El clan de las hechiceras místicas, noche de brujas

Capitulo 5. El clan de los brujos psiquicos

—¡Eh oye! Parad, parad de hacer eso— Ramón no sabía cómo manejarlo, pero unas personas tapadas hasta los ojos, empezaron a romper todo a su alrededor, todos los objetos mágicos que estaban por vender.

—Tío, ¿qué pasa? Oh no.

—No puede ser. Que no escapen— Dijo Meiga. Elvia hizo florecer las plantas que estaban en la puerta para hacer que creciesen y bloqueasen la salida.

—No escaparan—Dijo Dalton. Cerró los ojos y con las manos libres hizo una ilusión para las cuatro personas. Estaban viendo que la tienda se caía a pedazos, así los cuatro se tiraron al suelo—Ya están.

—No, espera— Álvaro lo detuvo. —Mira, creo que se han dado cuenta.

—Pero es imposible, mis ilusiones son de nivel superior— Los cuatro que entraron sacudieron sus cabezas y con la piedra del teletransporte se fueron hacia la ventana.

—No os escapareis. ¡Gravedad cero! —La gravedad para ellos cuatro cambió. Levitaban, como si estuvieran en la luna. Meiga repentinamente se alzó y estiro un trozo de la tela negra que llevaban, solo alcanzó a una, dejándola al descubierto. —¡Inara!— Ella desapareció con la piedra de la transportación al igual que los demás.

—No hay duda, son el clan de los brujos psíquicos, este es su símbolo—Dijo Tizen al coger del suelo un collar con el símbolo.

—Inara…—Dijo Elvia. —Pero no puede ser, ella pertenece al clan de las brujas de la luna negra ¿por qué iba a tener un collar con el símbolo de los brujos psíquicos?

—Puede que se estén aliando— Dijo Ramón.

—Entonces tenemos que aliarnos con otros clanes para acabar todo esto— Dijo Meiga.

—No será nada fácil, pero no hay nada imposible— Animó Tizen.

En otro lugar, en una gran mansión, estaba un hombre con traje y corbata mirando por la ventana cuando de repente, otra persona abrió la puerta después de tocarla.

—Señor he venido cuanto antes. Me he enterado en los pasillos ¿es cierto? ¿Hay una hechicera mística viva?— El otro hombre también iba con traje.

—Eso parece, espero que no estropee mis planes— Dijo sin dejar de mirar la ventana.

—¿Pero cómo es posible? Murieron todas hace once años. Ella no dejaría a ninguna con vida.

—No sé lo que pasó, me dijeron que habían muerto todas, puede que la que falta no estuviera en ese momento.

—Señor—Una mujer entró. —He revisado los datos y archivos del clan de las hechiceras místicas, eran nueve y solo se encontraron siete muertas.

—¿Insinúa que hay otra hechicera viva?

—No lo sé con exactitud, pero podría ser posible.

—Quiero que nuestros productos estén seguros, pronto va a ver una noche de brujas, y esta vez será la más fuerte.

—Pero si lo del clan es cierto, lo de que cada vez que muere una, el poder de esa hechicera pasa a las vivas, las dos serán muy poderosas— Dijo la mujer.

—Quiero que las traigáis aquí, las quiero aquí, vivas, me da igual como, utilizad lo que queráis para traerlas aquí, quiero hablar con ellas— Dijo antes de irse de la habitación.

En la tienda del pueblo, Meiga, Elvia, Dalton, Tizen, Ramón y Álvaro estaban terminando de limpiar todo el desastre que había por la tienda.

—¿Diga?—Tizen cogió la llamada. —Por supuesto, de acuerdo, ahora irá, gracias—Colgó.

—¿Quien era?—Preguntó Ramón.

—Era Rohan, su hija, Mirela, quiere hablar contigo Meiga, les he dicho que irías a verla.

—¿Es la vidente?

—Sí, deberías irte ya, quiere decirte algo muy importante.

—Nosotros te acompañamos, somos un equipo ¿no?

—Hablo la camarera— Dijo Dalton.

—Soy una camarera porque no tengo otra opción.

—Era broma.

—Yo también quiero ir, si no os importa— Dijo Álvaro.

—¿Tu qué dices Ramón?— Preguntó Meiga.

—Puede ir, así le da el aire. Pero te quiero de vuelta.

—No te preocupes tío, no me iré a ninguna parte.

Meiga, Elvia, Dalton y Álvaro se fueron de la tienda para ir a hablar con la hija vidente de los brujos Marie y Rohan.

—Mirela Cage ¿verdad? Soy Meiga— Dijo en la entrada de la habitación.

—¿Quiénes son los demás?— Preguntó Mirela sentada en su cama.

—Son mis amigos, tranquila, puedes confiar en ellos— Dijo entrando en la habitación. Se sentó a su lado. —Me han dicho que querías hablar conmigo ¿sobre qué?

—Sobre mi visión. Vi lo que pasó, en mis sueños, pero lo vi.

—¿Sabrías describir lo que viste?— Preguntó Elvia.

—No lo recuerdo todo, tened en cuenta que lo tuve cuando tenía siete años, y han pasado once.

—Lo sabemos, y toda la información, por pequeña que sea, nos ayudará en la investigación.



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En el texto hay: magia y misterio, secretos de un clan

Editado: 24.01.2020

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