El chico de las cámaras (en edición)

18

Despierto con la cabeza palpitándome. Lo odio, sí, pero el sabor del alcohol es bueno y adictivo. Ahora entiendo a los borrachos.

Sobo mi nuca y de apoco voy abriendo los ojos. Frunzo el ceño al notar que no estoy en mi recámara, sino en la de... ¡Han!- ya lo sé, no cumplo lo que digo-. Destapo mi cuerpo y me pongo roja al notar que estoy con su ropa ¡¿Pero quién me lo puso  anoche?!. Me levanto de golpe e intento buscar mi ropa. Todo está echo un desastre por aquí. 

Como puedo, me visto y bajo corriendo las escaleras. Alon no estaba en su habitación- gracias al cielo- y pude huir fácilmente. No iría por la puerta de frente porque pueden verme por las cámaras, tampoco por el jardín ahí posiblemente esten los chicos y sería demasiado incómodo.

Estoy atrapada, muy atrapada. 

Doy pequeños saltitos en mi lugar. No se que hacer, ni si quiera sé como llegué aqui. Sólo recuerdo haber tomado y que él cantara, pero... ¡Lo besé!, ¡¿Es que yo no soy lista?!.

<<Al parecer no, princesa>>.

Con mas razón tengo que salir de aqui. 

Logro idear un plan para, al menos, salir por el jardín. Cojo el telefóno de la casa y marco al celular de alguno de ellos. Pareciera que todo va bien, pero no es así. Pía corre para alcanzar su teléfono- que estaba en el sillón frente a mi-, cuelgo lo más rápido que puedo pero es en vano. Voltea a verme, da un chillido- que detesto- y a jalones me lleva al jardín, en donde todos los chicos están. 

A veces odio a mi mejor amiga, no ayuda en situaciones incómodas.

Cuando llegamos, Han me ve con sus mejillas color carmesí. Los chicos nos miran, confundidos. No hemos despegado los ojos el uno al otro, estamos apenados. 

Mark carraspea y volvemos a la realidad. Volteo a verlos, el trío tiene una ceja alzada y los brazos cruzados. De a poco van haciendo una sonrisa de oreja a oreja. ¿Ya les he contado que estos chicos son bipolares?, si no lo sabían pues ahora ya lo saben.

-¿Y bien?, parece que nuestro plan funcionó- Alan pone una mano al centro, Pía y Mark la chocan con él y parece ser que sacan dinero. Apostaron las mugres hienas. 

La puerta está a unos cuantos pasos- como diez, quizá-. Mientras ellos se quejan y hacen sus cuentas camino muy lento para que no se den cuenta. Mi mano toca la manija y en ese momento noto que una mano- la cual conozco- esta sobre la mía. Mi cuerpo empieza a tensarse. 

Es como si no quisiera verlo- talvez por lo que creo que hicimos- y eso que me encantaba hacerlo. Mi estómago ahora ya no hace mariposas, ahora son murciélagos, unos violentos.

Hago una mueca al sentirlo tan cerca de mi. No esperaba que me detuviera, se supone que cree que le fui infiel. 

-¿Vas a alguna parte?- su voz empieza a sonar muy bajita, su nueva táctica, hace que quiera tartamudear pero me prometí una cosa.

-A mi casa, ¿No es obvio?- trato de sonar lo mas seria posible, pero al oler su perfume hace que empiece a tambalear.

Toma mis manos y las pone en su pecho. Estoy sorprendida, hace unos momentos estaba sonrojado y ahora me mira como quisiera decirme algo- además de la pregunta- mientras se relame los labios y hace su sexy sonrisa de lado. ¿Es que este chico siempre se ve así de guapo?

Esperaba este momento durante las últimas semanas pero no sabía como reaccionar. Es como si fuera un desconocido y no saber sacar tema de conversación. 

Busco la ayuda de una de las hienas pero las tres se fueron riendo.

No se que hacer en estas situaciones, con Hiroshi era esconderme en los lugares en donde había poca gente y él caminaba por los pasillos en donde más gente había, no era penoso como yo, en eso éramos diferentes. Mas bien, en todo somos diferentes.

No puedo moverme, es como si me quedara paralizada. Quiero que me toque, sí, pero no quiero salir lastimada de nuevo. Esta ves no le haré caso a mi corazón.

-¿Me sueltas? mis papás han de estar preocupados por mi- bajo mi cabeza para que no note que las llágrimas amezan con salir.

-No hay problema, Pía les aviso ayer por la noche.

¿Es que no entiende? no quiero seguir aqui, platicando o quién-sabe-que-cosa haciendo con él. Necesito un poco más de tiempo y arreglar lo que ahora siento, ya no quiero caer, ahora no.

Un poco destrozada, me suelto de su agarre y abro la puerta. No se mueve de su lugar, eso me hace sentir un poco bien pero a la ves mal, quiero que me ruegue y sigamos como si nada. Lo miro un momento, tiene fruncido el ceño y va entristeciendo mas y mas cuando voy cerrando la puerta. ¿Pero qué estoy haciendo?.. Abro la puerta de golpe, parece ilusionado pero todo rastro de alivio se desvanece cuando lo agarro bruscamente del brazo y lo llevo a la sala. 

-¿Por qué amanecí en tu cama y con tu ropa?- estoy parada enfrente de él con los brazos cruzados mientras me muevo desesperadamente por saber su respuesta.

-No lo sé- es lo primero que dice al terminar mi pregunta- Mira- trata de agarrar mis manos y sentarme pero me aparto- no recuerdo nada de anoche, tomamos de más y, cuando desperté, estaba igual que tú, confundido y con la pijama.

Vale, creámosle un cincuenta porciento. No creo que mienta, jamás me ha mentido. 

-¿Y quién lo hizo?, ¿El club de las hienas?-veo que trata de no reír y yo me siento a un lado de él.

-¿El club de las hienas?-los tres chiflados entran protestando y sentándose en el sillón que hay frente a nosotros.

-¿En qué momento se te ocurrió ese apodo?-Pía lleva su mano al pecho mientras se hace la ofendida.

Mark y Alan no parecen afectados, mas bien entusiasmados por la idea que tuve.

-Desde el momento en que me llevaron ayer a un antro, cosa que es mala, chicos, ¿No entienden que soy menor de edad y me puedo meter en serios problemas?- las hienas iban a hablar pero es hice "sht" y quedaron en completo silencio-. Luego me dejaron sola con esta rata con dos patas...-todos estaban carcajeando que no pude y me les uní, Alonso negaba con la cabeza con lo que dije-. Y hace unos momentos apostaron por nosotros- mi dedo se mueve señalando a Alonso y a mi-. Todo eso mientras ustedes reían ¿Qué hacen las hienas? ríen. Por eso el apodo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.