Falta una sola función para no volver a esta ciudad dentro de los próximos dos años, absolutamente todos mis compañeros y compañeras siguen del mismo y extraño humor.
Desde mi encuentro con las gemelas los empleados del circo suelen preocuparse demasiado por lo que hacen y por los demás. Nunca más Kin y Kan volvieron a tener marcas de rasguños o golpes, nunca más las había encontrado enojadas.
La hermosa mañana del día del último show me desperté muy emocionado, quería saludar a Saeada, no sin antes mirarme al espejo, acción que nunca volveré a hacer. La persona del reflejo no era yo. Era muy menor para tener barba, incluso subí de estatura, engordé y mi cabello comenzaba a tener canas. Parecía tener 3 décadas de edad para que apenas pasara un año desde que empecé a trabajar haciendo Stand-Up en este lugar.
Al llegar a la habitación de Saeada, este corrió para abrazarme, hablamos un rato, posteriormente el Sr.Avarice nos comunicó que después del desayuno se hará un ensayo, así que tenemos que prepararnos.
El ensayo no duró más de dos horas, todos teníamos dominados nuestros talentos, creíamos que era inservible ensayar, el Sr.Avarice aparentaba una expresión seria, pero se divertía.
Faltaban 4 horas para la función. El alcalde de la ciudad acordó una cita para ese mismo día con el Sr.Avarice, no sabíamos el motivo de la reunión misteriosa, al llegar, el alcalde no dijo nada, pero tampoco actúo de manera anormal.
Llegó el momento del último show antes de irnos durante 4 años. La función fue perfecta, todos y todas lograron dar su máximo, mostramos nuestros talentos, nada podría salir mal.