el camino de Alessandra

capítulo 34

El golpe resuena por todo el castillo de forma lenta y dolorosa. Me levanto de mi cama lo más rápido que puedo, aunque en el proceso me enredo con mis propios pies, al salir de la habitación, veo como un Connor completamente furioso va por el pasillo a punto de bajar la escalera, lo sigo corriendo y al ver la escena en el primer piso, tanto Connor como yo nos quedamos congelados en el primer escalón.

Coral tiene una mano en su mejilla, la cual esta roja, sus ojos están llenos de lágrimas. Laura esta frente a ella con su mano en el aire, una expresión de enojo decora sus facciones y está llorando mucho.

— Mamá…— Connor termina de bajar la escalera y se acerca a ellas, Laura voltea a mirarlo con el rostro completamente rojo, y Coral solo agacha la mirada.

— ¡¿dónde está?! — para aumentar la tensión del lugar, Nicholas va entrando al castillo con expresión de frustración. Al subir la mirada, se queda completamente quito viendo a Coral, su mirada pasa por la madre de Coral, su mano extendida y luego la mejilla de su hija. Su rostro poco a poco se va transformando en una mueca furiosa.

— ¡tú ¡—grita Laura

Con rapidez, Nicholas se acerca hasta la rubia, dándole la espalda a todos, con suavidad hace que suba su rostro, examina su mejilla y la acaricia con su dedo pulgar, luego, con calma se voltea quedando frente a Laura y Connor.

— Tenemos que hablar— le dice y luego su mirada va nuevamente a Coral— de forma pacífica.

Connor suspira, avanza nuevamente arriba de las escaleras hasta donde estoy, me toma de la mano y me lleva hasta mi habitación. Noto que Laura, Coral y Nicholas salen del castillo.  

(...)

— Es un día que huele a nostalgia— volteo a ver a mi hermano Matt con el rostro un poco ladeado.

Frunzo el ceño al no entender a qué se refiere, bajo mi mirada y me doy cuenta de que estamos sentados en la arena la cual esta un poco fría, frente a nosotros hay un mar de un azul triste, el cielo está lleno de nubes que se me antojan suaves y esponjosas. Estamos completamente solos, no hay ni una sola persona en la playa. Hundo mis pequeños pies un poco más en la arena y noto que nuestras manos están unidas, me tiro de lleno al suelo acostándome por completo en éste, mi hermano mayor me mira sonriente y hace el mismo movimiento que yo.

— La mayoría de las veces no entiendo nada de lo que estas hablando— Matt voltea a verme con cariño, suelta nuestras manos para subir la suya hasta acariciar mi cabello.

— ¿Alessa? — me llama, luego de un instante en silencio.

— ¿sí?

— ¿eres feliz?

— Claro que si

— ¿por qué?

— Porque te tengo a ti, y a Ethan y a papá y mamá— Matt sonríe— son la mejor familia que pude tener en el mundo.

— Esa es una buena respuesta.

— ¿y tú?

— ¿yo qué?

— ¿eres feliz? —hay unos instantes de silencio, hasta que finalmente vuelve su vista al cielo y se encoje de hombros.

— Supongo que sí.

— ¿supones?

— Esta Ethan y estas tú, son lo único que necesito

— No suenas feliz

— Si lo soy, te estoy diciendo la verdad, es solo que…

— ¿es solo que?

— Miro al mundo y no me gusta lo que veo.

 

Me despierto de golpe con la respiración acelerada, por un momento me siento aturdida hasta que al mirar a mi lado veo a Connor durmiendo profundamente y a Sasuke a su lado. No recuerdo en qué momento me quedé dormida, mis manos y todo mi cuerpo están temblando.

Suspiro y me levanto de la cama en dirección al baño. Los sueños y recuerdos de mi hermano Matt van aumentando cada vez más, aunque es extraño que ya no sueñe siempre lo mismo, en parte lo agradezco y en parte quisiera no soñar más con él.

Al salir de esa larga y confortante ducha, me encuentro a Sasuke aun durmiendo en el lugar donde yo estaba antes y a Connor recostado, sin camisa, viéndome fijamente.

— ¿por qué no me despertaste para ducharme contigo? — la calidez sube poco a poco a mi rostro — te ves tan linda cuando estas sonrojada.

— Ya deja de molestarme y por cierto ¿por qué no duermes en tu habitación? Esta es la mía

— Te dije que no me iba a separar de ti

— No pensé que hablaras tan literal.

Doy unos pasos para salir de la habitación, pero la voz de Connor me detiene antes de llegar a la puerta.

— ¿A dónde vas sin mí?

— Quiero ver a Coral y estar sola un rato— al mencionar a su hermana su rostro se ensombrece y la sonrisa coqueta que tenía hasta hace un momento se apaga poco a poco. — ¿sigues enojado con ella?

— No puedo estar enojado con ella, solo me parece en extremo irresponsable que no se cuidara, además el hecho que ahora tenga a esa demonio dentro suyo... no sabemos como va a afectar al bebe.

Suspiro y termino por llegar a la puerta, Sasuke percibe mi movimiento y se levanta de la cama, se estira y luego llega hasta donde estoy. No le digo nada más a Connor y simplemente salgo del cuarto.

Levanto a mi conejo al cual siento un poco pesado, creo que le he dado mucha comida estos días, y nos dirigimos a la habitación de la pequeña licántropa-demonio.

Al llegar, iba a entrar sin tocar, pero escucho dos voces adentro, así que me decido por tocar primero. Me adentro al cuarto cuando escucho un “pase”. Al entrar veo a Cora sentada en las piernas de Nicholas y a éste acariciándole la barriga con cariño, los dos se ven profundamente alegres y eso hace que mi pecho sienta una calidez extraña, pero acogedora.

Sasuke salta de mis brazos y sale corriendo hasta Coral, yo hago lo mismo y le doy un sonoro beso en la mejilla cuando estoy lo suficientemente cerca, y le revuelvo el pelo a Nicholas, con suavidad me siento en la cama a un lado de ellos.



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En el texto hay: romance, suspenso, hibrida

Editado: 31.08.2021

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