Una semana. Ha pasado una semana desde el incidente con Connor en su habitación, no hemos vuelto a hablar de eso, y ha sido una de las semanas más agitadas en mi vida.
Nicholas me ha tenido entrenando mucho, cosa que no da resultados porque sigo bloqueada y mi magia no se va a manifestar, hasta encontrar la forma de desbloquearla; Connor también me ha hecho entrenar mucho, no solo en forma de lobo, sino también en forma humana, mi cuerpo comienza a tener mejor actividad física.
Ethan no se separa de mí, mi madre, mi padre y Laura han ido de aquí para allá intentando buscar alguna pista que nos guíe a los brujos que quieren atraparme, pero aún no tenemos nada.
— Alessa, tus padres y mamá nos necesitan en el living— dice Connor entrando a mi habitación sin tocar
— Oye, ¿por qué no tocas? ¿Qué tal estuviera haciendo algo malo?— le digo levantando una ceja y sonriendo
— No es momento de jugar, creo que esto es importante
— Yo no estoy jugando, pero si quieres podemos jugar y puede ser a lo que tú quieras— me levanto de la silla de mí escritorio y me acerco lentamente a él, pero antes de poder acercarme más, cierra la puerta y lo escucho bajar las escaleras rápidamente.
De inmediato lo sigo, al llegar a la sala, me encuentro con mi padre extendiendo una maleta con muchos papeles adentro, mi mamá, Laura, Ethan, Nicholas y Coral están junto a ellos.
— Hijo, ¿por qué estas tan rojo? — le pregunta Laura a Connor, sonrió y Nicholas me da una mirada cómplice, me conoce tan bien.
— Si osito, ¿por qué estas tan rojo? — digo mirándolo— ¿te ocurre algo? ¿estas enfermo? — me acerco y le toco la frente, en el proceso aprovecho para guiñarle un ojo y se pone aún más rojo.
— Los licántropos no nos enfermamos— dice mirándome y quitando mí mano de su frente— no es nada madre, ya estamos todos pueden decirnos lo que querían— cambia de tema y se acerca a la mesa, hago lo mismo y me ubico al lado de él.
— Encontramos los escondites de los brujos— nos revela mi padre dándonos una mirada seria.
— ¿los? — pregunta Ethan
— Si, hallamos dos lugares, y tenemos que ir a revisar los dos, tiene que ser hoy mismo, por eso nos tenemos que separar— nos avisa
— Nos vamos a organizar de esta manera— dice esta vez Laura— sus padres y yo vamos a ir a este lugar— me mira a mí y a Ethan señalando un lugar en uno de los mapas que esta sobre la mesa— ustedes chicos van a ir a este lugar— señala otro punto en el mapa
— El lugar al que ustedes van a ir, es a una casa en el centro del bosque, sabemos que a veces se hacen fiestas clandestinas en el primer piso, ahí es donde se van a infiltrar, sin embargo, su misión es buscar información en el segundo y tercer piso de la casa. Se dice que ese es el escondite de los brujos— menciona esta vez mamá.
— Connor y Nicholas, los dejo a cargo. Quiero que cuiden bien de mis hijos— finaliza mi padre.
Dos horas más tarde nos reunimos en la casa de Connor a elaborar un plan.
Estamos sentados en la sala de Laura, Ethan, Coral y yo estamos en el sofá largo, Sasuke está en mis piernas, y Nicholas junto con Connor están en un sofá separado.
— Creo que deberíamos dividirnos y que un grupo valla al segundo piso, y el otro al tercero— sugiere Connor
— Yo creo que lo mejor es no sepáranos, por si ocurre algo— dice Nicholas
— Pues yo estoy a cargo y quiero que nos dividamos.
— No, los dos estamos a cargo, y no quiero que nos dividamos— ruedo los ojos con fastidio
— Si siguen siendo tan inmaduros, voy a estar a cargo yo— les advierto— yo opino que nos dividamos, y no les estoy preguntando— digo cuando Nicholas va a protestar
— Yo iré con Connor al tercer piso, y Nicholas, Ethan y Coral van a ir juntos al segundo piso— continúo.
— Todos vamos a tener estos micrófonos para estar informándonos de lo que ocurre— dice esta vez Connor, dándonos un pequeño micrófono a cada uno
— Primero nos tenemos que infiltrar en la fiesta, seguramente tengan seguridad para los otros dos pisos, así que tenemos que tener cuidado— dice Nicholas
— Nos reunimos a las siete en punto aquí— dice Connor
(...)
— Obvio tenemos que ponernos maquillaje, yo sé que es una misión, pero tiene que parecer que vamos a la fiesta— le digo a Coral
Estamos juntas desde que nos fuimos de su casa. Ahora estamos en mi cuarto y llevamos mucho tiempo discutiendo si deberíamos ponernos maquillaje o no.
— Está bien, pero no mucho— sonrió complacida, pero no me dura mucho la alegría
— ¡ya son las seis! ¡Y NISIQUIERA ESTAMOS VESTIDAS— digo buscando desesperadamente en mi armario!
Encuentro un vestido negro que le lanzo a Coral y uno platedo para mí, las dos nos lo ponemos, yo dejo mi cabello suelto y me pongo la diadema que me regalo Connor, Coral se hace una coleta alta muy parecida a la que suele hacerse su madre. Me aplico rímel, labial y rubor; a Coral igual, pero a ella le pongo un poco de sombra plateada y negra, junto con un delineado.
— Te ves muy linda con maquillaje— me dice
— Tú igual, te ves preciosa, de todas formas siempre te ves muy linda— le digo
Salimos de mi habitación y bajamos las escaleras a despedirnos de nuestros padres que ya salen a la misión.
— Cuídate mucho— me dice mamá
— Si ven algo muy peligroso, mejor se devuelven— dice papá, asiento y después de darme un abrazo y a mi hermano, salen de la casa.
— Por cierto, están preciosas— nos grita mi papá a Coral y a mí, y luego se retiran completamente, cuando pensábamos hacer lo mismo, Sasuke se pega a mí, cada vez que doy un paso, él también
— No creo que sea bueno llevarte— le digo y él empieza a hacer ruidos extraños
— He estado investigando, si él de verdad es tu compañero de batalla, tienes que llevarlo, de algún modo siente el peligro y no va a querer que vayas sola— dice mi hermano
Editado: 31.08.2021