llega hasta dónde está él, y su auto.
Su padre le ayuda con las maletas, dejando en la parte trasera sus pertenencias

Joseph: Entonces vamos. Entra cariño

Rossy se adentra al auto... No quiere recordar de nuevo, así que decide no mirar a su alrededor, pero no, por impulso lo hace y de nuevo le cae una sola lágrima en el ojo izquierdo... pensando en sí misma:

Rossy: (¡Nunca, pero nuca te olvidare, nunca!) ... -En un gemido de tristeza dice: ¡Mamá, mamá. Siempre mantendré todo tu amor, cariño en mí. En mí!

Joseph: ¿Dijiste algo?

Rossy: ¿Eh? No, no papá -(Uh, al parecer se escuchó algo)

Al llegar estaban dos personas esperando. Era una casa muy elegante y muy bonita a la vista de Rossy.

Bajaron del auto y empezaron a acercarse. Aunque Rossy no se percató de las dos personas que estaban-Porqué está distraída-Ya faltando cinco pasos de estar cerca de las personas, la mirada de ella va hacia un chico de unos más o menos 20 centímetros más grande que ella.
Al igual, el chico la mira...

Joseph: Clara, amor... Te presento. Ella es mi hija, Rossy-Tomando los hombros de su hija

Rossy: Hola. Un gusto

Clara: Hola Rossy... me alegra verte... Él... -Acercando al chico- Él es mi hijo, Clementte

Clementte: Hola señor... Hola, Rossy -Dedicando una cálida sonrisa

Rossy: Hola

Clara: Hijo, acompaña a Rossy con sus cosas, y le muestras su cuarto

Clementte: ¡Sí! Ven... -Haciéndole señas recogiendo las maletas de Rossy

Clementte y Rossy suben hacia las escaleras, están a mitad de camino, cuando Clementte mira hacia abajo, luego mira a Rossy. Tira las maletas con un poco de -Desprecio e indiferencia- mientras que en el mismo momento Rossy se estaba imaginado lo presente y lo que estaba a punto de decir, pero no lo interrumpe... 

Clementte: Bien, ahora...

Rossy: ¡Sí, lo sé! -Levanta sus maletas con seguridad y cortante- Tengo que ir sola con mis cosas, gracias (irónica) eres demasiado caballero-Tono suave

Clementte: -Algo sorprendido, pero relajado... casi sin que se le notara- Bien, que esplendido -Con su mano haciendo visto bueno hacia ella- Te dejo-Cerca de su oído

Clementte se va bajando en las escaleras, mientras Rossy piensa, hablando consigo misma;

Rossy: ¡Estúpido, lo sabía!... -Dirigiéndose a la habitación- Pero son las dos igual. ¡Ay! Entonces, voy con la que está al fondo (Estúpido) Ok... ahora solo dejo mis maletas y... ya estaré lista-Da la vuelta y nota cuadros- ¡Oh! ¡Qué bellos!-Los toca

Clementte: No deberías tocar cosas ajenas... -Dice apoyado de una mano en su puerta con las piernas cruzadas, como todo chico "varonil"- ¿Qué haces en mi pieza?-Mirándola fijo

Rossy: ¡Oh, Cierto! Deberás qué... eres... tan, pero tan, tan, amable... que me ayudaste cómo un "guía" hasta llegar a mi pieza y por supuesto cómo todo un "sir", me ayudaste también con mis cosas-Sacando sus maletas de la cama

Rossy se dirige a la puerta mientras abre la manilla y le da un leve empujón a Clementte, pero él ni se inmuta. Se dirige a la otra pieza. Dejando sus cosas en el piso... salta a la cama y se acuesta a descansar. Una hora y media después cuando estaba por cerrar los ojos, su papá le dice que baje a almorzar

Rossy: ¡Ya voy!- Baja y se dirige a la cocina- Tal vez ahora pueda ser mi oportunidad de cocinar, aunque sea algo pequeño...

Joseph: ¿Rossy? que haces acá, te eh dicho que no me gusta que cocines. Ve, anda ha sentarte. Recuerda esto; es como tu casa... Cariño... -Le acaricia el rostro-




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