El chico de las cámaras (en edición)

17

-Anda, vamos, así piensas en otras cosas.

-Nos vamos a divertir, ven con nosotros, hermanita.

-Verás que te dará otro aire. 

Los tres han venido para sacarme de la cama. Estos odiosos días solo he salido para la escuela y ya. Hiroshi anda muy golpeado, pero se lo merece, no sabía que Alan pega muy bien, lo contrataré para unos trabajillos.

 Cuando bajo a comer o a convivir con mi familia me hago la tonta cuando me preguntan por él, me dan unas ganas intensas de llorar, pero me las aguanto. Se han quedado otras semanas y cuando fue el baby shower me la pasé incómoda cuando vino, claro que no lo dije y lo disimulé.

-¿Me ven con cara de que quiero divertirme?, chicos, no quiero ser grosera, pero no quiero ir. Vayan sin mi, estaré bien. No se preocupen.

A jalones me sacan de la cama. Éstos si que son necios, parece que les hablo alrevés. Trato de poner resistencia pero es obvio que es inútil, si no pude son Hiroshi- solo con oír ese nombre me dan ganas de matarlo- menos podré con tres.

Sacan mi ropa, quedo desnuda pero no me da vergüenza que me vean, es mas, ellos ya me han visto sin ropa interior -ya lo había dicho, soy olvidadiza, lo siento-. Rebuscan en mi armario, dejando no solo desordenado, sino también ropa por todas partes. Doy un suspiro, al menos pensaré en recoger mi ropa que en él. 

Me ponen el vestido rosa, el primero que utilicé en mi cumpleaños cuando estaba Alon. Trato de no llorar, pero es inevitable. Mis mejillas ya estan mojadas y paso una mano por el rostro. Vale, no quiero llorar más. Ya sé que han pasado dos semanas desde que lo ví por última ves y que no lo voy a superar tan fácilmente, pero me colma la paciencia y cuando veo algo relacionado a él no puedo evitar sentir nostalgia. 

Pía trata de ponerme un poco de maquillaje pero me muevo de un lado a otro para que no lo haga. Bufa y deja todo en la mesita aventándolo, sin paciencia. Me escarmena el cabello y lo hace en media coleta. Mark me pone los tacones y Alan fue a su casa por una cosa. 

Bajamos las escaleras, mi familia esta en la sala jugando un juego de mesa. Sonrío falsamente y les digo que saldré un momento, ellos no parecen notar que estoy mal, así que salimos escuchando sus voces y risas. 

En el auto, ponen una venda en mis ojos y unos audífonos con volumen alto en mis orejas. Están muy raros pero prefiero no decir nada. 

Pongo una mueca al escuchar la canción que me dedicó Han, "what makes you beatiful". Al ser mi banda favorita la estaría cantando, pero ahora me arrepiento profundamente de que me la haya cantando.

<<Ahora deberías de hacerle caso a las directioners, no se dedican y no debes dejar que te las dediquen. Son sagradas>>.

Opto por pensar en otra cosa y hacerme la sorda, pero no funciona, mi mente sigue divagando por los recuerdos. 

Termina y sigue la canción de CD9- cabe aclarar que también es una de mis bandas favoritas- "lo que yo te di". Empiezo a cantar a todo pulmón. Mis amigos han de estar riéndose pero como no los oigo,prefiero pensar que hablan de otra cosa. 

Lo que yo te di
Lo que yo te di
Sigue dentro de tu corazon
Siempre sere la primer vez

Lo que yo te di
Lo que yo te di
Es la historia del más puro amor
Siempre sere la primer vez
Lo que yo te di.

Estúpido y sensual, Alon de pollo- eso me hace recordar que a Alonso de CD9 le dicen así, maldita la hora en que le dicen así a él-. Ya no debería llamarlo de esa manera pero no puedo, estuve tan acostumbrada a decirle todos esos apodos-. Me sentiría fatal que tuviera otra chica que le diga de igual manera, de tan solo pensarlo mi estómago se revuelve y hago una mueca, poniendo una mano  en el. 

El auto ya no se mueve, pongo una mano en la venda pero alguien me da un manotazo, haciendo que gima y me sobe en el área afectada. Los odio. 

Espero a que me indiquen los pasos. Toman mis manos y me sacan del auto. El clima esta bueno, demasido. Con mucho cuidado me llevan hasta el lugar. Me sientan y me quitan los audífonos, se escucha la música demasido fuerte, pareciera que sigo con ellos. Quitan la venda muy brusco y no puedo acostumbrarme a las luces de colores que van y vienen. Cierro los ojos un momento y estoy casi segura de que estamos en un antro, somos menores de edad- solo Pía y yo, Mark y Alan son mayores de edad-y a ellos no les importa. De a poco voy abriendo los ojos y quedo sorprendida, efectivamente estamos en un antro, de los buenos. Volteo a verlos, enojada. Espero no meterme en problemas y menos con mis papás que podrían darme un sermón de dos días. 

Me dan una mirada de disculpa y se marchan, dejándome sola. Bueno, no tan sola, Han esta a mi lado y...

¡¿Quéeeee?!, ¿He visto bien o me lo estoy imaginando?

Tallo mis ojos pero no se esfuma. Él me mira de arriba hacia abajo y hace su sonrisa de lado. La mariposas llegan, trato de calmarlas pero es imposible. 

Me levanto rápido del asiento, haciendo que me mareé un poco. Veo por todo el lugar pero no encuentro a mis amigos, malditas hienas, de seguro se fueron y nos dejaron solos, ese era su objetivo. Claaaro, por eso estuvieron insistiendo. 

Voy a la barra. Recordemos el recordatorio, nada de hacer o decir nada de lo que me arrepienta mientras este borrarcha, porque hoy si me pongo hasta las chanclas. La garganta me arde, me he tomado un trago muy rápido. Volteo varias veces hasta donde esta Han- dejaré de decirle así- y sigue mirándome descaradamente. Se supone que estaba enojado conmigo, ¿No?.

<<Tú lo has dicho, estaba>>.

Bueno, ahora yo soy la que esta enojada con él. No me dejó explicarle los hechos y me corrió de la habitación de Al. Que se joda, solito la cagó y ahora me pondré como él.

<<Pues, estando borracha harás lo que dicte tu corazón>>.




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