El chico de las cámaras (en edición)

10

Estabamos en el aeropuerto esperando nuestro vuelo. Estamos a unas horas de volver a ver a nuestra familia y yo no puedo estar mas que contenta al recordar eso.

Han esta con nosotros. Digamos que durante estos días estuve pidiendole que viniera con nosotros. Dijo que no podía porque mis papás no lo habían invitado pero ellos, al escuchar eso, dijeron que estaba mas que invitado. Su otra excusa fue que sus papás no lo dejarían pero le recordamos que si le dieron permiso, que debía darse un respiro y empezar a salir. Eso es bueno, se da otro ánimo.

Durante el viaje estaba sudando, es obvio que tiene miedo de conocer a los locos Dupont y mas sabiendo que no somos novios. Le daba la mano en señal de que se tranquilizara. El me sonreía de lado y veía por la ventanilla- yo la quería pero recordé que el jamás a viajado en avión, fue una escepción.

Al bajar, se sentía ese calorcito rico. Mis abuelos estaban afuera del auto, esperándonos. Me acerqué lo mas rápido que pude y los abracé, los extrañé demasiado.

-Mijita, estas ya grande- mi abuelo me sostiene de las mejillas y me las jalonea.

-Recuerdo cuando eras una bolita rosada... muy fea por cierto.

-¡Abuela!- detrás se escuchaban las risas de Han.

-Pero mira ese chico apuesto, ¿Cómo te llamas?

Los nervios volvieron a él. Tomé su mano y lo acerqué hacia nosotros. Al ver que no hablaba decidí hacerlo yo.

-Es Alonso, mi... amigo.

Mis abuelos se dan una mirada. Ya valí.

-Asi que tu a.mi.go. Mucho gusto, soy Rennan.

- Y yo Guadalupe, mucho gusto.

Entramos al auto y miramos alrededor. Han por descubrir y yo por nostalgia. Hace un año que no venía a mi tierra. 

Al llegar a casa, mis tíos y primos estaban afuera con un cartel. Corrieron y nos apachurraron con un abrazo, hasta podía sentir que me faltaba el aire. Quieren matarme.

-Familia él es Alonso, vino con nosotros. Es mi amigo.

-Si, su a.mi.go.- ¿Se nota que mis abuelos son discretos?

-Son novios, son novios- entre todos cantaban eso tan tonto, pero que mas da, es mi familia y los amo.

A él no le molesto para nada, al contrario, le da gracia ver mi cara de vergüenza.

-No somos novios- gire los ojos y gruñí.

-Aun no- quiso decir bajito pero se escucho tan fuerte que hasta mis abuelos lo escucharon.

Entramos a la casa y fuimos a las habitaciones que nos asignaron. Es como una mansión y las habitaciones nunca se acaban. Han y yo dormiríamos en la misma habitación, solo que hay dos camas para cada quien. Mis papás no se enojaron, al contrario, sabían que no haríamos nada malo, nos tienen confianza.

Estuvimos arreglando nuestra ropa en los armarios, no traiamos mucho ya que, solo veníamos dos días. 

Al terminar, los abuelos nos hablan para ir al jardín a comer. La mesa es como la de los catillos, muy larga. Pero la suerte no esta de mi lado. Han y yo quedamos muy apretados, es obvio que lo hicieron a propósito. Nuestras piernas rozaban. Tragué saliva. 

Estábamos sentados de adultos, adolescentes y los más pequeños. Mis papás, tíos y abuelos estaban hablando de quien sabe que, mis primos los grandes nos preguntan de cosas irrelevantes y los más pequeños juegan con la comida- en una de esas me cayó a la cara y todos rieron- pero la tensión era agradable. 

La comida estaba exquisita, lo mejor de lo mejor. Las preguntas un tanto vergonzosas pero ya que, son unos chismos- es de familia-. Mis papás se pararon y yo, algo confundida los mire. Se dieron una mirada y pidieron atención.

-Queremos darles una noticia.- ambos estaban agarrados de las manos, papá me miró y me hizo una seña para que me acercara. 

-Esto lo estábamos esperando por años y por fin se logró.- mamá ya estaba con lágrimas en los ojos.

-¿De qué me perdí?- no entendía nada en lo absoluto.

-¡Vamos a tener un bebé!.- Todos gritaron de emoción y yo tenía cara de horror, no es que no quiera un "hermanito" pero sé lo que se viene.

-Amor, ¿Te encuentras bien?- la voz de mamá me sacó de las nubes.

-Si, estoy feliz por ustedes.

Claro que lo estaba, pero mi cara no decía lo mismo. Estoy feliz por ellos, lo esperaban con ansias. No me siento reemplazada o que le tenga envídia al bebé porque el sí es hijo biológico. Siento que tendré que soportar lloriqueos, gritos, despertar a las tres de la mañana, berrinches, que me avienten la comida, ese tipo de cosas. Siempre quise un hermanito pero creo que ahora me arrepiento. 

-¿Estas bien? te noto asustada- Han ya estaba detrás mío, agarrándome de la cintura.

<<Te esta agarrando la cintura, que tranquilizante, sólo no te emociones>>

- Si, estoy bien. Siempre quise un hermanito o hermanita.

Todos suspiraron, aliviados. Pensaron que tendría una mala reacción. 

Ya estando en la habitacion, se acerca a mí y me abraza por detrás. 

-Si quieres, puedes decirme lo que sientes.

-Siento felicidad, ellos siempre lo desearon. No pienses que siento envidia porque si es bebé biológico y yo no, eso me da igual, ellos son mis papás y punto. Solo que siento terror, ¿Y si soy mala hermana?

-No lo creo, nadie es perfecto o nace sabiendo si va a ser buen hermano o no. Estoy seguro que serás una gran hermana.

Nos quedámos mirando a los ojos. Él de ves en cuando veía mis labios. Fuímos acercándonos, lentamente. Y por fin, nuestros labios se juntaron. El beso fue lento, sin necesidad de ir más rápido. 

Y mis papás estaban viendo desde la puerta, sonriendo. 

El día perfecto.

 

 

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.