El despertador comenzó a sonar, de mala gana me levanté y me dirigí al baño a darme una ducha. Al entrar me miré en el espejo, tenía una piel muy pálida, un cabello corto y oscuro y unos ojos grisáceos rodeados de una...bueno....una mancha negra alrededor de mis ojos. Al terminar de ducharme y vestirme me peiné el cabello dejándolo suelto.
Al terminar bajé a desayunar.
-Buenos días Ally- me saludó mi hermana, Jess-.
-Ah, hola- le dije de mala gana mientras preparaba mi desayuno-.
-¿Que te pasa?¿no dormiste bien?- me preguntó-.
Solo suspiré
-No tengo ánimos de hablar Jess- le dije-.
Esta asintió sin más, siempre pasaba de mi familia por mi depresión. Al terminar, cogí mis cosas y salí.
-Hey espera- me dijo Jess deteniéndome-.
La miré confusa
-¿Que pasa?- le contesté-.
-Ten cuidado, por favor- me dijo preocupada-.
Asentí y salí directa a la escuela. Claramente mi escuela es para Zombies, por lo tanto pasaba de la ciudad de los humanos. Caminando y caminando me adentré en un bosque. Mientras caminaba escuché unas voces que venían hacia mí. Eran dos chicos hablando, entonces la voz cada vez avanzaba cerca de mí, directamente me escondí en un arbusto.
-Hey!, ¿donde te has metido?- preguntó uno de ellos-.
Vaya, creo que me descubrieron.
-Sé que estás escondida así que es mejor que salgas- siguió diciendo-.
Con temor y a la vez valentía salí, ahí estaban. Dos chicos, uno era de cabello oscuro y otro castaño. Me miraron sorprendida, el pelinegro comenzó a reírse mientras que el otro permanecía con la misma expresión.
-Vaya, vaya, vaya, pero mira que es- dijo el pelinegro en un tono burlón-.
En ese momento estaba asustada por lo que me podían hacer. De repente la misma persona se acerca a mí empujándome hasta tirarme al suelo. Estaba asustada, pude notar la mirada calvada en mí la del otro chico.
-Por favor, no...me hagas daño- le contesté con temor-.
-Ron, vamonos, llegaremos tarde- habló el de los ojos marrones avellana-.
El pelinegro que se hacía llamar Ron volteó hacia el otro chico
-No pasa nada, ¿por qué no nos divertimos con esta monstruo un rato?- le preguntó sonriendo de lado-.
Este suspiró cansado
-Déjala y vamonos- le contestó-.
El chico me dejó levantarme para irme, y salí corriendo.
-¿Por qué la has dejado ir?- le preguntó enfadado-.
-Vamonos- contestó furioso-.
Este asintió a regañadientes, pero cuando se iban a ir el chico del cabello castaño vio algo tirado en el suelo. Con intriga se agachó y cogió la pequeña cartera que estaba tirada en el suelo, la abrió y vio la foto de la chica que iba a ser agredida por su amigo con más personas en la foto.
-¿Nos vamos o te vas a quedar ahí todo el día?- le gritó su amigo-.
Este guardó la cartera en su bolsillo y se fueron a su escuela.
(....)
Corrí como si no hubiera una mañana, obviamente llegué tarde y me llevaron a la biblioteca. Siempre que un alumno llega tarde a la primera hora lo mandan a la biblioteca. Me encontraba pensando en lo que me pasó hace 15 minutos.
En mi mente solo habitaba el chico del cabello castaño, ¿por qué me dejó ir?,¿Por qué detuvo a su amigo si yo era un monstruo?. Muchas preguntas habitaban en mi cabeza, pero....¿por qué tenía el deseo de conocerle?, si es un humano.
Agité mi cabeza por aquella estúpida pregunta