por Valeria O.

“Tamara apoyó la roca sobre una superficie gravosa a la vez que recordaba el bullying que le habían hecho toda su vida en todos los lugares en los que había estado. Al dejar la piedra la angustia que había en su corazón desapareció llenándola de tranquilidad. Luego tomó otra roca con forma cuneiforme y la colocó encima de la anterior al mismo tiempo que venía a su mente cuando el amor de su vida decidió engañarla con su mejor amiga o cuando su mejor amiga decidió engañarla con el amor de su vida. Ambas cosas eran igual de dolorosas. Cada vez que apoyaba una roca encima de otra iba quedando en el olvido los malos momentos vividos. La última piedra que colocó le hizo derramar muchas lágrimas y estaba relacionada con la pérdida de un hijo. Al terminar se levantó y caminó entre montones de apachetas que se asemejaban a una especie de cementerio del olvido. Con el alma liviana descendió hacia la playa levantando la mano a su esposo quien la esperaba con una mirada sonriente porque ambos habían decidido dejar atrás el dolor para dar lugar a la esperanza de un futuro bienaventurado.”

por Valeria O.

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Escrito el 16/08/2019

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