El Círculo Del Dolor

Año Nuevo

— Fiesta en el castillo, 1790. —

Ha llegado el año 1790, y en el castillo nerelick, los demonios más importantes organizaron un evento donde invitarían a todos los demonios más famosos en la tierra, tales como el mismísimo hijo de lucifer, quien se la pasa en el centro de la tierra fundiendo armas con sus propias manos. Su nombre es Lucius Femir, aunque muchos le dicen "El último hijo" porque luego del apocalipsis Lucifer junto con muchos de sus hijos murieron, tan solo quedo Lucius ya que este se ocultó en el centro de la tierra y no decidió pelear.

Llegaron muchos invitados al castillo; el dueño del lugar estaba en la puerta junto al mayordomo recibiendo a todos los demonios. Los humanos que corrían por todas partes se asustaron al ver tantos demonios horrendos. El dueño del castillo se percató de que los humanos muertos de miedo estorbaban, aunque los invitados maten a los estorbos, sus cuerpos obstaculizaban todo los pasillos y habitaciones, es por eso que el dueño estaba tan avergonzado qué decidió que ese día no habrían torturas, son demasiados cuerpos destazados. En el cuarto de juntas administrativas, el dueño del castillo cerró las puertas con protección, se rajo sus brazos desde la muñeca hasta su hombro, su sangre brillante y roja empezó a chorrear todo el sitio, esa misma sangre empezó a flotar y formar una figura en una de las paredes, se empezó a escribir un nombre extraño. El sangrado se detuvo y las heridas cerraron al instante, en la pared esta escrito el nombre "Umili", el dueño escribió su propio nombre sin que nadie lo viera, su prioridad es que no conozcan su nombre. Los humanos en ese castillo que anteriormente estaban encerrados, fueron mágicamente expulsados dejando un destello para luego aparecer todos en conjunto en la puerta del castillo en fiesta. Esos humanos lloraron y gritaron de alegría, todos habían escapado de ese horrendo lugar, unos "murieron" por siempre, pero los demás ahora están afuera, sus gritos se escucharon por toda Alemania, y de esa forma se disolvieron por cualquier parte, buscando algún sitio donde acojerse y disfrutar su libertad.

Umili, más calmado, fue al comedor principal a llamar a todos los invitados para el gran banquete. Umili había preparado unas comidas tan ricas, unas comidas que eran de la tierra antes del apocalipsis, frutas frescas en buen estado, pan suave y mucha carne en un punto perfecto. También las paredes estaban decoradas con oro y diamantes finos, unas plantas floreadas superverdes. A nadie le importó de dónde sacaron ese banquete tan inexistente en ese mundo gris y podrido; solo disfrutaron que estuviera. Todos se sentaron y acomodaron sus utensilios para devorarse todo lo que tenían en frente de la mesa; una música de violín empezó a oírse y comenzó la cena.

Umili — Damas y caballeros, en toda su conformidad me siento contento de su presencia y su decisión. Es de mi agrado compartirles la alegría de un nuevo año, queridos amigos, y como todos los nuevos años, comenzará la nueva distribución infernal del castillo Nerelick. Recuerdo los días cuando me sentí rechazado, pero ahora soy el dueño y el máximo líder de este castillo. Bueno, continuemos con las nuevas propuestas por parte de la Máxima Autoridad Privada Infernal (MAPI).

Umili, con una copa de sangre en mano, empezó a informar a todos los demonios presentes de sus propuestas liberalistas de cada año. Ya son clásicas, y como su gran influencia es tan grande, todos los demonios tuvieron sus miradas fijas hacia Umili y prestaron atención y jamás se distrajeron.

Umili — Es importante que dejemos que los humanos sean libres en su propio sufrimiento; no debemos forzarlos a sufrir así nada más, pues ellos podrían acostumbrarse a ese dolor si los milenios pasan, por más que el sufrimiento sea tan grande. Como todas las décadas, propondré algo nuevo que estuve pensando mucho tiempo. ¿Alguien quiere, antes de mí, decirnos qué opinan sobre mi política?

Aphrodis — Está bien, seré el primero en tomar la palabra. Por todos mis lindos niños, nosotros tenemos una opinión y política distinta a la tuya. ¿De verdad creen que no habrá problemas con los humanos si los dejamos libres por el castillo? Y mucho más importante, dejarlos vivos si son tan persistentes, ¿qué es eso de dejarlos vivos si es que sobreviven, y si lo logran, pues se pudren? Mis preocupaciones son claras y conscientes; ustedes de verdad entienden lo que puede llegar a pasar y aún así, lo dejan como si nada. Esto está incorrecto; las políticas deberían cambiar poco a poco desde ahora. Yo fui electo 2 veces, sí tuve la oportunidad de ganar, entonces significa que mi política no es completamente basura como dices. Tenemos que hacerlos sufrir y punto, nada de demonios paseándose por el castillo buscando a humanos que atormentar...

Umili — Entonces, amigo, ¿dónde quedaría el trabajo de los que están ya en el castillo? Simplemente hacer que sus labores se paren de una es inaudito, y con tu política de sufrimiento simple, es fatal e ignorante; solo hacerlos sufrir sin más con torturas físicas es muy fácil. ¿ Dónde está el sentido del castillo si no hay problemas? Nosotros, como los humanos, necesitamos problemas para vivir; no sería muy cómodo tener todo a lo fácil. Debemos trabajar para tener algo que hacer toda esta eternidad. ¿No lo crees?

Aphrodis – En lo absoluto, somos demonios y no tenemos por qué ser como los humanos. De verdad, nosotros somos mucho más capaces que esas criaturas que se la pasan reviviendo metafóricamente porque no tienen a dónde ir. Es una gran oportunidad, y repito, no tienen a dónde ir; es el momento perfecto para tenerlos en un cuarto sufriendo sin que puedan acabar su tormento. El trabajo, el aburrimiento son patrañas; eres demasiado humano con las cosas que dices. Entiende, somos demonios, somos seres superiores y no necesitamos trabajar y divertirnos para poder pasar la eternidad; solo es cuestión de existir para desangrar humanos, ese es el verdadero y único fin destinado.




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