El clan de las hechiceras místicas, noche de brujas

Capitulo 13. La chica del rostro oculto

Miércoles, 25 de julio, a las 22:23 de la noche.

—Ah sí, así llegue a este punto… -_- —Pensó Meiga tras recordarlo todo.

—¿A quién buscan?—Preguntó Silvia. Mientras que estaban escondidas detrás de los arbustos, un señor pasaba por ahí.

—¿Quienes sois? No se pueden usar armas en este país. ¿Sois de la policía?

—Cállese— Dijo uno de ellos, apuntó con la pistola azul y de su arma salió un cable eléctrico que dejó desmayado al hombre.

—¿Que ha sido eso?— Preguntó Connie.

—No digáis nada, nos tenemos que ir de aquí.

—¿Pero tú sabes algo de todo esto?— Preguntó Silvia.

—Dejad de hacerme preguntas, ahora entiendo a Dalton…

—¿Quién eres tú?— Uno de los hombres vio una figura entre las sombras, estaba toda cubierta por una capa de color negro. —Te he hecho una pregunta— El hombre furioso apretó el gatillo, saliendo así el mismo cable eléctrico con más potencia.

La figura sombreada desapareció en la oscuridad de la noche, apareciendo entre él y sus compañeros, saco su brazo derecho con la mano en posición de hacer aparecer una esfera de energía, pero esta era oscura.

—¿Magia negra?— Pensó Meiga.

—¿Quién eres tú?— Pregunto desconcertado, la figura no dijo nada y ataco al que tenía delante con esa esfera oscura, esa esfera absorbía la energía vital de quien la tocara. Los demás compañeros se quedaron boquiabiertos con ese ataque, tanto que dejaron sus armas y salieron corriendo. No les sirvió de mucho pues, esa persona había decidido acabar con todos ellos de un golpe.

—Vórtice de las tinieblas, habré un portal al vacio y llévate a quienes tengo delante—Dijo la persona con la capa negra, encima de los que estaban corriendo apareció un portal negro que absorbió a todos los que escapaban.

—Creo que me voy a desmayar— Dijo Silvia.

—Meiga, ¿qué haces? Vuelve— Gritó Leah susurrando.

—Perdona— Dijo acercándose a ella. —Me resultas muy familiar, tu energía ya la había sentido antes, eres la que me salvo dos veces ¿verdad?

—¿Y que si es así?

—No sé porque pero tengo la sensación de que ya sé quién eres. Ginara.

—¡¡Meiga!!— Una voz ajena a las que estaban ahí hizo que girasen la cabeza. Era Elvia.

—¿Elvia?— Meiga giro su cabeza pero cuando volvió a mirar en frente, la chica había desaparecido.

—Meiga, tienes que venir, rápido, es tu familia, tu familia está en peligro—Al decir eso, Meiga no se lo pensó dos veces e hizo que Elvia y ella aparecieran en frente de la casa de su prima. Los demás también estaban ahí, sin sus amigas.

—Eric, Marc, donde están… o no…—Los adultos; padres, tíos y abuelos, estaban petrificados, tenían la cara de asustados, como si hubieran visto algo horrible. —¿Qué ha pasado aquí?— Los amigos también estaban petrificados.

—Sin duda esto es obra de alguien elemental— Dijo Elvia.

—¿Puedes deshacerlo?

—Podría intentarlo, pero no te lo puedo asegurar, parece que tiene más poder que yo, para realizar esto con todos ellos ha requerido una gran cantidad de energía, me costara bastante deshacerlo. Pero lo intentaré.

—Gracias.

—Meiga, deberías descansar, tú y tus primos— Dijo Dalton señalando a Noa quien se había quedado dormida en el sofá.

—Ya son las 23:56 de la noche— Dijo Mirela mirando su reloj. Meiga estuvo de acuerdo, pero no podía dejarlos solos, así que sus primos y su hermano se fueron a dormir a su nuevo piso. Con la tele transportación pudo ir a cada casa a coger lo básico para quedarse a dormir, todos tenían sus pijamas, cepillo de dientes y sabanas limpias.

Eric tenía 20 años, cumpliría los 21 en octubre, Marc tenía 19, Aleix 17, cumpliría los 18 en octubre, Emma cumplió 16, Oriol 15, Pol 12, cumpliría los 13 en septiembre y Noa 2 años.

—Lo haremos así, Eric y Marc, dormiréis en la habitación de invitados, Aleix y Oriol dormiréis en el sofá cama, Emma y Pol dormiréis en la cama de debajo de la mía y yo dormiré con Noa, solo será esta noche, mañana se arreglara todo ¿de acuerdo?

—¿Y si no consiguen volverlos a la normalidad?— Preguntó Oriol.

—Sí que lo vamos a conseguir, os lo prometo, vamos, a dormir todo el mundo que ya son las doce pasadas.

Meiga cerro las luces y se fue a otra habitación, mientras que ella no estaba atenta a lo que pasaba con sus primos, ellos se fueron juntos a la habitación de invitados. No tenían sueño, salvo la pequeña Noa que ya estaba durmiendo.

—¿Que está haciendo?—Preguntó Pol quien veía una pequeña luz proveniente de la habitación donde estaba, la puerta estaba ajustada. Meiga estaba meditando, intentando contactar con Luz.



#15954 en Fantasía
#3308 en Magia
#9679 en Thriller
#5532 en Misterio

En el texto hay: magia y misterio, secretos de un clan

Editado: 24.01.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.